Las personas señaladas como proveedores de desinformación dicen que los nuevos documentos que muestran la coordinación entre las grandes empresas tecnológicas y la administración del presidente Joe Biden son un paso importante para combatir la colusión.
«Como uno de los integrantes de la Docena de la desinformación, estoy encantado de ver que tanto Eric Schmitt, de Misuri, como Jeffrey Landry, de Luisiana, han tenido la valentía de adoptar una postura contra la censura masiva y bien orquestada que ha intentado silenciarme a mí, a mis colegas y, francamente, a cientos de otras personas. Ya era hora», dijo la doctora Christiane Northrup, ginecóloga y obstetra, a The Epoch Times en un mensaje de texto.
Schmitt y Landry, ambos fiscales generales republicanos, presentaron una demanda contra la administración por presuntas violaciones de la Primera Enmienda al presionar a las empresas de redes sociales para que censuren a los usuarios. Los documentos llegaron como resultado del descubrimiento de pruebas en el caso.
En 2021, una organización sin ánimo de lucro llamada Center for Countering Digital Hate afirmó que solo 12 personas —descritas como la «docena de la desinformación»— eran responsables de la mayor parte del contenido «antivacunas» en las redes sociales.
La Casa Blanca tomó el informe y lo utilizó para presionar a las grandes empresas tecnológicas para que suprimieran la presunta información errónea y la desinformación.
La entonces secretaria de prensa de la Casa Blanca, Jen Psaki, dijo a los periodistas el 16 de julio de 2021 que la administración estaba en contacto regular con las plataformas de las redes sociales y que se centraba en conseguir que aumentaran el cumplimiento de las normas.
«Hemos recomendado—propuesto que creen una estrategia de aplicación robusta que una sus características y proporcione transparencia sobre las reglas», dijo. «Hay unas 12 personas que producen el 65% de la desinformación antivacunas en las plataformas de redes sociales. Todos ellos permanecen activos en Facebook, a pesar de que algunos han sido suspendidos de otras plataformas, incluida Facebook, de las que Facebook es propietaria».
Entre bastidores, Facebook respondió a la presión, según muestran los nuevos documentos.
Un funcionario de Facebook, cuyo nombre fue tachado, dijo a los funcionarios de la Casa Blanca en un correo electrónico del 23 de julio de 2021, después de una reunión entre Facebook y la Casa Blanca, que «hablamos de la velocidad a la que todos estamos teniendo que iterar a medida que avanza la pandemia».
«Quería asegurarme de que vieran los pasos que dimos la semana pasada para ajustar las políticas sobre lo que estamos eliminando con respecto a la desinformación, así como los pasos tomados para abordar aún más la ‘docena de la desinformación’: eliminamos 17 páginas, grupos y cuentas de Instagram adicionales vinculados a la docena de desinformación (por lo que un total de 39 perfiles, páginas, grupos y cuentas de IG eliminados hasta ahora, lo que resulta en que cada miembro de la docena de la desinformación ha tenido al menos una entidad de este tipo eliminada)», escribió el empleado de Facebook.
«También seguimos haciendo que otras 4 páginas y perfiles, que aún no han alcanzado los umbrales de eliminación, sean más difíciles de encontrar en nuestra plataforma. También hemos ampliado el grupo de afirmaciones falsas que eliminamos, para estar al día con las recientes tendencias de información errónea que estamos viendo», añadió el trabajador.
Los documentos también mostraron que más de 50 funcionarios de la administración y 12 agencias estaban involucrados en el esfuerzo de censura, presionando regularmente a Facebook, Twitter y Google para que tomaran medidas.
«Asombrado»
Robert F. Kennedy Jr., presidente de Children’s Health Defense (CHD) y otra persona incluida en la «docena de la desinformación», dijo que los documentos lo sorprendieron.
«Me asombra que cualquier demócrata electo esté tan alejado de la historia y los valores de nuestra nación como para considerar aceptable que un presidente presione a los editores para que censuren a sus críticos», dijo Kennedy a The Epoch Times en una declaración enviada por correo electrónico.
«Es sorprendente que un presidente de EE. UU. involucre al FBI y a la Seguridad Nacional en los esfuerzos por sofocar la disidencia. ¿Nadie en la Casa Blanca ha leído a Thomas Paine, Orwell, Huxley, Heinlein, Arthur Koestler, Hannah Arendt o Solzhenitsyn? ¿Cuáles creen que fueron las lecciones que se supone que aprendimos del Watergate? ¿Del macartismo? ¿De Vietnam?», añadió. «Los fundadores colocaron el derecho a la libertad de expresión en la Primera Enmienda precisamente para garantizar a los estadounidenses nuestro sagrado derecho a criticar a nuestro gobierno. La Primera Enmienda no está ahí para salvaguardar el discurso popular o el discurso aprobado por el gobierno. Los autores querían proteger específicamente el discurso que el gobierno considera inconveniente o incluso detestable. Y no incluyeron ninguna excepción por pandemia en la Constitución».
Kevin Jenkins, copresidente de la Fundación Zelenko para la Libertad, también celebró la publicación de los documentos.
«¡La verdad sale a la luz cada día! Esta importante demanda nos da voz mientras seguimos luchando por el alma del país. Cuando me incluyeron en la lista de los 12 desinformadores, me recordó un oscuro periodo histórico en el que grandes hombres y mujeres de su tiempo fueron atacados y difamados por el mismo gobierno que está intentando censurar que difundamos la verdad como un mantra», dijo Jenkins a The Epoch Times en un mensaje.
¡Estamos convirtiendo su narrativa de desinformación en un movimiento de la verdad!», añadió.
Facebook, Google, Twitter y la Casa Blanca no han respondido a las solicitudes de comentarios.
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