El 15 de julio, los demócratas de la Cámara de Representantes votaron a favor de un proyecto de ley que codificaría la decisión de 1973 de la Corte Suprema (SCOTUS) en el caso Roe contra Wade, enviándolo al Senado, donde es probable que fracase.
El proyecto de ley, denominado Ley de Protección de la Salud de la Mujer (WHPA, por sus siglas en inglés), fue aprobado por la Cámara en una votación de 219-210. El congresista Henry Cuellar (D-Texas), el único demócrata provida de la cámara baja, abandonó en solitario su partido para oponerse al proyecto de ley.
En un discurso de defensa del proyecto de ley, la presidenta de la Cámara, Nancy Pelosi (D-Calif.), dijo «Mientras los republicanos extremistas continúan su asalto a los derechos reproductivos, nuestra Ley para Garantizar el Derecho de las Mujeres a la Libertad Reproductiva garantizará que el derecho fundamental a viajar y obtener la atención sanitaria necesaria siga en manos del pueblo estadounidense. Y nuestra Ley de Protección de la Salud de la Mujer volverá a hacer que las protecciones de Roe vs Wade sean la ley del país».
Sin embargo, a pesar de comercializar el proyecto de ley como una codificación de Roe vs Wade, este proyecto va más allá.
En la norma establecida por Roe, se prohibía a los estados restringir el aborto antes de la llamada «línea de viabilidad», una línea arbitraria que define el punto en el que un bebé puede sobrevivir de forma independiente fuera del vientre de su madre, y cuya definición impugnan incluso los principales biólogos a favor del aborto.
Pero la WHPA ha sido criticada en el pasado por ir más allá de la codificación de la norma establecida en el caso Roe vs Wade.
El proyecto de ley, dijo el jefe de la minoría de la Cámara Steve Scalise (R-La.) en un discurso de oposición al proyecto de ley en el pleno de la Cámara, «va mucho más allá de Roe bajo el pretexto de codificar Roe para impulsar algunas de las más extremas … legislación proaborto que hemos visto».
Bajo la WHPA de los demócratas, señaló Scalise, Estados Unidos se uniría a las escasas filas de países como China y Corea del Norte que comparten una «política radical de aborto a demanda hasta el nacimiento».
Con la aprobación del proyecto de ley en la Cámara, ahora pasará al Senado para su consideración, donde es probable que fracase.
Como casi toda la legislación, la WHPA tendrá que recibir primero el apoyo de 60 senadores para superar el umbral del filibusterismo y llegar al pleno para una votación por mayoría simple. Sin embargo, esto es muy poco probable.
En marzo, cuando los demócratas llevaron el proyecto de ley al pleno del Senado por primera vez, fue bloqueado y rechazado por una votación bipartidista de 46 a 48. El senador Joe Manchin (D-W. Va.), que había expresado sus reservas sobre el proyecto, se unió a los republicanos para rechazarlo.
La WHPA revisada, dijo Manchin en su momento, va mucho más allá de los límites de Roe vs Wade.
«Vamos a votar una ley por la que no votaré hoy», dijo Manchin a los periodistas.
«Votaría a favor de una codificación de Roe vs Wade si fuera hoy, tenía esperanzas en ello», explicó Manchin. «Pero me enteré ayer en el caucus que no iba a ser así».
Manchin es uno de los dos únicos demócratas del Senado que han expresado algunas opiniones provida. El otro, el senador Bob Casey (D-Pa.), acabó votando a favor del proyecto de ley.
Los republicanos moderados también expresaron su oposición al proyecto de ley en su momento.
En un discurso sobre el proyecto de ley en marzo, la senadora Lisa Murkowski (R-Alaska), que votó a favor, dijo que, aunque apoya que se permitan algunos abortos, la WHPA «va demasiado lejos».
«Sustituiría ampliamente las leyes estatales e infringiría las libertades religiosas de los estadounidenses», dijo Murkowski.
Por lo tanto, parece poco probable que el proyecto de ley obtenga el apoyo que necesita para ser aprobado en el Senado, ya que los republicanos se han opuesto firmemente a la legislación.
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