Ecologistas plantean regresar a los confinamientos para conseguir los «objetivos climáticos», esto pese a las consecuencias observadas por expertos durante la pandemia de COVID-19 en la sociedad, como la salud mental de niños y adultos.
El objetivo a nivel global apunta a que antes del 2030 el mundo necesitarían reducir a la mitad las emisiones de efecto invernadero para limitar a 1.5°C el calentamiento de este siglo, según un informe del Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC).
El medio referente en el tema del ecologismo, Green Matters, sugirió con insistencia al inicio de este año que al igual que los confinamientos que se utilizaron como una «herramienta necesaria» para combatir la enfermedad de COVID-19, debería tomarse ese camino para reducir las emisiones de efecto invernadero.
¿Qué implicaría este planteamiento? Alguien podría pensar que esto significaría únicamente quedarse en casa, pero no, hay pedidos de ir más allá de eso.
En un artículo publicado por la economista italiana Mariana Mazzucato en el Consejo Empresarial Mundial para el Desarrollo Sostenible (WBCSD) durante la pandemia en 2020, ella sugirió que los gobiernos deberían hacer más para «abordar una emergencia climática». Las medidas adicionales que la economista sugirió en ese momento incluyen: limitar el uso de vehículos privados, prohibir el consumo de carne roja, acabar con la extracción de combustibles fósiles, así como «medidas extremas de ahorro de energía».
Sin embargo, Green Matters reconoce que buena parte de la población a nivel mundial se resistió a las medidas restrictivas para afrontar la pandemia. Durante la pandemia, miles de personas alrededor del mundo marcharon contra las restricciones que iban desde el uso de mascarillas obligatorio hasta pasaportes de vacunas contra COVID-19.
Según la revista científica Nature, en el punto más álgido de la pandemia por COVID-19 en 2020, se registró un descenso aproximado de emisiones de efecto invernadero de -6.5 % en EE. UU. y en Europa de 5.1 %.
No obstante, los datos duros de la revista científica no abordan las consecuencias de los confinamientos en la sociedad, que abarcan desde la destrucción de pequeñas empresas, la polarización de los ingresos hasta afectaciones que llegaron a ser mortales.
Los expertos señalaron que la falta de interacción entre los niños y sus maestros durante el confinamientos también provocó un aumento del abuso infantil en familias disfuncionales, el consumo o abuso de drogas entre adolescentes, un aumento de problemas de salud mental en adultos, además de intentos de suicidio.
En marzo de 2023, un estudio realizado por investigadores y publicado en The Lancet Psychiatry señalaron los preocupantes efectos en la salud mental de niños y jóvenes a nivel mundial, que incluyeron aumentos de ideación suicida, intentos de suicidio, autolesiones, indicando enfermedades mentales como la depresión, ansiedad y psicosis.
En junio, los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) publicaron un informe en el que revelaban que los homicidios y los suicidios aumentaron del 2019 al 2020 a un 37 % entre la población joven de EE. UU., es decir de 10 a 24 años, durante la pandemia.
Con información de Eva Fu y Samantha Flom.
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