En medio de las acusaciones de adoctrinamiento transgénero secreto de los niños en edad escolar y de «entrenamiento» en cuestiones de género sin el consentimiento de los padres, la abogada de derechos civiles Harmeet Dhillon dice que el uso de bloqueadores de la pubertad en menores es un «completo abuso infantil».
Los bloqueadores de la pubertad están causando un «daño permanente» a los niños, dijo Dhillon a The Epoch Times en una entrevista del 23 de abril.
«Están diciendo muchas mentiras a las familias estadounidenses», dijo Dhillon.
Una de ellas es que los bloqueadores de la pubertad son reversibles, dijo Dhillon. «La ciencia demuestra que no lo son».
Según Mayo Clinic, los bloqueadores de la pubertad pueden tener efectos a largo plazo en la fertilidad futura, y el Hospital Infantil de San Luis afirma que los bloqueadores de la pubertad pueden causar «un menor desarrollo del tejido genital, lo que puede limitar las opciones para la cirugía de afirmación del género (cirugía de fondo) más adelante en la vida».
«Una cosa es que los adultos hagan lo que quieran cuando sean mayores de edad, pero creo que es un completo abuso infantil inyectar a los niños fármacos que los hacen permanentemente estériles y que impiden su crecimiento», dijo Dhillon.
El caso de Jessica Konen
El bufete de Dhillon representa a Jessica Konen, una madre que alega que el personal de la escuela, incluidas las maestras Lori Caldeira y Kelly Baraki, le lavaron el cerebro a su hija para hacerle creer que era transgénero, en la escuela secundaria Buena Vista de Salinas, California.
Konen se presentó después de que una grabación de audio filtrada revelara que Caldeira y Baraki contaban a otros maestros cómo habían reclutado secretamente a estudiantes para el club LGBT de la escuela. El dúo dirigió un taller llamado «Cómo dirigimos una ‘GSA’ en las comunidades conservadoras» en una conferencia de la Asociación de Profesores de California (CTA) anunciada como «Conferencia 2021 sobre temas LGBTQ+, más allá del binario: Identidad e Imaginando Posibilidades» en Palm Springs el pasado mes de octubre. Describieron los obstáculos a los que se enfrentaron como profesores para ocultar a los padres las actividades de los clubes GSA (Alianza Gay-Hetero).
Antes de asistir a una reunión del Distrito Escolar de Spreckels a mediados de diciembre para exponer el presunto lavado de cerebro, Konen contó su historia a The Epoch Times y acusó al personal de la escuela, incluidas las dos maestras, de «entrenar» a su hija.
El 19 de enero, el Center for American Liberty presentó una notificación de reclamación en virtud de la Ley de Reclamaciones Gubernamentales, un requisito previo para presentar una demanda contra el gobierno de California. El estado tenía 60 días para responder, pero hasta ahora no lo ha hecho, dijo Dhillon.
«No han respondido, por lo que nos estamos preparando para emprender acciones legales. Tenemos la intención de llevar este asunto a juicio», dijo.
La notificación de demanda, Konen contra el Distrito Escolar de Spreckels, alega que el distrito escolar y la Escuela Secundaria Buena Vista adoptaron una política secreta para ocultar a los padres la expresión e identidad de género de los estudiantes.
Dhillon dijo en una entrevista anterior que la Corte Suprema de Estados Unidos «ha dejado claro que los padres tienen un derecho fundamental a dirigir la crianza y la educación de sus hijos. Y su derecho se les niega cuando las escuelas guardan secretos a los padres, especialmente en asuntos tan fundamentales como la identidad, el nombre [y] los pronombres de un niño».
Mientras tanto, el superintendente Eric Tarallo dijo el 7 de abril que una investigación por parte de terceros en la Buena Vista Middle School estaría terminada para el 21 de abril, pero que podría tomar algunas semanas más para informar de los resultados. La próxima reunión de la junta está prevista para el 5 de mayo.
«Muchas vidas destruidas»
Desde que se conoció la noticia de la grabación de audio filtrada, más padres se han presentado con acusaciones similares, y el adoctrinamiento de la identidad de género ha seguido bajo el foco de los medios de comunicación nacionales. Y, aunque ha «escuchado a cientos de padres», Dhillon dijo que no puede hacerse cargo de todos los casos debido a la prescripción y otras consideraciones legales.
«Si me entero de que un niño ha pasado por una operación de transición y ahora vive en la calle, como cientos de estos niños de los que he oído hablar, no puedo hacer nada por él. … Así que tenemos que ver qué podemos hacer por los niños que aún pueden salvarse», dijo.
Durante los confinamientos por el COVID-19, los padres —incluida Jessica Konen— pudieron ver más de cerca lo que sus hijos estaban aprendiendo en la escuela, dijo Dhillon.
«Los padres pasaron más tiempo con sus hijos. Así es como ha salido a la luz gran parte de este activismo transgénero de orientación sexual en las escuelas», dijo. «Es realmente importante que los padres adopten un papel más activo en la educación de sus hijos, y cuando la gente lo hace, no quiere ver que a sus [hijos] se les enseñe la confusión de género, que se les enseñe sobre el sexo a una edad inmadura y que aprendan sobre cosas radicales todo el día en la escuela».
Los estudios sugieren que la mayoría de los niños que muestran síntomas de disforia de género a una edad temprana acaban superando la condición. Sin embargo, los que empiezan a usar bloqueadores de la pubertad cuando son niños son mucho más propensos a continuar con la transición.
Algunas personas que han hecho la transición llegan a arrepentirse de esa decisión más adelante, y la actividad en las redes sociales de estos arrepentidos, conocidos como detransicionistas, ha crecido exponencialmente en los últimos años.
Aunque se han realizado pocos estudios para cuantificar el número de detransicionistas en Estados Unidos, más de 28,000 miembros «detrans» solo en Reddit indican que el revertir el proceso de transición es un fenómeno creciente.
Dhillon también señaló que cada vez son más los detransicionistas que tienen poco más de veinte años y que comparten sus historias de arrepentimiento en sitios como Twitter.
«Eso ha destruido muchas vidas», dijo Dhillon. «Es una epidemia realmente —una epidemia oculta— y una de las cosas buenas del último año ha sido que este mal que ocurre delante de nuestras narices ha salido a la luz y se ha expuesto».
Los legisladores estatales deberían aprobar leyes que impidan «mutilar a los niños», dijo Dhillon.
«Crisis» educativa
La controversia sobre el activismo transgénero en la escuela y la erosión de los derechos de los padres han movilizado a los padres «como ningún otro tema que haya visto en mis años en la política», dijo Dhillon, que recientemente asistió a la convención del Partido Republicano de California en Anaheim.
Aunque la mayoría de los padres no han prestado mucha atención a los asuntos de los consejos escolares locales en el pasado, sí se preocupan si sus hijos están siendo «perjudicados en la escuela», dijo.
«Creo que eso va a motivar a mucha gente», dijo Dhillon.
«La educación estadounidense está en crisis ahora mismo» porque demasiados niños están aprendiendo ideologías políticas en lugar de los fundamentos básicos para la base académica o profesional que necesitarán para tener éxito en el futuro, dijo Dhillon.
Desde el verano pasado, miles de padres de todo Estados Unidos han abarrotado las reuniones de los consejos escolares para protestar contra la teoría crítica de la raza que se enseña en las aulas, así como contra la ideología de género y los mandatos de vacunación contra el COVID-19 y de uso de mascarillas. Una revocación del consejo escolar en San Francisco en febrero también destituyó a tres miembros del consejo.
Derechos de los padres
El gobernador republicano de Florida, Ron DeSantis, firmó a finales de marzo la ley de Derechos de los Padres en la Educación. El proyecto de ley refuerza el derecho de los padres a tomar decisiones sobre la educación de sus hijos y prohíbe la instrucción en el aula sobre orientación sexual o identidad de género desde el jardín de infancia hasta el tercer grado. También prohíbe la instrucción que no sea apropiada para la edad.
«Los derechos de los padres han sido cada vez más atacados en todo el país, pero en Florida defendemos los derechos de los padres y el papel fundamental que desempeñan en la educación de sus hijos», declaró DeSantis en un comunicado de prensa del 28 de marzo.
Mientras tanto, los legisladores demócratas de California y el gobierno de Biden siguen impulsando políticas de atención a la «afirmación del género» que promueven el uso de bloqueadores de la pubertad y el tratamiento hormonal cruzado para los niños con disforia de género.
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