El FBI presuntamente le pagó a un editor de publicaciones sobre supremacistas blancos más de 144,000 dólares durante más de 16 años para que actuara como informante confidencial, según documentos recientes en un caso de extremismo nacional en marcha.
Estas acusaciones fueron hechas a inicios de este mes por Kaleb Cole, un miembro acusado del grupo supremacista blanco Atomwaffen. Cole fue arrestado en febrero de 2020 por presuntamente participar en una campaña de intimidación de Atomwaffen contra el pueblo judío y los periodistas de color.
El 13 de agosto, Cole presentó una moción para eliminar la evidencia incautada durante el registro del FBI en su casa de Texas. Según Cole, el FBI no reveló los sórdidos antecedentes de uno de sus informantes confidenciales en la solicitud de la oficina de una orden de registro.
“El CI [informante confidencial] es un criminal convicto y actualmente posee y opera una compañía editorial que distribuye escritos de supremacistas blancos”, dijo Cole en su interposición del 13 de agosto.
“El CI comenzó su larga carrera como informante profesional a cambio de una consideración con respecto a su sentencia en una condena federal por posesión de un arma de fuego con un número de serie borrado y un silenciador no registrado”, dijo Cole. «Él ha continuado este trabajo a cambio de una remuneración».
Según Cole, el FBI le ha pagado a este supremacista blanco más de 144,000 dólares—incluyendo más de 82,000 dólares por su trabajo en este caso.
Los abogados de Cole argumentaron que las omisiones del FBI infringen los requisitos para que las fuerzas de seguridad revele si sus informantes tienen motivos financieros u otros motivos ocultos para proporcionar información.
“El hecho de que no se incluyera la información sobre los incentivos del CI se hace más atroz por el hecho de que la solicitud de orden judicial incriminó al Sr. Cole basándose casi exclusivamente en las supuestas observaciones del CI”, decía la moción de Cole.
El Departamento de Justicia admitió en los documentos presentados la semana pasada que el FBI no reveló información acerca de los antecedentes penales del informante confidencial—aunque los fiscales dijeron que la orden de registro utilizada contra Cole se obtuvo legalmente.
“Aunque la defensa tiene razón en que cierta información posible de impugnación sobre el informante no se incluyó en la declaración jurada, esa omisión no es fatal”, dijo el DOJ. «La información omitida se limitó al hecho de que el informante fue bien compensado por el FBI durante un período de 16 años y fue condenado por un delito con armas de fuego hace más de 15 años».
Según los fiscales, el FBI no incluyó esta información porque los agentes creyeron de buena fe que la causa probable no dependía de la credibilidad del informante.
Además, el FBI no creía que incluir los antecedentes penales del informante hubiera cambiado la decisión del juez de emitir una orden para registrar la casa de Cole, dijeron los fiscales. De hecho, el Departamento de Justicia argumentó que el uso del informante por parte del FBI durante más de 16 años indica que el FBI siempre consideró que el informante era confiable.
«Y es inverosímil indicar que una sola condena por armas de fuego de 15 años hubiera hecho que el juez de primera instancia se negara a firmar la orden», concluyó el Departamento de Justicia. “Y finalmente, como se detalla en la declaración jurada, los agentes pudieron corroborar la información que el informante había transmitido sobre el complot”.
La respuesta del Departamento de Justicia no respondió el argumento de Cole de que el informante del FBI es un editor supremacista blanco.
Cuando fue contactado por The Epoch Times, un portavoz del Departamento de Justicia dijo: «Nuestras declaraciones en este caso hablan por sí mismas y no tenemos ningún comentario adicional que agregar en este momento». El abogado de Cole se negó a comentar al respecto, mientras que la oficina del FBI en Houston remitió las preguntas hacia la oficina de prensa nacional, la cual no respondió.
El caso de Cole está previsto para un juicio con jurado el 27 de septiembre.
Las declaraciones sobre el informante de Atomwaffen continúan a las revelaciones sobre el importante papel que jugaron los informantes del FBI en el fallido complot para secuestrar a la gobernadora de Michigan, Gretchen Whitmer. Una investigación de Buzzfeed News el mes pasado encontró que el FBI usó al menos a 12 informantes involucrados en el secuestro—lo que sugiere que el plan no habría comenzado en primer lugar sin el FBI.
“Trabajando en secreto, ellos [los informantes] hicieron más que observar pasivamente e informar sobre las acciones de los sospechosos. Por el contrario, participaron en casi todos los aspectos de la presunta trama, desde su inicio”, informó Buzzfeed. «El alcance de su participación plantea dudas sobre si habría habido una conspiración sin ellos».
También se han planteado preguntas sobre el papel que pudieron haber desempeñado los informantes del FBI en los disturbios del 6 de enero en el Capitolio.
«Lo que sería impactante y extraño no es si el FBI hubiera incluido informantes y otros infiltrados en los grupos que planificaron los disturbios del Capitolio del 6 de enero», comentó el periodista Glenn Greenwald, quien ha estado documentando extensamente varias actividades cuestionables del aparato de seguridad nacional, en un reciente artículo de opinión. «Lo que sería impactante y extraño—raro e inexplicable—es que el FBI no tuviera a esos grupos bajo un estricto control».
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