La representante comercial de Estados Unidos, Katherine Tai, dijo que es necesario actualizar las leyes comerciales de Estados Unidos para reforzar los aranceles antidumping y antisubvenciones. Dicha actualización haría frente al exceso de capacidad de fabricación de acero de China y a la exportación facilitada por inversiones subvencionadas en el sudeste asiático.
«Sabemos cómo las herramientas que tenemos pueden ser efectivas y sabemos dónde pueden tener limitaciones», dijo el martes Tai a los ejecutivos de la industria siderúrgica estadounidense. Agregó que quería crear un nuevo campo de juego nivelado.
Cuando se le preguntó si tales herramientas podrían usarse para lidiar con el subsidio de China a plantas en otros países que buscan facilitar la compra de productos chinos a través de su Iniciativa La Franja y la Ruta, que actualmente no está sujeta a aranceles punitivos de Estados Unidos, Tai respondió: «Sí».
«Necesitamos estar preparados para implementar todas las herramientas y explorar el desarrollo de nuevas, incluso mediante la colaboración con otras economías y países».
Las declaraciones se produjeron dos días después de que Estados Unidos y la Unión Europea (UE) llegaran a un acuerdo para resolver la disputa relacionada con los aranceles sobre el acero y el aluminio de la UE, lo que permitió que algunas importaciones europeas libres de aranceles ingresaran a Estados Unidos.
A cambio, la UE eliminó sus aranceles de represalia sobre productos estadounidenses como el whisky, las motocicletas, el bourbon, la mantequilla de maní y los jeans.
Tai dijo que el acuerdo también abordaba el exceso de capacidad mundial de China y evitaba de mejor manera que su acero y aluminio se filtraran al mercado estadounidense. El presidente Joe Biden llamó «acero sucio» al acero procedente del país asiático.
China, el mayor impulsor del exceso de capacidad de producción en todo el mundo, acapara casi el 60 por ciento de la producción mundial de acero, según el discurso de apertura de Tai publicado oficialmente el martes. Sin embargo, la afluencia de acero barato en el sistema comercial mundial está reduciendo las ganancias de los demás.
“[China] ha invertido miles de millones de dólares en su industria del acero, dañando los intereses de los trabajadores en Estados Unidos y del resto del mundo”, dijo. «Todos sabemos que esto no es sostenible».
Sin embargo, la brecha entre la capacidad mundial de producción de acero y la demanda, que ahora es de casi 600 millones de toneladas, seguirá creciendo, dijo Tai.
«De cara al futuro, Estados Unidos y la UE analizarán el volumen de las importaciones de acero y aluminio procedentes de la UE cada año, compartirán información y las mejores prácticas en materia de remedios comerciales y se asegurarán de que los productos, procedentes de economías que no son de mercado, no se beneficien del acuerdo».
El presidente Joe Biden dijo en una conferencia de prensa el 31 de octubre en Roma, que el acuerdo entre la UE y Estados Unidos haría frente al acero chino que está «golpeando» los empleos, la industria y el medio ambiente estadounidense.
Con información de Reuters.
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