Los principales legisladores del Congreso están respondiendo a las críticas de funcionarios chinos sobre su investigación acerca de los orígenes del COVID-19.
Los legisladores denuncian lo que describen como un intento de interferir en la investigación y piden a China que ponga a disposición a varios investigadores para que testifiquen.
Li Xiang, consejero de la Embajada de China en EE. UU., envió una carta el 14 de abril al representante Brad Wenstrup (R-Ohio), presidente del Subcomité Selecto de la Cámara sobre la Pandemia del Coronavirus, en la que afirmaba que los funcionarios chinos «se oponen firmemente» a una próxima audiencia sobre los orígenes del COVID-19.
Wenstrup y los miembros del comité respondieron el 24 de abril y dijeron al embajador chino en Estados Unidos, Qin Gang, que “este tipo de interferencia es inaceptable y no impedirá los esfuerzos del Subcomité Selecto”.
“Lo alentamos a que cese y, en cambio, coopere con las diversas investigaciones internacionales sobre los orígenes de COVID-19”, dijeron.
Los primeros casos de COVID-19 se detectaron en China en 2019 en Wuhan, la misma ciudad que alberga un instituto de laboratorios donde investigadores chinos experimentan con coronavirus de murciélagos. Los orígenes del nuevo coronavirus continuan siendo desconocidos más de tres años después.
En el mensaje anterior, Li dijo que rastrear los orígenes era «una cuestión científica compleja» y que la investigación de los orígenes «debe ser y solo puede ser llevada a cabo conjuntamente por científicos».
Wenstrup y los demás republicanos se mostraron de acuerdo, señalando que el comité incluye a siete médicos y ha hablado con diversos científicos sobre el asunto.
“El Subcomité Selecto continuará recopilando pruebas, tomando testimonios y siguiendo los hechos”, dijeron los legisladores. «Considerando su posición, le pedimos respetuosamente que ponga a disposición del Subcomité Selecto a los científicos bajo su control para entrevistas transcritas en persona».
Solicitaron acceso al Dr. George Gao, exdirector del Centro Chino para el Control y la Prevención de Enfermedades; el Dr. Shi Zhengli, director del Centro de Enfermedades Infecciosas Emergentes del Instituto de Virología de Wuhan; a los doctores Ben Hu y Huang Yanling, investigadores del instituto; y el Dr. Chen Wei, general del Ejército Popular de Liberación del Partido Comunista Chino.
«Las continuas evasivas de China no solo perjudicarán la capacidad del mundo para predecir, preparar, proteger y prevenir la próxima pandemia, sino que además—como tan elocuentemente dijo su personal—no promoverán la ‘solidaridad internacional'», afirmaron los legisladores estadounidenses.
A Wenstrup se sumaron los representantes Nicole Malliotakis (R-N.Y.), Mariannette Miller-Meeks (R-Iowa), Debbie Lesko (R-Ariz.), Michael Cloud (R-Texas), John Joyce (R-Pa.), Marjorie Taylor Greene (R-Ga.), Ronny Jackson (R-Texas) y Rich McCormick (R-Ga.).
La audiencia a la que se opuso China tuvo lugar el 18 de abril. Incluyó el testimonio de John Ratcliffe, quien se desempeñó como director de inteligencia nacional de 2020 a 2021. Con respecto a los orígenes de COVID-19, Ratcliffe dijo al comité que una filtración de laboratorio era la “única explicación respaldada de manera creíble por nuestra inteligencia, por la ciencia y por sentido común».
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