El Departamento de Estado dijo que está de acuerdo con la Asociación Femenina de Tenis en enfrentarse a Beijing por Peng Shuai, la mejor tenista de China que desapareció durante semanas después de denunciar públicamente a un alto funcionario chino retirado por agredirla sexualmente.
El 1 de diciembre, la WTA decidió suspender indefinidamente todos los partidos en China continental y en Hong Kong por su preocupación por Peng, convirtiéndose en el primer organismo deportivo que desafía al régimen comunista chino en materia de derechos humanos. Siendo China el mayor mercado de la WTA, la suspensión podría costar a la organización cientos de millones en transmisiones y patrocinios.
«Elogiamos a la WTA por su decisión de principios», dijo un portavoz del Departamento de Estado a The Epoch Times.
«Las empresas de EE. UU. que trabajan en la RPC ayudan a dar forma a la relación entre EE. UU. y China, y creemos que es importante que mantengan la capacidad de pronunciarse en apoyo de los derechos humanos, incluido el derecho a la libertad de expresión», dijo el portavoz.
Ni Zhang Gaoli, el exviceprimer ministro acusado por Peng, ni otros funcionarios chinos han hecho declaraciones públicas sobre dichas denuncias de agresión sexual.
Peng no fue vista durante casi tres semanas después de que detallara su acusación en un posteo rápidamente borrado en su cuenta de redes sociales verificada. Tras una protesta global en el mundo del tenis, Peng apareció en una serie de videos publicados por la prensa estatal china y más tarde en una videollamada con el Comité Olímpico Internacional, tras la cual el COI citó a Peng diciendo que estaba «segura y bien».
CGTN, una emisora estatal china en inglés, también atribuyó a Peng una captura de pantalla de un correo electrónico en la que desmentía sus afirmaciones y decía que «todo está bien».
«Estamos siguiendo de cerca la situación que rodea a Peng Shuai. No hemos visto ni oído nada que disipe nuestra preocupación por su bienestar», dijo el portavoz del Departamento de Estado.
El portavoz añadió que Estados Unidos continuará apoyando los planes para buscar responsabilidades por las agresiones sexuales y para defender la libertad de expresión, «especialmente a la luz de la tolerancia cero del gobierno de la República Popular China hacia las críticas y el historial de silenciar a los que hablan».
No está claro si otras grandes ligas deportivas seguirán el ejemplo de la WTA y renunciarán a su parte de beneficios en China.
En una declaración emitida un día después del anuncio de la WTA, la Asociación de Profesionales del Tenis dijo que sigue teniendo serias preocupaciones sobre la situación de Peng e instó a «una línea de comunicación directa abierta entre la jugadora y la WTA», pero dejó claro que no cancelaría eventos.
«Sabemos que el deporte puede tener una influencia positiva en la sociedad y, en general, creemos que tener una presencia global nos da la mejor oportunidad de crear oportunidades y tener un impacto», dijo el presidente de la ATP, Andrea Gaudenzi.
El COI, que ha descrito sus planes como una campaña de «diplomacia silenciosa», dijo el 2 de diciembre que había mantenido una segunda llamada con Peng. El COI dijo que había «ofrecido un amplio apoyo» a Peng y concertó una reunión personal en enero.
«Hay diferentes maneras de lograr su bienestar y seguridad», decía la declaración, añadiendo que han «adoptado un enfoque muy humano y centrado en la persona para su situación».
La declaración no mencionaba directamente las denuncias de agresión sexual de Peng y solo las describía como una «situación difícil en la que se encuentra». El COI tampoco difundió un video o una transcripción de la llamada ni dio detalles sobre cómo se realizó.
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