Legisladores republicanos del Subcomité de la Cámara de Representantes para la Crisis del Coronavirus, enviaron cartas a los gobernadores de cinco estados que ordenaron que los asilos reciban a pacientes de COVID-19 a pesar de las pautas federales sobre la pandemia que indican lo contrario.
Las cartas, firmadas por cinco republicanos del comité de coronavirus, fueron enviadas el 15 de junio a los gobernadores de Nueva York, Michigan, California, Nueva Jersey y Pennsylvania. La carta exige registros sobre el número de casos de COVID-19 y muertes en asilos, órdenes ejecutivas de pandemia y directivas sobre asilos, y otros documentos y comunicaciones relevantes.
«La actual pandemia de COVID-19 ha afectado de manera desproporcionada a los ancianos, especialmente a los que viven en asilos y otras instalaciones de cuidados a largo plazo», dicen las cartas. «Escribimos en busca de información, a nivel detallado, sobre la ciencia y la información utilizada para informar su decisión de ordenar a los asilos y centros de cuidados a largo plazo que admitan a los pacientes COVID-19 no testeados y contagiosos de los hospitales».
El gobernador de Nueva York, Andrew Cuomo, emitió una orden ejecutiva el 25 de marzo que prohíbe a las residencias de ancianos negarse a la admisión de los pacientes solo por haber sido infectados con el virus del PCCh (Partido Comunista Chino), también conocido como coronavirus. Cuomo emitió una orden ejecutiva complementaria el 11 de mayo que bloquea a los hospitales del envío de pacientes infectados a asilos de ancianos, pero continuó la orden contra la negación de la admisión de residentes a los asilos de ancianos basada en los resultados de las pruebas.
La gobernadora de Michigan, Gretchen Whitmer, emitió una orden similar el 15 de abril. Los departamentos estatales de salud de California, Nueva Jersey y Pensilvania emitieron orientaciones y directivas similares a mediados y finales de marzo. Los cinco gobernadores son demócratas.
«Estos cobardes políticos enviaron este mismo documento partidario a varios otros estados –todos los cuales tienen gobernadores demócratas– aparentemente buscando algún tipo de impulso para el año electoral y desviar la atención de la investigación del comité de supervisión hacia la respuesta federal a la pandemia», dijo Rich Azzopardi, asesor principal de Cuomo, en un comunicado enviado por correo electrónico a The Epoch Times.
Azzopardi señaló que la actual ley del Estado de Nueva York prohíbe que los asilos de ancianos acepten pacientes a los que no pueden proporcionar una atención adecuada. La ley del estado es similar a las pautas federales publicadas (pdf) el 13 de marzo, que aconsejaban que las residencias de ancianos solo acepten a pacientes con infecciones reales o supuestas del virus del PCCh si son capaces de seguir las pautas de cuarentena de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC). La misma pauta federal pidió a los asilos de ancianos que restrinjan todas las visitas no esenciales, entre otras medidas, para proteger a los estadounidenses de edad avanzada, que enfrentan el mayor riesgo, de un resultado fatal en caso de una infección.
Las oficinas de los gobernadores de los otros cuatro estados no respondieron a las solicitudes de comentarios.
Unos 6360 residentes de asilos de ancianos en Nueva York murieron a causa del virus del PCCh, más de un cuarto del total de muertes por la pandemia en el estado, según la carta (pdf) enviada a Cuomo. Más de 15,500 pacientes de hogares de ancianos murieron a causa del virus en California, Nueva Jersey, Pensilvania y Michigan.
«Lo peor que se puede hacer es introducir a sabiendas el coronavirus en las poblaciones más vulnerables, y sin embargo eso es exactamente lo que hicieron varios estados al ordenar que los hogares de ancianos acepten a los pacientes infectados», dijo el miembro del subcomité Jackie Walorski (R-Ind.). «Estas políticas equivocadas merecen un examen minucioso, y los líderes que las pusieron en práctica tienen muchas preguntas difíciles de responder».
Nueva Jersey sufrió el mayor número de muertes en asilos de ancianos de la nación, con 6432 personas muertas, lo que representa el 10% de toda la población de asilos de ancianos del estado. Florida, que prohibió los traslados de COVID-19 a los asilos de ancianos, perdió solo el 1% de su considerable población en los asilos, según ProPublica.
Michigan y Pensilvania perdieron el 3 % de su población de asilos de ancianos por el virus. California, que cambió rápidamente de rumbo tras adoptar pautas similares a las de Nueva York, perdió un 1% de todos los residentes de hogares de ancianos, según las cartas del comité.
Zachary Stieber contribuyó a este informe.
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