El gobernador de Georgia, Brian Kemp, aplaudió el jueves la decisión de la Junta Estatal de Educación de aprobar una resolución que dice que no se debe enseñar a los estudiantes la casi marxista teoría crítica de la raza en las escuelas.
«Aplaudo que la Junta Estatal de Educación haya votado hoy para evitar que la teoría crítica de la raza se enseñe en nuestras aulas», dijo Kemp en un posteo en Twitter. «Esta ideología peligrosa y antiestadounidense no tiene lugar en las escuelas de Georgia».
La resolución, aprobada por 11 votos a favor y dos en contra, afirma que Estados Unidos y Georgia no son racistas y que no se debe enseñar a los estudiantes que el racismo o la esclavitud sean otra cosa aparte que desviaciones de los «auténticos principios fundacionales» del país.
La medida surgió después que el gobernador republicano escribiera el 20 de mayo una carta al consejo educativo oponiéndose a la enseñanza de la teoría crítica de la raza y su «peligrosa ideología» en las escuelas públicas.
En su carta, Kemp instó a los educadores a «tomar medidas inmediatas para garantizar que la teoría crítica de la raza y su peligrosa ideología no se arraiguen en nuestros estándares o en nuestros planes de estudio estatales».
La medida aprobada por el consejo de educación no impone restricciones a los distritos escolares ni a los profesores, aunque podría dar lugar a normativas vinculantes en el futuro.
«Esta resolución no prohíbe a nadie enseñar nada», dijo el presidente de la junta, Scott Sweeney, durante la reunión que se celebró por teléfono. «Más que nada esta es una declaración de creencias o una afirmación».
Kemp dijo previamente que los padres, los estudiantes, los administradores y los educadores de Georgia habían acudido a él con preocupaciones sobre la enseñanza de la teoría crítica de la raza en las escuelas del estado.
«Al igual que yo, ellos están alarmados porque este plan de estudios divisivo y antiestadounidense está ganando adeptos en Washington D.C. y en algunos estados del país», dijo en su carta.
La teoría crítica de la raza ha proliferado gradualmente en las últimas décadas a través del mundo académico, las estructuras gubernamentales, los sistemas escolares y el mundo corporativo. Esta redefine la historia de la humanidad como una lucha entre los «opresores» —los blancos— y los «oprimidos» —todos los demás— de forma similar a como el marxismo degrada la historia a una lucha entre los «burgueses» y el «proletariado». También califica de racistas y «supremacistas blancos» a las instituciones que surgieron en las sociedades de mayoría blanca.
Al igual que el marxismo, la teoría crítica de la raza aboga por la destrucción de instituciones, como el sistema de justicia occidental, la economía de libre mercado y las religiones ortodoxas, al tiempo que exige que sean sustituidas por instituciones que se ajusten a la ideología de la teoría.
Los defensores de la teoría crítica de la raza argumentan que la teoría no hace más que «demostrar lo omnipresente que es el racismo sistémico».
Un número creciente de estados está aprobando leyes que prohíben la inculcación de la teoría crítica de la raza en las escuelas y otras instituciones gubernamentales.
Los gobernadores de Tennessee, Idaho, Arkansas y Oklahoma ya firmaron proyectos de ley contra la teoría crítica de la raza. En Texas y Iowa, una legislación similar está a la espera de las firmas de sus gobernadores.
Los legisladores de varios estados más propusieron proyectos de ley de este tipo, pero no tuvieron mucho éxito en su aprobación.
Con la contribución de Petr Svab y The Associated Press.
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