El escritor Aldous Huxley dijo una vez: “No existe ninguna fórmula o método. Se aprende a amar amando”.
El amor se puede mostrar a través de nuestras acciones, nuestras palabras, nuestras actitudes, nuestra energía, nuestras intenciones y nuestros pensamientos. Consideremos cuánto amor, compasión, amabilidad y cuidado estamos ofreciendo a las personas en nuestras vidas y más allá.
El amor es realmente hermoso. Cuando estamos en nuestro mejor momento, ofrecemos amor a nuestra pareja, a nuestros hijos, a nuestros padres, a nuestros hermanos, a los miembros de nuestra familia extendida, a nuestros amigos, a nuestros vecinos, a nuestros conocidos y a nuestros semejantes. El amor es desinteresado y llama a las partes más virtuosas de nosotros mismos a manifestarse y a servir.
Como cualquier aspecto de la vida, cada uno de nosotros puede mejorar en su capacidad de amar. Si lo hace, por supuesto, no solo enriquece la vida de aquellos que reciben nuestro amor, sino también nuestra propia vida. Como dijo el antiguo filósofo chino Lao Tse: “Ser profundamente amado por alguien te da fuerza, mientras que amar profundamente a alguien te da valentía”.
Aquí hay algunas formas prácticas de mejorar nuestra capacidad de compartir el amor.
Gratitud
Cuando su corazón está lleno de aprecio, asombro y gratitud por las muchas bendiciones y la abundancia que ofrece la vida, ha forjado una base para ofrecer bondad generosamente. Mantener un corazón agradecido es algo que se puede practicar y cultivar regularmente. Asegúrese reconocer todo lo bueno que se le presente. Cuando abra un grifo y aparezca agua mágicamente, séa agradecido. Cuando despierte en la cama, abrigado y cómodo bajo sus sábanas, sea agradecido. Cuando pase junto a alguien que sonríe en su dirección, sea agradecido.
Hay innumerables bendiciones para reconocer y estar agradecidos todos los días.
Oración
Quizás, para algunos de nosotros las relaciones con más necesidad de mejora son las más cercanas a nosotros. Tendemos a dar por sentado nuestros amores más cercanos, cuando deberíamos estar ofreciéndoles nuestro amor en abundancia.
Una forma de reunir su más profunda compasión, aprecio y amor por los demás es orar por ellos. Ore por sabiduría para comprender lo que necesitan de usted, saber quiénes son realmente y reconocer cómo apoyarlos y apreciarlos mejor. Ore por la capacidad de poder cumplir su papel en sus vidas lo mejor que pueda.
Hacerlo le recuerda que cada persona es un espíritu, un alma que merece amor y bondad.
Generosidad
Puede creer que dar es algo que deben hacer los ricos, pero sin importar sus circunstancias financieras, tiene mucho para dar. Un corazón generoso se puede fomentar con simples actos de generosidad y bondad. Ofrezca a los demás su sonrisa, sus mejores deseos, aliento, entusiasmo, comprensión, perdón, calidez, gentileza, consuelo, atención, ayuda, sabiduría, tiempo y, sí, incluso sus posesiones mundanas, si así lo desea.
Hay innumerables maneras de recorrer el camino de la vida con un corazón generoso. Maximice su generosidad.
Nutrir
Mientras todos viajamos juntos por esta vida, ¿podríamos nutrirnos y cuidarnos mutuamente a lo largo del camino? Encárguese de ser un cuidador de cualquiera que pueda.
Así como nutriríamos a nuestro hijo enfermo con cálidos abrazos, sopa de pollo y cuidados siempre presentes, haríamos bien en reconocer que existen innumerables formas de lucha y sufrimiento en esta vida y nadie es inmune a ellas. Ser amable, cálido, comprensivo y compasivo con los demás, perdonar sus errores, ser paciente con sus defectos y comprensivo con su situación, es ofrecer cortesía y cuidado a nuestro prójimo.
Cuando el empleado de la tienda es grosero, cuando su hijo adolescente pone los ojos en blanco, cuando su amigo no cumple su palabra, recuerde que usted también comete errores, pierde la paciencia y no cumple con sus propios estándares de vez en cuando, y generalmente cuando está luchando de alguna manera. Dicen que las personas lastimadas lastiman a las personas. Una respuesta cariñosa y afectuosa es un acto de amor.
Tranquilidad
Cuando pasamos por la vida tratando de controlar nuestras circunstancias, proteger nuestros intereses y evitar el sufrimiento o la incomodidad, tendemos a ver a los demás como amenazas potenciales en lugar de hermanos y hermanas.
Deje a un lado su deseo de controlar el destino, ponga su fe en un poder superior y salude a sus seres queridos con más tranquilidad. Su impacto en su entorno será calmante y le permitirá tener una mentalidad más amplia y abrirle a los demás. Deje ir sus expectativas. Sea auténtico y relajado. Tranquilice su mente.
Práctica
Tanto las antiguas filosofías como las religiones se han centrado en la importancia del amor y la compasión. Como dice la Biblia, “Mas el fruto del Espíritu es amor, gozo, paz, paciencia, benignidad, bondad, fe, mansedumbre y templanza; contra tales cosas no hay ley” (Gálatas 5:22–23).
El amor es un acto, una mentalidad, una forma de ser. Debe ser practicado y cultivado. Haga un esfuerzo concertado para fomentar más pensamientos amorosos en su mente, más sentimientos amorosos en su corazón y difundir el amor dondequiera que vaya. El mundo lo necesita ahora más que nunca.
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