Citibank plantea consecuencias para países de Latinoamérica debido a la desaceleración económica en China. Sin embargo, prevé un panorama más favorecedor para la región.
El banco señaló que el desempeñó del crecimiento económico en China no será alentador para muchos países latinoamericanos al finalizar este año, debido a la demanda de consumo de Beijing que se destaca por ser uno de los principales socios comerciales de las economías en desarrollo de la región.
«No es bueno para América Latina por su demanda de consumo» de China, dijo Ernesto Revilla, economista en jefe para Latinoamérica del banco durante el evento Citi Economic Outlook, según Gestión Perú. «Pensamos que China crecería 6%, pero será 5%. Están muy lejos de regresar a su promedio de crecimiento de los últimos 20 años [9.6%]».
Para 2024, el banco pronosticó que el crecimiento económico de China sea de 4.6%.
Sin embargo, Revilla señaló que hay un panorama alentador para los países latinoamericanos pero procedente de Estados Unidos o Europa, a pesar de que se creía que EE. UU. caería en recesión este año.
“Pensábamos que EE. UU. entraría en recesión este 2023, pero su economía se mantiene resiliente. En Europa el invierno fue más ligero de lo esperado y lograron reconstruir sus inventarios energéticos. No fue una caída fuerte”, puntualizó el economista.
Esto ocurre mientras, los datos en el desempeño económico de Beijing apuntaron en julio a una economía al borde de la deflación —que parece persistir en agosto. Ya que los datos comerciales de junio continuaron mostrando una tendencia a la baja, incluidas las exportaciones e importaciones.
El valor en dólares de las exportaciones chinas disminuyó más de un 12% interanual, una caída superior al 7.5% registrada en mayo. Sus importaciones también disminuyeron casi un 7 % respecto a junio de 2022, frente al 4.5 % de mayo.
A pesar del panorama sombrío de China, el economista estimó que el precio de las materias primas en la región tendrá un futuro favorable para 2024, como por ejemplo: la estabilidad en los precios del cobre, que dijo, se debe a la demanda para la fabricación de los automóviles eléctricos.
«Eso va a favorecer a los términos de intercambio de estos países, a las monedas y al crecimiento de estas economías”, explicó Revilla.
El analista explicó que el precio del cobre no necesariamente tiene que ver con una mayor demanda de China.
«Ya empieza a verse la desconexión entre el crecimiento de China y el precio de las materias primas. Antes pensábamos que había un movimiento similar entre ambos. Ahora China se está desacelerando y el precio del cobre lo vemos hacia arriba», dijo.
Explicó que esto muestra un escenario interesante porque se percibe que China ya no demanda tanta materia prima como lo hacía antes debido a que su crecimiento está más enfocado a la demanda interna.
«China ya no demanda materias primas porque no está tan orientada al crecimiento de inversión, sino de consumo. La demanda viene de otras partes del mundo”, agregó.
Aunque es incierta la demanda de materias primas de Beijing en Latinoamérica a largo plazo, si su consumo continúa a la baja en la región supondría un alivio en la amenaza de los recursos naturales cuya explotación ha comprometido las condiciones medioambientales y las poblaciones locales de varios países latinoamericanos.
Con información de Terri Wu.
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