Estados Unidos mantendrá una orden de la era Trump que prohíbe a los inversores estadounidenses financiar a las empresas chinas vinculadas al ejército, anunció el 9 de noviembre el presidente Joe Biden.
«La RPC [República Popular China] está aprovechándose cada vez más del capital de Estados Unidos para dotar de recursos y permitir el desarrollo y la modernización de sus aparatos militares, de inteligencia y otros aparatos de seguridad, lo que sigue permitiendo a la RPC amenazar directamente al territorio estadounidense y a las fuerzas estadounidenses en el extranjero», escribió Biden en una carta dirigida a la presidenta de la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi, el martes.
La orden ejecutiva que el entonces presidente Donald Trump emitió en diciembre bloqueaba a los inversores, incluidas las empresas de inversión y los fondos de pensiones estadounidenses, la compra de acciones de entidades chinas que el Departamento de Defensa consideraba que eran «propiedad o estaban controladas por» los militares chinos.
En junio, Biden amplió el alcance de las restricciones, encargando en su lugar al Departamento del Tesoro que seleccionara las entidades contempladas y actualizara de forma continua una lista negra que actualmente abarca 59 empresas chinas.
Entre las que están sometidas a la prohibición comercial figuran los proveedores de redes de telecomunicaciones Huawei y ZTE, y el fabricante estatal de videovigilancia Hikvision. Las tres empresas han sido objeto de escrutinio por su contribución al amplio aparato de vigilancia de Beijing dirigido a las minorías étnicas de Xinjiang, así como por sus vínculos con el ejército chino. La lista negra también incluye al principal fabricante de semiconductores de China, Semiconductor Manufacturing International Corp. (SMIC) y la petrolera nacional CNOOC.
En el marco de la estrategia nacional conocida como «fusión civil-militar», Beijing ha estado aprovechando las innovaciones tecnológicas del sector privado para avanzar en sus capacidades de defensa.
Tras los recientes reportes sobre la prueba de un arma hipersónica por parte de China, 17 legisladores republicanos escribieron a la secretaria de Comercio, Gina Raimondo, por la preocupación de que el régimen pueda haber cooptado tecnologías desarrolladas por Estados Unidos para crear el sistema de armas.
“La política china de fusión militar-civil está conduciendo a la inclusión de nuevas tecnologías para su ejército”, dijo el representante Mike Waltz (R-Fla.), uno de los firmantes de la carta a The Epoch Times.
La innovación relacionada con la resistencia al calor, la navegación de precisión y la inteligencia artificial son algunas de las tecnologías occidentales críticas que están en riesgo de caer en manos del régimen, dijo Waltz.
Biden dijo que el complejo militar-industrial de China y el uso de la tecnología de vigilancia china para facilitar la represión «siguen constituyendo amenazas inusuales y extraordinarias» para la seguridad nacional, la política exterior y la economía de Estados Unidos.
La nueva lista de Biden de junio añadió unas 10 empresas que cotizan en bolsa, pero eliminó otros nombres importantes, como Commercial Aircraft Corp of China (COMAC), que encabeza los esfuerzos para competir con Boeing Co y Airbus, y dos que impugnaron la prohibición en los tribunales: Gowin Semiconductor Corp y Luokung Technology Corp.
Con información de Reuters.
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