Un tribunal federal desestimó el martes una demanda que impugnaba una disposición de la ley antiaborto de Texas que se promulgó el año pasado.
«Habiendo recibido el fallo de la Corte Suprema de Texas de que los funcionarios demandados nombrados no pueden hacer cumplir las disposiciones de la Ley de latidos del corazón de Texas… este tribunal REMITE el caso con instrucciones de desestimar todas las impugnaciones de las disposiciones de ejecución privada del estatuto y de considerar si los demandantes tienen capacidad para impugnar», dijo el Tribunal de Apelaciones del 5º Circuito de EE.UU. en su fallo.
En enero, la Corte Suprema de EE. UU. se negó a intervenir en relación con una disposición de la ley que permite a los ciudadanos privados, y no a los funcionarios públicos, demandar a los proveedores de abortos o a cualquier otra persona que ayude a una mujer embarazada a abortar después de las seis semanas. Los litigantes pueden presentar una demanda en cualquier tribunal de Texas y tienen derecho a recibir al menos 10,000 dólares por daños y perjuicios.
La ley, conocida como Proyecto de Ley del Senado 8, fue promulgada por el gobernador republicano Greg Abbott el pasado mes de mayo. Entró en vigor en septiembre de 2021 y varios otros estados han intentado aprobar medidas similares.
Desde que entró en vigor, los abortos en Texas han disminuido considerablemente. Según los datos publicados por el Departamento de Salud y Servicios Humanos de Texas, en agosto de 2021 se produjeron 5404 abortos, pero en septiembre de 2021 se produjeron 2197.
Kim Schwartz, portavoz del grupo provida Texas Right to Life, elogió el martes el fallo judicial.
«La instrucción del Quinto Circuito de desestimar la impugnación del mecanismo de aplicación de la Ley de latidos del corazón de Texas confirma lo que Texas Right to Life ha sabido desde el principio: los ataques legales de la industria del aborto no tienen mérito», dijo a LifeNews.
Mientras tanto, una exsenadora del estado de Texas, Wendy Davis, demócrata, presentó una demanda contra la ley y afirmó que es «descaradamente inconstitucional».
“La ley S.B. 8 no solo pretende despojar a las texanas de su derecho fundamental a tomar decisiones sobre sus embarazos, basándose en sus circunstancias individuales y sus creencias religiosas, sino también burlarse de los tribunales federales”, escribió en una impugnación legal de este mes.
Además, argumentó que Texas está «desafiando descaradamente el estado de derecho» y debería «restaurar la capacidad de los fondos de aborto y sus asociados para servir plenamente a las pacientes de aborto de Texas».
Por otra parte, la Corte Suprema tiene previsto pronunciarse este año sobre la legalidad de una ley de Misisipi que prohíbe el aborto después de las 15 semanas. El estado pidió al alto tribunal que se ocupara del caso el año pasado. Por su parte, la fiscal general de Misisipi, Lynn Fitch, pidió a los jueces que anularan la histórica sentencia sobre el aborto en el caso Roe vs Wade para que el estado pudiera mantener su ley.
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