Las autoridades de una ciudad del suroeste de China declararon el 10 de noviembre que habían realizado más de 30,000 pruebas de COVID-19 a los visitantes de un megacentro de ocio, y que habían detenido a los que intentaron huir del lugar después de que un caso sospechoso se relacionara con el lugar.
El 9 de noviembre, los resultados de los visitantes del enorme centro de la ciudad de Chengdu —en la provincia de Sichuan— fueron negativos, según reportó el miércoles la Televisión Central de China (CCTV).
El New Century Global Center —un recinto de 1.7 millones de metros cuadrados que alberga numerosas tiendas, oficinas y una universidad— se convirtió en un gigantesco centro de pruebas la noche del 8 de noviembre, y todos los visitantes tuvieron que someterse a las pruebas antes de poder salir.
Las autoridades locales atribuyeron las pruebas masivas a la necesidad de contener el virus del PCCh (Partido Comunista Chino), pero no ofrecieron más detalles.
Un empleado dijo a la emisora de radio y televisión estatal de Beijing (BRTS) que los requisitos se pusieron en marcha después de que se descubriera que una persona posiblemente infectada había visitado el lugar el 31 de octubre.
No está claro cuántas personas se vieron afectadas el lunes. Un video publicado por la BRTS muestra filas enormes a la espera de hisopados nasales y a varias personas tratando de escapar a través de los arbustos.
Los que huyeron sin autorización de la zona temporalmente controlada han sido localizados a través de los servicios de rastreo y sometidos a pruebas, dijo la CCTV.
Chengdu, junto con otras ciudades chinas, está utilizando big data para rastrear cualquier posible contacto cercano. Al menos 82,000 residentes de la ciudad recibieron mensajes diciendo que eran «compañeros de tiempo y espacio» con casos confirmados desde el 3 de noviembre.
El nuevo término, «compañero de tiempo y espacio«, significa una persona cuyas señales de teléfono móvil se detectaron en el mismo cuadro, que mide 2600 pies por 2600 pies, con un caso confirmado de COVID-19 durante más de 10 minutos en los últimos 14 días. Si la persona o el caso confirmado habían permanecido en la ciudad durante más de 30 horas, la policía de Chengdu localizaría y notificaría a la persona para que se sometiera a pruebas de ácido nucleico dos veces en tres días.
Hasta que no recibieran dos resultados negativos, no se les permitiría salir a otros lugares y verían cómo su código sanitario se convertía en ámbar si salían. Un código verde en la app de seguimiento exigida por el Estado es esencial para tomar el transporte público y acceder a las tiendas.
El lunes, la comisión de salud dijo que había realizado pruebas a más de 9 millones de residentes en cinco días.
El examen masivo en la ciudad de Chengdu se produce días después de que Disneyland Shanghai cerrara temporalmente por un caso positivo.
Una mujer que visitó el parque temático el 30 de octubre dio positivo cuando regresó a Hangzhou al día siguiente, debido a esto el complejo cerró la noche de Halloween y unos 34,000 huéspedes tuvieron que esperar horas para someterse a las pruebas para poder salir.
«Nunca pensé que la fila más larga de Disneyland sería para una prueba de ácido nucleico», dijo un visitante en Weibo, similar a Twitter, mientras los fuegos artificiales estallaban.
El régimen chino ha respondido con rapidez y firmeza a la nueva oleada de infecciones, con cierres regionales, restricciones a los viajes y pruebas masivas. Pero la variante delta, altamente infecciosa, se ha extendido a 20 provincias, incluida la capital, Beijing.
Con información de Reuters.
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