EE.UU. redoblará sus esfuerzos para contrarrestar a China tras lo ocurrido en Afganistán, según expertos

Por Cathy He y Frank Fang
23 de agosto de 2021 2:07 PM Actualizado: 23 de agosto de 2021 2:08 PM

Análisis de noticias

Es probable que Estados Unidos intensifique sus esfuerzos para reforzar las alianzas destinadas a contrarrestar al régimen chino, a raíz de las críticas sobre la forma en que Washington gestionó su retirada de Afganistán, según los expertos.

La retirada de Estados Unidos de Afganistán pretendía alinearse con los esfuerzos de la Administración Biden para cambiar su enfoque hacia Asia, donde el comunista Beijing ha reforzado su influencia militar y económica en la última década. Pero la caótica retirada de Estados Unidos en medio de la rápida toma de poder del país por parte de los talibanes ha suscitado preocupaciones sobre la credibilidad de la administración en otras partes del mundo.

El régimen chino, que se ha apresurado a aprovechar la crisis, ha lanzado una ola de propaganda poniendo en duda la confiabilidad de Washington en la región asiática, sobre todo hacia Taiwán, la isla democrática autogobernada que Beijing reclama como propia y amenaza con invadir

El presidente Joe Biden dijo el 20 de agosto que no había visto «que se cuestione nuestra credibilidad por parte de nuestros aliados en todo el mundo”. Sus funcionarios, mientras tanto, se han ocupado de tranquilizar a los aliados sobre los compromisos globales de Estados Unidos.

«Nos han visto invertir en la OTAN. Nos han visto invertir en el Indo-Pacífico en formas que van más allá de lo que han hecho las administraciones anteriores», dijo el portavoz del Departamento de Estado, Ned Price, el 18 de agosto.

«Nos han visto apoyar a nuestros socios, ya sea Taiwán, Israel o cualquier otro país, cualquier otra entidad con la que tengamos una sólida asociación y un compromiso”, dijo.

La vicepresidenta Kamala Harris aterrizó el domingo en Singapur como parte de un viaje al Sudeste Asiático que también la llevará a Vietnam, en la visita de más alto perfil de la administración a la región. El viaje, anunciado el mes pasado, adquiere una mayor urgencia en vista de la situación en Afganistán, y pretende demostrar que Estados Unidos está en la región del Indo-Pacífico para «quedarse», dijo a Reuters un alto funcionario de la administración antes de la llegada de Harris a Singapur.

Reforzar las alianzas

Según los expertos, la intensa presión a la que se ha visto sometida la administración por la mal ejecutada retirada de Afganistán probablemente la impulsará a trabajar el doble para fortalecer las alianzas en su intento de hacer frente a la creciente agresión de Beijing en el Indo-Pacífico y otros lugares.

Biden dijo que la retirada permitirá a Estados Unidos concentrarse en prioridades más importantes, como hacer frente a China.

«A nuestros verdaderos competidores estratégicos —China y Rusia- les encantaría que Estados Unidos siguiera dedicando miles de millones de dólares, recursos y atención a estabilizar Afganistán indefinidamente», dijo Biden el 16 de agosto.

Dong Siqi, director general adjunto de Taiwan Think Tank, declaró a The Epoch Times que la administración «podrá centrarse más en la región del Indo-Pacífico, respondiendo a los diferentes retos que plantea China», y añadió que el mar de China Meridional era un área de especial preocupación.

El régimen comunista, que reclama casi la totalidad de las vías navegables en disputa a pesar de una sentencia judicial internacional de 2016 que rechaza esta demanda, se ha embarcado en una agresiva campaña para impulsar sus reclamaciones, que incluye la construcción de puestos militares y aeródromos en arrecifes e islas, y el envío de su milicia marítima para intimidar a los buques pesqueros de otros países.

Uno de los aliados de la región que podría ver una mejora en sus relaciones con Washington es Taiwán, según Shen Ming-shih, profesor asociado del Instituto de Posgrado de Asuntos Internacionales y Estudios Estratégicos de la Universidad de Tamkang, en Taiwán. La isla autogobernada ha sido objeto de un incremento en las amenazas militares y retóricas por parte de China en el último año.

«Es probable que Estados Unidos refuerce la cooperación en materia de seguridad con Taiwán como represalia contra China, y también es probable que considere la posibilidad de aumentar la asistencia en materia de defensa a Taiwán», dijo Shen a The Epoch Times en un correo electrónico.

Ian Easton, director senior del think tank Project 2049 Institute, con sede en Virginia, dijo que Estados Unidos aprenderá algunas duras lecciones de Afganistán.

«Sospecho que la conclusión final que va a sacar el gobierno de Biden es que no hay manera de que Estados Unidos de América pueda perder otro gobierno amigo», dijo Easton en una entrevista con NTD, medio asociado de The Epoch Times.

Aunque el caos de Afganistán puede haber sacudido a algunos aliados de Estados Unidos, la realidad es que la mayoría se enfrenta a pocas alternativas al apoyo de Washington, señaló James M. Dorsey, investigador principal de la Escuela de Estudios Internacionales S. Rajaratnam de la Universidad Tecnológica Nanyang de Singapur.

En Asia, aliados de Estados Unidos como Japón y Corea del Sur han mostrado una creciente preocupación por el comportamiento agresivo del régimen chino en el estrecho de Taiwán, el mar de China Oriental y el mar de China Meridional.

En los últimos meses, ambos países han hecho hincapié en su cooperación con Estados Unidos para hacer frente a las amenazas que plantea Beijing, sentimientos que se reflejan en el Diálogo Cuadrilateral de Seguridad o «Quad», una alianza informal entre Estados Unidos, Australia, India y Japón.

Dorsey ve una relación más cercana en el Quad después de Afganistán.

«Los indios probablemente cooperarán mucho más estrechamente con Estados Unidos, debido a las preocupaciones de seguridad que tienen tras lo ocurrido en Afganistán», declaró a The Epoch Times.

Beijing y los talibanes

Aunque los medios de comunicación estatales chinos y algunos analistas han presentado la salida de Estados Unidos de Afganistán como una ventaja para Beijing, el panorama sobre el terreno es más complicado, según Dorsey.

Por un lado, Beijing se alegra de que Estados Unidos abandone una zona que considera su patio trasero, dijo. Pero, por otro lado, la salida de Estados Unidos ha supuesto una creciente inestabilidad en Afganistán, un país que el régimen chino teme desde hace tiempo que pueda ser una base para que los militantes uigures lancen ataques a la región de Xinjiang.

Aunque los talibanes aseguraron el mes pasado a Beijing que “nunca permitirán que ninguna fuerza use el territorio afgano para participar en actos perjudiciales para China”, está por verse si el grupo cumplirá esta promesa. Incluso si los talibanes son sinceros, Dorsey señaló que todavía no está claro, en este momento, cuán firme es el control del grupo sobre todo el país para que se pueda ejecutar una orden de este tipo.

Otra preocupación es que la militancia se extienda al vecino Pakistán y a otros países de Asia Central, donde el régimen chino ha realizado grandes inversiones a través de su emblemático plan de inversión en infraestructuras de la Franja y la Ruta. «El temor es que no se pueda contener [la inestabilidad]», dijo Dorsey.

En general, no es probable que Beijing actúe precipitadamente para reconocer formalmente a los talibanes o buscar oportunidades económicas en el país. Según Dorsey, «habrá que esperar y ver, no solo por parte de China, sino también por parte de los demás vecinos de Afganistán».

El régimen chino ha manifestado su interés por los proyectos mineros y energéticos en Afganistán, pero no podrán ponerse en marcha sin estabilidad.

«Van a ser cautelosos», dijo Dorsey. «Porque no quieren poner dinero en un agujero negro o en una situación en la que el país no se estabilice».

Con información de Luo Ya.


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