Un juez aprobó el jueves una orden de registro policial del iPhone de Alec Baldwin luego de que matara a tiros a la directora de fotografía Halyna Hutchins el 21 de octubre en el set de filmación de «Rust» en Nuevo México.
«La declarante está solicitando una orden judicial para la incautación y registro del teléfono celular de Alec Baldwin para buscar cualquier evidencia relacionada con la investigación de la muerte de Halyna Hutchins», dijo la detective de la oficina del alguacil Alexandria Hancock en la orden judicial (pdf), aprobada por un tribunal de Santa Fe.
“La declarante cree que podría haber evidencia en el teléfono, debido a que las personas usan teléfonos celulares durante y/o después de cometer el delito(s). Dicha información, si existe, podría ser material y relevante para esta investigación. La Declarante también tuvo conocimiento que se enviaron y recibieron varios correos electrónicos y mensajes de texto relacionados con la producción de la película ‘Rust’ durante las entrevistas”.
La declarante, una mujer, actualmente se desempeña como detective de delitos violentos en la División de Investigación Criminal del Departamento del Sheriff del Condado de Santa Fe, y ha tenido cuatro años de experiencia en el cumplimiento de la ley, según la orden.
Hutchins, de 42 años, fue trasladada en avión a un hospital luego del disparo y murió por una herida de bala en el pecho. El director de “Rust”, Joel Souza, de 48 años, recibió atención de emergencia en un hospital separado por su herida de bala en el hombro.
Baldwin, de 63 años, dijo que le dijeron que la pistola antigua que le dieron para el ensayo de la escena el 21 de octubre no estaba cargada. En una entrevista con George Stephanopoulos de ABC que se transmitió el 2 de diciembre, Baldwin, productor de la película, dijo que no apretó el gatillo del arma cuando se disparó.
«No apreté el gatillo», le dijo a Stephanopoulos. “Nunca apuntaría con un arma a nadie y apretaría el gatillo. Nunca».
Cuando se le preguntó cómo apareció munición real en el set, respondió: “No tengo ni idea. Alguien puso una bala real en un arma, una bala que ni siquiera se suponía que debía estar en la propiedad».
«Alguien es responsable de lo que pasó, y no puedo decir quién es, pero no soy yo», dijo.
Tanto Baldwin como su esposa, Hilaria Baldwin, eliminaron sus cuentas de Twitter días después de la entrevista de ABC. Todavía parecen estar activos en Instagram.
La aprobación de la orden de registro se da una semana después de que Baldwin fuese visto en público por primera vez: fue el maestro de ceremonias en la Gala Ripple of Hope 2021 del Centro Robert F. Kennedy para los Derechos Humanos en la ciudad de Nueva York.
Desde el tiroteo mortal, Baldwin ha sido demandado por un supervisor de guión y un miembro del equipo en dos demandas por separado.
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