El presidente de la Judicatura del Senado, Lindsey Graham (R-S.C.), les dijo a los periodistas el domingo que cree que el FBI trató de darle a la excandidata presidencial, Hillary Clinton, una ventaja sobre el entonces candidato, Donald Trump, antes de que pudiera solicitar una orden FISA contra las personas que trabajaban para el actual presidente de EE.UU.
«El FBI hizo lo correcto al informar a Clinton y no hizo lo correcto al no informar específicamente al presidente Trump sobre sus preocupaciones», dijo Graham en un comunicado el domingo. Señaló que la agencia federal de aplicación de la ley desclasificó documentos en los últimos días que demostraban un «claro doble rasero» para beneficiar a Clinton y perjudicar a Trump.
Los documentos desclasificados, dijo su oficina, mostraban que el liderazgo del FBI en 2015 «trató de darle a la campaña de Clinton un informe defensivo, antes de que una oficina de campo del FBI pudiera perseguir una orden FISA relacionada con una amenaza planteada a la campaña de Clinton por un gobierno extranjero».
Pero un año después, cuando hubo una amenaza similar para la campaña de Trump, el FBI no le proporcionó un informe defensivo y en su lugar abrió la ahora muy ridiculizada investigación Crossfire Hurricane para conseguir las órdenes FISA, o Foreign Intelligence Surveillance Act, (órdenes de la ley de vigilancia de inteligencia extranjera) contra Trump.
“En lo que respecta a la campaña de Trump, se abrieron cuatro investigaciones de contrainteligencia contra los asociados de la campaña de Trump. Ni una sola vez se entregó un informe defensivo al presidente Trump sobre las preocupaciones del FBI», comentó Graham. “Aún más atroz, cuando el FBI dio un informe genérico a la campaña de Trump sobre la influencia extranjera, no solo no mencionaron las preocupaciones específicas sobre los asociados de Trump, sino que enviaron a un agente del FBI a la sesión informativa para monitorear al presidente Trump y al general [Michael] Flynn».
Graham señaló en una entrevista en vídeo, en Fox News Sunday, que los gobiernos extranjeros siempre intentarán interferir e influir en las elecciones estadounidenses.
Pero hubo «cuatro investigaciones de contrainteligencia abiertas por el FBI contra la campaña de Trump» en 2016, dijo. “Nunca le dijeron nada para que él pudiera arreglarlo… Nunca le dijeron a Trump ‘oh, por cierto, tienes un problema con Carter Page, tienes un problema con George Papadopoulos’. De hecho, no solo no le dijeron a Trump, sino que utilizaron un informe genérico para espiar a Trump».
Graham dijo que es necesario, en el futuro, que haya mejores salvaguardias para que los candidatos determinen si hay gobiernos extranjeros que intentan interferir con sus respectivas campañas.
De lo contrario, hay un «doble estándar» y un «sesgo político» en juego, dijo. “No puedo decirles lo inapropiado que es lo que le hicieron a Trump. Nunca le hablaron del problema, usaron el problema como una forma de espiarlo”, dijo.
El Centro Nacional de Seguridad y Contrainteligencia de Estados Unidos informó, en julio, que China, Rusia e Irán están intentando socavar las elecciones de 2020.
Sin embargo, la agencia puso especial énfasis en el Partido Comunista Chino (PCCh), diciendo que Beijing está intensificando sus esfuerzos para dar forma a la política estadounidense y está presionando a figuras políticas, mientras contrarresta las críticas al régimen antes de las elecciones de 2020. También dijo que China representa una amenaza más severa a la democracia estadounidense que Rusia o Irán.
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