A medida que los espectáculos de drag queens para niños parecen estar cada vez más extendidos, una defensora de los niños advierte de las consecuencias de la peligrosa tendencia a normalizar el comportamiento inapropiado ante los más pequeños.
Hubo un tiempo en que los padres advertían a los niños de que no aceptaran dulces de extraños. Pero, como dijo la presidenta de la Junta Directiva de la Liga de Protección Infantil (CPL, por sus siglas en inglés), Julie Quist, a The Epoch Times, «ahora los padres animan a sus hijos a dar dinero a las drag queens y a sentarse en su regazo para que los acaricien».
Mientras algunos defensores dicen que «lo drag no es peligroso» y que «exponer a tus hijos a una actuación drag puede ser algo bueno», otros insisten en que «presentar personajes femeninos sexualmente exagerados interpretados por hombres no es en absoluto apropiado para los niños» y que lo que deberían hacer los adultos es «interponerse entre los niños y las cosas maduras, violentas y/o sexualmente explícitas».
«Es impensable, y es aterrador lo rápido que la sociedad se ha visto arrastrada por esto hasta el punto de que de repente es normal», expuso Quist. «Es una oscuridad social. Los padres solían proteger a sus hijos de los extraños. Ahora entregan a sus hijos a extraños».
La hora del cuento de la drag queen
A pesar de los riesgos de las actividades inapropiadas conocidas en estos eventos, un número creciente de bibliotecas públicas financiadas por los contribuyentes siguen ofreciendo la Hora del Cuento de la Drag Queen para los niños.
En septiembre de 2019, salieron a la luz fotos en las redes sociales de una drag queen llamada Carla Rossi mientras «retozaba en el suelo con niños pequeños que se arrastraban sobre ella en una Hora del Cuento de la Drag Queen» en la Biblioteca St. John de Portland, Oregón. Tras ser expuesto por tener un contacto inapropiado con los niños, los culpó «de la reacción que experimentó». Las fotos, que fueron publicadas en la propia cuenta de Flickr de la Biblioteca del Condado de Multnomah, fueron rápidamente borradas. Pero no antes de que LifeSiteNews conservara las imágenes (pdf).
En octubre de 2019, un reportaje de Anne Taylor expuso cómo una drag queen llamada «Sasha Sota» montó un «verdadero espectáculo» en la Biblioteca Ridgedale de Minnetonka, Minnesota.
Sota —vestida con «una blusa ombliguera sin mangas y una pequeña minifalda rosa»— se sentó en una silla «con las piernas abiertas, exponiendo su entrepierna cubierta de nylon frente a los niños sentados a la altura de los ojos». Taylor estaba allí y, según su informe, «lo hacía a menudo». La bibliotecaria —que llevaba una camiseta de «Black Lives Matter» mientras «acompañaba a la Drag Queen» durante el evento— amonestó a quienes pudieran sentirse ofendidos, diciendo «si alguien se molesta —incluso los adultos— puede irse».
En junio, salió a la luz un reportaje en el que se afirmaba que la historia de Taylor era falsa y que «las versiones no editadas de la imagen muestran que el actor llevaba unas mallas opacas color piel que cubrían sus genitales». No se facilitaron las «versiones no editadas de la imagen». Sin embargo, el director de Comunicaciones de la Biblioteca del Condado de Hennepin, Joshua Yetman, «confirmó en una entrevista telefónica» que era un «hecho».
«¿Qué tiene eso que ver?», preguntó retóricamente Taylor a The Epoch Times, reiterando cómo el artista expuso su entrepierna a los niños a sabiendas y en repetidas ocasiones. Si alguien en la sala se lo preguntaba, «el velo se levantó —literal y figuradamente».
Según Taylor, madre y voluntaria ocasional de CPL, el objetivo de la presión transgénero «siempre ha sido un intento de destruir a los niños».
«Quieren ir a por toda la familia», afirmó Taylor. «De eso se trata».
«¿Y cuál es el objetivo más fácil? Los niños. Cómo lo hacen es a través del mal que estamos viendo. El propósito de la hora del cuento de la drag queen es captar a los niños. Así es como se va tras los inocentes. Así es como vas tras sus mentes. Así es como se persigue a la familia», dijo.
Como señaló Taylor, algunas de las drag queens de estos eventos «aptos para familias» están siendo expuestas como pedófilos y prostitutos.
Delincuentes sexuales y prostitutos
En marzo de 2019, un grupo llamado Mass Resistance expuso que Alberto Garza —una drag queen de 32 años que había estado leyendo a los niños en la Hora del Cuento de la Drag Queen de la Biblioteca Pública de Houston bajo el nombre de Tatiana Mala Niña— es un delincuente sexual infantil que fue condenado por agredir a un niño de 8 años en 2008.
En abril de 2019, Mass Resistance sacó a la luz que William Travis Dees —miembro del grupo de drag queen «Space City Sisters», que utilizaba el nombre de Liza Lott para su alter ego transgénero— había actuado como recibidor de niños en la Hora del Cuento Drag Queen de la Biblioteca Pública de Houston (Texas). En 2004, a la edad de 16 años, Dees fue condenado por tener «contacto sexual indecente» con cuatro niños de 4, 5, 6 y 8 años. Está catalogado como «delincuente sexual de alto riesgo».
En agosto de 2019, Mass Resistance expuso los antecedentes penales de un tercer hombre, David Lee Richardson, que se hacía llamar «Miss Kitty Litter». Richardson —que leía a los niños en el Sistema de Bibliotecas de Texas en Austin— fue detenido y condenado por prostitución en 1996.
En junio, Brice Patric Ryschon Williams —una drag queen que bailaba explícitamente para niños— fue acusado de 25 cargos de pornografía infantil en Pensilvania.
A pesar de que un grupo de hombres que se colaron en su «Hora del Cuento de la Drag Queen» les mostraron pruebas en video de que la drag queen contratada para leer a los niños en la Biblioteca de San Lorenzo, en California, el 11 de junio, había grabado un video en el que rapeaba sobre niños que le practicaban sexo oral, los empleados de la biblioteca y los medios de comunicación defendieron a la drag queen y llamaron «extremistas» a los hombres que lo denunciaron.
Algunos defensores de la hora del cuento drag insisten en que estos hechos no son intentos de grooming y que «los drag queens no son los que sexualizan la hora del cuento drag».
Sin embargo, el 17 de septiembre de 2018, Dylan Pontiff, una drag queen que responde al nombre de Santana Pilar Andrews —que ayudó a organizar un evento de cuentos para niños en la Biblioteca Pública de Lafayette, en Luisiana— se presentó ante el Consejo de la Ciudad-Parroquia de Lafayette y admitió que estaba tratando de captar a los niños a través del programa.
Drag en la Iglesia
El 27 de abril, la Grace Church High School —una escuela episcopal privada y progresista del East Village de Manhattan que cobra más de 59,000 dólares por la matrícula anual— patrocinó su sexto evento anual «Pride Chapel», en el que una drag queen neoyorquina llamada Brita Filter actuó en vivo. Un video, posteado en las redes sociales, muestra a Filter bailando por el pasillo desde el fondo de la capilla con botas go-go y un vestido naranja y azul tan corto que dejaba al descubierto el trasero de Filter.
Un reporte del 15 de mayo reveló que la sección del condado de Collier de GLSEN —que significa red de educación de gays, lesbianas y heterosexuales— tenía previsto celebrar su Conferencia inaugural del Orgullo Juvenil en la Iglesia Unida de Cristo de Naples, Florida, el 21 de mayo. Se animó a los niños, de entre 12 y 18 años, a asistir al evento, que ofrecía desayuno y almuerzo gratuitos, un espectáculo de drags y sesiones de trabajo encabezadas por ponentes que discutirían temas como «literatura queer prohibida», «educación sexual inclusiva» e «interseccionalidad y prejuicios dentro de la comunidad».
Como reportó Florida’s Voice el 15 de mayo, el «pastor progresista» de la iglesia, el reverendo Dawson B. Taylor, renunció debido a las reacciones que suscitó el evento y después de que se supiera que estaba organizando un «baile gay» secreto sin el conocimiento de los directivos de la escuela pública.
Sin embargo, a pesar de las reacciones y de la necesidad de que la policía vigilara la zona para mantener a los manifestantes fuera de la propiedad, el espectáculo siguió adelante.
El 26 de febrero, la Iglesia de la Comunidad de Cristo de Lapeer, Michigan, organizó una hora de cuentos para niños con la presencia de la drag queen Jon Benet.
El 29 de abril, CBN News reportó que la Iglesia Luterana de la Trinidad de Greenville (Carolina del Sur) iba a organizar un evento «Drag Me to Church” con «Lady Douche» el 12 de mayo.
The Epoch Times reportó el 21 de septiembre de que la Primera Iglesia Cristiana (FCC, por sus siglas en inglés) de Katy, Texas, «retiró discretamente a una artista drag autodenominada ‘gótica’ con una condena penal de lo que se había anunciado como un evento de bingo drag familiar», programado para el 24 de septiembre. Jaysen Kettl, una drag queen que respondía al nombre de Tisha Flowers, iba a ser «una de las dos artistas del evento con las entradas agotadas». Pero fue retirada después de que los padres descubrieran que Kettl «fue condenada por estar involucrada en un complot de tiroteo en una escuela en 2004».
Como reportó The Epoch Times el 30 de septiembre, FCC estaba utilizando el evento para promocionar discretamente su nuevo Closet Transparente a los niños desatendidos, sin el conocimiento de sus padres. El Closet Transparente «es una boutique de ropa GRATUITA diseñada para que los adolescentes, jóvenes y adultos jóvenes trans y exploradores tengan un lugar seguro para sus necesidades de ropa y demás». Uno de los trabajadores de la iglesia admitió que proporcionaron a los niños bolsas de Home Goods para que se llevaran a casa su nueva ropa trans para engañar a los padres que no los apoyaban.
Los otros espectáculos de drags «aptos para familias»
Como reportó The Epoch Times el 20 de junio, un bar gay de Texas llamado Mr. Misster organizó un evento «Drag the Kids to Pride». En la actuación, anunciada como «un espectáculo de drags para toda la familia», las drags bailaban y se deslizaban por el suelo mientras los niños eran animados por sus padres a darles dinero.
Mientras que el Departamento de Regulación Comercial y Profesional de Florida puso en su punto de mira la licencia de bebidas alcohólicas de un restaurante de Miami llamado R House por exponer a los niños a espectáculos de drag queen «sexualmente explícitos», un reporte local de Florida dijo que los expertos argumentaron que los cargos de obscenidad serían difíciles de vender en ese caso porque los actos obscenos en la industria del entretenimiento para adultos generalmente incluyen aspectos específicos como tocar, manipular sexualmente o exponer una erección, lo que dicen que no ocurrió en R House.
Sin embargo, sí ocurrió en un establecimiento de Tennessee.
El video, que salió a la luz en las redes sociales el 25 de septiembre, muestra a una niña pequeña acariciando la ingle de una drag queen vestida como un personaje de Disney en Wanderlinger Brewing Co. el Día del Orgullo Juvenil de Chattanooga.
El 30 de julio, el ejército estadounidense organizó su primer «Festival de Verano de la Diversidad, la Equidad y la Inclusión» en la Base Conjunta Langley-Eustis. Anunciado como otro evento «para toda la familia», contó con «castillos inflables y pintacaras para los niños», así como con un espectáculo drag de Joshua Kelley, una Drag Queen de la Marina que actúa bajo el nombre de Harpy Daniels.
Hay desfiles del Orgullo Gay en los que hombres desnudos llevan máscaras de Bugs Bunny y saltan por la calle delante de los niños, y en los que hombres que no llevan más que un par de calzoncillos no muy ajustados y botas de trabajo, se paran haciendo twerking delante de las niñas. Hay almuerzos drag «familiares» en los que las drag queens hacen rebotar sus falsos pechos desnudos para obtener dólares de los niños y espectáculos drag «familiares» en bares gay en los que los padres animan a sus hijos a darles dinero y a bailar con los artistas mientras en las paredes detrás de ellos brillan carteles de neón con mensajes lascivos.
«Es virtud de exhibición»
A pesar de las protestas de los padres, los consejos escolares de todo el país han estado aprobando y defendiendo planes de estudio y libros sexualmente inapropiados para niños cada vez más pequeños.
Según Quist, se está adoctrinando a toda la sociedad para que crea que la sexualidad es algo natural para los niños, y la presión para normalizar los espectáculos de drags para niños es solo parte del plan marxista para destruir la unidad familiar destrozando la inocencia de los niños.
«Se ha adoctrinado a la gente para que crea que los niños son sexuales desde que nacen», explicó Quist, y añadió que «es una parte clave de la revolución sexual de Alfred Kinsey que se produjo en los años 60, y que ahora ha llegado a su máxima expresión. No hay límites».
Kinsey —conocido como «el padre de la revolución sexual»— fue uno de los 50 individuos considerados «pioneros, pioneras y héroes» que «contribuyeron al avance de la comunidad LGBTQ de manera sustantiva» al ser incluidos en el Muro Nacional de Honor LGBTQ dentro del Monumento Nacional a Stonewall en el Stonewall Inn de la ciudad de Nueva York» el 27 de junio de 2019.
Sin embargo, los más conservadores dicen que Kinsey «era un pervertido y un criminal sexual» que «solicitó y alentó a los pedófilos, en su país y en el extranjero, a violar sexualmente a entre 317 y 2035 bebés y niños para obtener sus supuestos datos sobre la ‘sexualidad infantil’ normal».
«Esa es la narrativa», propuso Quist. «Es la nueva narrativa revolucionaria, y los padres que están quedando atrapados en ella no son conscientes de que han sido engañados para aceptar el paradigma de que todo está bien; todo es normal; todo es bueno. Se están subiendo al gran carro de la creencia de que exponer a sus hijos a todo es bueno para ellos. Pero para quienes reconocen lo brutal que es esto para la mente de un niño, este comportamiento es una locura».
Quist señaló cómo Planned Parenthood, que aboga fuertemente por el derecho al aborto y es el proveedor número uno del país de este servicio, no solo está impulsando la idea de que es saludable que los niños sean sexuales, sino que está preparando activamente a los niños para que sean sexualmente activos.
«Pero la sexualidad precoz de los niños no es algo saludable», replicó Quist.
Los estudios han demostrado que la sexualización temprana en los niños es «peligrosa», ya que causa «daños cuantificables, como insatisfacción con la imagen corporal, trastornos alimentarios, baja autoestima, peor rendimiento académico, depresión y ansiedad».
Aun así, según Quist, cada vez más padres se dejan atrapar por este nuevo «movimiento social» porque «quieren sentirse parte de esta nueva cultura popular».
«Ahora es una cosa, dijo Quist. «Es una cosa real, y como es tan en tu cara y mucha otra gente lo desaprueba, algunos padres lo encuentran más atractivo. Les da una sensación de superioridad: ‘Estoy con ello. Soy vanguardista. Soy más inclusivo que tú’. Es virtud de exhibición. Es un pensamiento de grupo. Pero no piensan en las consecuencias».
Con información de Darlene McCormick Sanchez.
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