Una coalición informal de destacados cristianos laicos de seis continentes ha lanzado una campaña mundial en la que se pide a los fieles que recen por los presos de conciencia perseguidos en China del 23 al 30 de mayo.
El esfuerzo global de oración se centrará en los millones de cristianos, musulmanes uigures, budistas tibetanos, presos de conciencia de Falun Gong, activistas de Hong Kong, «defensores de los derechos humanos, abogados, periodistas ciudadanos, blogueros, activistas de la sociedad civil y disidentes de todo tipo» que son brutalmente perseguidos por el Partido Comunista Chino (PCCh) debido a sus creencias.
«Como cristianos, sentimos una responsabilidad especial de rezar y creemos que la oración tiene el poder de convertir y el poder de cambiar la situación», declaró a The Epoch Times Andrew Bennett, portavoz de la campaña y exembajador de Canadá para la libertad religiosa.
La campaña, Oración Mundial por China, se inició en respuesta a una petición de oración por la «Iglesia y los pueblos de China» realizada por el cardenal birmano Charles Bo, presidente de la Federación de Conferencias Episcopales Católicas de Asia, el 14 de marzo.
Además de Bennett, entre los miembros de la coalición se encuentran el representante estadounidense Chris Smith (R-N.J.), Lord David Alton de Reino Unido, el miembro del Parlamento australiano Kevin Andrews, la investigadora principal del Instituto Hudson Nina Shea, la profesora de derecho Jane Adolphe de la Facultad de Derecho Ave Maria, Benedict Rogers, líder del equipo de Asia Oriental de Christian Solidarity Worldwide, el empresario irlandés Declan Ganley y el miembro del Parlamento canadiense Garnett Genuis, entre otros.
Genuis, que también es copresidente de la Alianza Interparlamentaria sobre China, destacó la difícil situación de los cristianos bajo el régimen comunista chino.
«Los cristianos de China se enfrentan a una presión, un control y una violencia crecientes. Junto con otras comunidades religiosas, a los cristianos chinos se les dice que tienen que anteponer el respeto al Partido Comunista sobre su fe. Si no lo hacen, se enfrentan a graves consecuencias», escribió Genuis en un posteo en Facebook.
La nueva regulación religiosa de China, Medidas sobre la Gestión de Profesionales Religiosos, entró en vigor el 1 de mayo. El reglamento exige que quienes desempeñen cualquier función formal en un grupo religioso juren lealtad al PCCh.
El 8 de mayo, las dos organizaciones protestantes autorizadas por el Estado en Beijing —el Comité Municipal del Movimiento Tripartito de Beijing y el Consejo Cristiano de China— organizaron un foro para celebrar el centenario del PCCh, según un informe publicado en el sitio web oficial combinado de las organizaciones.
Los pastores y el personal de las iglesias deben estudiar la historia del PCCh, guiar a los creyentes para que sigan al Partido y seguir la «sinicización del cristianismo», dijo Cai Kui, presidente de las dos organizaciones.
Shea, miembro de la coalición, señaló cómo las nuevas reglas en la selección de obispos en China no mencionan ningún papel papal en el proceso, a pesar de lo acordado en el acuerdo sino-vaticano de 2018.
«Ni siquiera un derecho papal a aprobar o vetar los nombramientos episcopales en China, que se suponía que era la única concesión sustantiva al Vaticano en el acuerdo. Es como si el acuerdo nunca hubiera existido», escribió en un artículo de febrero.
En otro artículo publicado en National Review, Shea afirmó que el PCCh está destruyendo sistemáticamente las iglesias clandestinas y deteniendo a sus dirigentes, llevándolos a juicio o haciéndolos desaparecer en centros de detención secretos. Algunos incluso fueron torturados, obligados a abandonar sus ministerios o sometidos a sesiones de lavado de cerebro.
Mientras tanto, las imágenes de la Virgen María y de Jesús fueron retiradas a la fuerza en algunas iglesias y sustituidas por retratos del líder chino Xi Jinping y del mandatario comunista Mao Zedong, según un reporte de noviembre de 2019 de Bitter Winter, una revista de libertad religiosa y derechos humanos. En 2020, la revista reportó que el PCCh retiró más de 900 cruces de las iglesias estatales en la primera mitad del año solo en la provincia de Anhui.
La sinicización (asimilación a la cultura china) es aún más profunda, ya que el PCCh está «retratando y reinterpretando la Biblia», informó la coalición. «Se espera que lo haga de forma que sirva a los objetivos del partido, como ocurrió en la nueva versión del Evangelio de Juan en un libro de texto estatal de 2020, que representaba a la mujer adúltera apedreada hasta la muerte por Jesús».
«Los jóvenes menores de 18 años tienen prohibida la entrada a todas las iglesias católicas y protestantes, la recepción de los sacramentos y los estudios bíblicos», añade la coalición.
Bennett, miembro de la coalición, cree que el poder de la fe puede cambiar eventualmente las cosas.
«Puede que no sea este año, puede que no sea en cinco años, puede que no sea en 10 años, o en 25 años. Pero confiamos en Dios y ponemos nuestra esperanza en él que las cosas pueden cambiar. Y por eso creemos que la oración, como cristianos, es un arma muy poderosa contra la persecución, y puede mantener intacta la dignidad de la persona humana».
Bennett también destacó la importancia de que otros se unan a la iniciativa de oración.
«Esperamos que muchos individuos y parroquias participen de alguna manera, a través de las Oraciones de los Fieles durante la Misa y en la oración personal y privada», dijo en un comunicado el 7 de mayo. «Nuestro nuevo sitio web está diseñado para ayudar y facilitar esto, y esperamos que los individuos y las parroquias utilicen los recursos disponibles a través del sitio web, difundan la palabra a otros, y movilicen a la Iglesia en todo el mundo para rezar por China».
Con información de Dorothy Li.
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