Concesiones de Xi Jinping a recientes protestas pueden ser señal del inminente colapso del régimen

Por David Chu y Olivia Li
17 de enero de 2023 4:39 PM Actualizado: 17 de enero de 2023 4:39 PM

Análisis de noticias

Desde la «Revolución de la Hojas en Blanco» al «Movimiento de los Fuegos Artificiales», desde las protestas de los trabajadores de una fábrica farmacéutica en Chongqing a la marcha de protesta de los trabajadores de una empresa de biotecnología en Hangzhou, el Partido Comunista Chino (PCCh) ha retrocedido y hecho concesiones de forma poco habitual.

Los analistas han sugerido que los chinos han empezado a sacudirse el miedo al PCCh y que es probable que el régimen se derrumbe en 2023.

El 7 de enero, miles de empleados protestaron en Zybio, una empresa farmacéutica del distrito de Dadukou, en la ciudad de Chongqing. La protesta fue consecuencia del repentino despido de casi 8000 empleados junto con el impago de salarios.

La empresa es fabricante de kits de prueba del antígeno por COVID-19.

Los videos posteados en Internet muestran a los trabajadores enfurecidos demoliendo cajas de kits de pruebas contra el COVID-19, destrozando las oficinas de la empresa y enfrentándose a la policía con escudos antidisturbios. Los manifestantes arrojaron cajas de plástico, botellas de agua y conos a la policía, que huyó de los manifestantes, algo poco frecuente en China.

Al final, las autoridades se vieron obligadas a transigir, y el jefe del distrito de Dadukou se presentó y prometió que los trabajadores recibirían sus salarios impagados, las primas y las indemnizaciones por despido. Al final, fue una victoria total para los manifestantes.

El 6 de enero estalló una protesta similar en la ciudad oriental china de Hangzhou, provincia de Zhejiang, cuando ACON Biotech Corporation anunció repentinamente la suspensión de su actividad y despidió a 2800 empleados. La empresa obligó a los empleados a firmar un acuerdo de renuncia y solo les dio un subsidio de 1600 yuanes (unos 237 dólares). Además, algunos trabajadores temporales no pudieron cobrar sus salarios.

Los manifestantes se enfrentaron a la policía y gritaron: «Devuélvannos nuestro dinero». Al final, el gobierno local negoció con ellos y prometió subvencionar a cada trabajador con 3000 yuanes (unos 444 dólares).

Revolución de los fuegos artificiales

En Nanjing, provincia de Jiangsu, miles de personas rompieron una barrera policial y se reunieron junto a la estatua de Sun Yat-sen, expresidente de la República de China, en Nochevieja.

La multitud llevó flores y soltó globos ante la estatua para expresar su descontento con el PCCh, así como su anhelo de libertad y democracia.

En el condado de Luyi, provincia de Henan, la gente hizo caso omiso de la prohibición de los fuegos artificiales impuesta por el régimen en la noche del 2 de enero, lo que provocó enfrentamientos entre la policía y los ciudadanos.

Los videos que circularon por las redes sociales mostraban que, mientras la policía detenía a los infractores, una gran multitud rodeó los vehículos policiales, exigiendo la liberación de los arrestados. Empujaron a la policía. Algunos jóvenes empezaron entonces a destrozar los coches de policía y los parabrisas delanteros. Un vehículo policial fue volcado.

Además del condado de Luyi, la «Revolución de los Fuegos Artificiales» también estalló en la ciudad de Chongqing y en otras ciudades de las provincias de Henan, Shandong, Hebei, Jiangsu y Guangxi.

Este tipo de enfrentamiento entre el público y las fuerzas policiales era inimaginable en el pasado. Parece que el pueblo chino ya no tiene miedo y ha empezado a aprovechar diversas oportunidades para desafiar la autoridad del PCCh.

​​​​Tras estallar esta serie de acontecimientos desafiantes, el PCCh no tomó represalias como en el pasado, sino que optó por dar marcha atrás.

Muchos lugares, como Beijing, la provincia de Shandong y la de Liaoning, suavizaron la «prohibición de los fuegos artificiales» en diversos grados. En particular, la Oficina de Policía Municipal de la ciudad de Xi’an emitió un aviso en el que exigía a la policía que «aplicara la ley con flexibilidad» y «se abstuviera de enfrentarse al público o de causar una opinión pública negativa en relación con la policía» cuando tratara con personas que lanzaran fuegos artificiales y petardos.

La situación actual puede cambiar rápidamente

El experto chino Heng He declaró a The Epoch Times el 9 de enero que los resultados de la «Revolución de la papeles en blanco» y el «Movimiento de los Fuegos Artificiales» han ayudado a la opinión pública a ver la debilidad del régimen gobernante. Es decir, «el PCCh puede ser derrotado, o al menos la gente es capaz de obligarlo a ceder». Esto es lo que el PCCh se ha esforzado por evitar durante tantos años, pero esta vez finalmente no lo ha conseguido», afirmó Heng.

Deng Haiyan, comentarista independiente, dijo en una entrevista con The Epoch Times el 10 de enero que el estallido de estas protestas a principios del nuevo año refleja un cambio en la mentalidad del pueblo chino tras haber alcanzado un punto crítico. Es decir, ya no tienen miedo.

«Cada vez son más las personas que se manifiestan para expresar su descontento y resistencia de diversas formas», afirmó. «Cuando más gente se dé cuenta de que muchos comparten esta misma mentalidad, no se extinguirá fácilmente».

A propósito de la concesión del PCCh, el escritor independiente Zhuge Mingyang declaró a The Epoch Times el 13 de enero que el PCCh se enfrenta a cuestionamientos sobre su legitimidad como nunca antes.

«Desde la perspectiva del entorno internacional, el PCCh ya no se encuentra en la misma situación que durante la masacre de la plaza de Tiananmen en 1989. De hecho, la alianza mundial anticomunista ya se ha formado hace tiempo», dijo Zhuge.

«El PCCh nunca ha estado tan aislado como ahora. A nivel interno, el completo fracaso de la política contra la pandemia, unido al hecho de que Xi Jinping no ha logrado nada desde que llegó al poder, ha puesto en entredicho sin precedentes la legitimidad de la gobernanza del PCCh», afirmó.

Zhuge explicó además que, en un clima así, el régimen no se atreve a matar al pueblo y, para sobrevivir, solo puede retroceder.

«Esta concesión, a su vez, estimulará el espíritu de resistencia de la gente. A medida que la pandemia empeore, es probable que estallen más y más protestas en todo el país. Ante las múltiples presiones internas y externas, es probable que el PCCh se derrumbe este año y se retire por completo del escenario de la historia», añadió.


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Las opiniones expresadas en este artículo son propias del autor y no necesariamente reflejan las opiniones de The Epoch Times

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