El consulado de España en Shanghai denunció que las autoridades del régimen chino están hospitalizando forzosamente, y sin aviso previo, a ciudadanos extranjeros ya vacunados durante los primeros días de su llegada a China continental, calificándolo de una práctica «poco ética».
«En las últimas semanas, y sin ninguna comunicación oficial por parte de las autoridades chinas, ciudadanos extranjeros residentes en China y vacunados con la vacuna china o vacunas extranjeras, y/o habiendo superado el COVID 19 en meses anteriores y vacunados posteriormente, están siendo hospitalizados, de manera no consensual ni voluntaria, durante 3 o 4 días a su a su llegada a la R.P. China», escribió el consulado español en Shangahi en un comunicado publicado el 23 de junio.
La delegación español señaló que al llegar al aeropuerto, se les hace análisis de sangre, y si el resultado del testeo para el virus es superior a lo establecida por el régimen comunista, «les hacen firmar unos documentos en chino sin traducción al inglés» y son ingresados a un hospital.
También añade que una vez el hospital, los residentes extranjeros son sometidos a más análisis de sangre y PCR, resonancias magnéticas de tórax, y pruebas invasivas adicionales, cuyos resultados «ni les dan copia ni les informan».
«Se limitan a pedir cooperación durante 3 o 4 días», dice el consulado.
El comunicado señala que los hospitalizados tienen que pagar a través de WeChat los productos sanitarios que necesiten–papel higiénico, toallas, agua embotellada–, y no permiten uso de tarjetas de crédito o dinero en efectivo.
Asimismo, los diplomáticos españoles manifestaron que la Oficina de Asuntos Exteriores de Shangahí «no contesta a las Notas Verbales que recibe y tampoco da una respuesta telefónica»–algo que calificaron como «habitual».
«Ni las personas ingresadas ni los Consulados Generales en Shanghai han sido informados de esta sorprendente y poco ética práctica ni del nivel de anticuerpos mínimo fijado. Tampoco se sabe cómo seleccionan a dichas personas», agregaron.
Ante esto, el consulado español advirtió a sus compatriotas que «no firme documentos que no entiende, utilice un traductor en el móvil para entender lo que está firmando y hagan una foto antes de entregarlos, ya que no les darán una copia».
Y agregaron que el consulado, la embajada española en Beijing, el Ministerio de Asuntos Exteriores, y la Delegación de la Unión Europea en Beijing, están realizando gestiones para que «esta práctica se interrumpa con carácter inmediato».
Estas medidas implementadas por Beijing se da en medio de un resurgimiento del virus del PCCh en diversas ciudades chinas, generando cuestionamientos sobre la efectividad de las vacunas chinas, mientras que otros no confían en los datos del régimen chino sobre el número de infectados.
Algunos entrevistados chinos le dijeron a The Epoch Times que varios gobiernos locales anunciaron que muchas personas se infectaron con COVID a pesar de recibir dos dosis de la vacuna china.
Los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de la ciudad de Beijing anunciaron el 21 de abril que la vacunación no puede proteger completamente a las personas, y que las personas vacunadas deben ser tratadas como no vacunadas cuando necesiten hacerse la prueba de COVID.
Sin embargo, el régimen chino continúa diciéndole al público que la vacunación puede aliviar los síntomas de COVID en quienes se infectaron.
Por otro lado, una base de datos online creada por la Universidad británica de Oxford llamada Our World in Data, mostró que más de la mitad de los 10 países más infectados en el mundo por el virus del PCCh, han utilizado vacunas chinas.
Entre los países más afectados, se encuentran Uruguay, Colombia, Argentina, y Chile.
En Uruguay, los ciudadanos habían recibido unos 2.74 millones de dosis hasta el 29 de mayo. Entre ellos, el 80 por ciento de las vacunas eran productos de Sinovac, informó China News Service.
Argentina recibió 4 millones de dosis de vacunas Sinopharm, según un informe de Tencent. Además, el 76.6 por ciento de las vacunas de Colombia provinieron de la empresa china Sinovac, informó NetEase. En Chile, hasta el 16 de mayo, el número total de vacunas del país era de 16.57 millones, de las cuales más del 80 por ciento eran productos de Sinovac, según la agencia de noticias Xinhua.
Con información de Nicole Hao y Frank Yue.
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