Los fabricantes de automóviles en América del Norte planean construir más camionetas y vehículos deportivos utilitarios a gasolina que vehículos eléctricos hasta fines de la década de 2020, lo que revela tendencias de ventas que van en contra del objetivo de un 50 por ciento de ventas de vehículos eléctricos para 2030 de la administración Biden, según las previsiones de producción interna informadas por Reuters.
El presidente Joe Biden firmó una orden ejecutiva a principios de agosto que establece el objetivo de hacer que la mitad de todos los vehículos nuevos vendidos en Estados Unidos sean híbridos o completamente eléctricos para 2030. La orden de Biden también estableció un nuevo calendario para el desarrollo de nuevas normas de eficiencia de combustible y emisiones a largo plazo para hacer frente a la contaminación y otros objetivos.
General Motors, Ford y Stellantis, matriz de Chrysler, respaldaron el objetivo de ventas de cero emisiones de Biden, diciendo en un comunicado conjunto el 5 de agosto que aspiraban a “lograr ventas anuales del 40-50 por ciento de vehículos eléctricos en Estados Unidos… para 2030”. Agregó que el objetivo solo se puede alcanzar con una mayor inversión gubernamental en estaciones de carga y otros tipos de infraestructura. El objetivo del 50 por ciento de Biden y la aspiración de vender entre el 40-50 por ciento en eléctricos de los fabricantes de automóviles incluye vehículos híbridos enchufables, de pila de combustible y eléctricos de batería que también tienen motores de gasolina.
Ese objetivo significaría impulsar la producción anual norteamericana de vehículos eléctricos e híbridos enchufables a 7 millones de vehículos o más. Pero toda la industria actualmente planea construir solo 2.6 millones de vehículos eléctricos de batería (BEV) y otros 585,000 vehículos eléctricos híbridos enchufables (PHEV) en 2028, según AutoForecast Solutions (AFS), que compila estimaciones de producción de la industria.
Sam Fiorani, jefe de pronóstico de vehículos globales de AFS, le dijo a Reuters que la débil demanda de los consumidores es un obstáculo en el camino hacia los objetivos de producción de vehículos eléctricos de la administración Biden.
«Se necesitará mucha más demanda de vehículos eléctricos para alcanzar la meta de 2030 del 40-50 por ciento», dijo Fiorani al medio, y agregó que espera que muchos compradores se muestren reacios a cambiarse a los eléctricos.
Aproximadamente cuatro de cada 10 estadounidenses (39 por ciento) les dijeron a los encuestadores de Pew Research, en junio, que la próxima vez que compren un vehículo, es probable que consideren seriamente la posibilidad de utilizar un vehículo eléctrico, mientras que el 46 por ciento dijo que no es muy probable, o nada probable, que lo hagan. Al mismo tiempo, el 51 por ciento dijo que se opone a las propuestas para eliminar gradualmente la producción de vehículos a gasolina, mientras que el 47 por ciento expresó su apoyo.
Según Pew, solo el 7 por ciento de los adultos estadounidenses dijeron que actualmente tienen un vehículo eléctrico o híbrido, y el 28 por ciento de ellos les dijo a los encuestadores que es poco probable que consideren un automóvil o camión eléctrico la próxima vez.
Si los fabricantes de automóviles se ciñen a los planes de producción esbozados por AutoForecast, los vehículos eléctricos representarán sólo el 15 por ciento de la producción total de Norteamérica en 2028, mientras que los híbridos enchufables representarán otro 3,4 por ciento. Para que los fabricantes de automóviles cumplan el objetivo de Biden en estas circunstancias, tendrían que duplicar con creces la producción de VE y PHEV en dos años, entre 2028 y 2030.
No obstante, Ford le declaró a Reuters que espera que los vehículos eléctricos de batería representen al menos el 40 por ciento del volumen mundial en 2030, GM dijo al medio que espera alcanzar el objetivo del 40-50 por ciento, mientras que Stellantis dijo que no comenta las especulaciones sobre futuros productos.
Mientras tanto, un experto en seguridad nacional le dijo a The Epoch Times que el éxito de los objetivos de producción de vehículos eléctricos de Biden significaría una mayor dependencia hacía China.
“A menos que Estados Unidos y sus aliados controlen una mayor parte de la cadena de suministro de baterías, la capacidad de la administración de Biden para avanzar hacia sus objetivos de vehículos eléctricos y, de hecho, la capacidad de los fabricantes de automóviles estadounidenses para alcanzar sus objetivos de vehículos eléctricos, que son todos bastante ambiciosos, significa más dependencia hacía de China”, le dijo a The Epoch Times el 10 de agosto la exasesora adjunta de seguridad nacional de la Casa Blanca para la estrategia, Nadia Schadlow.
«Fomentar la adopción de vehículos eléctricos mientras todavía confiamos en China para las baterías genera el riesgo de otorgarle a Beijing una gran ventaja», dijo.
Mark Tapscott contribuyó a este artículo.
Con información de Reuters.
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