Estados Unidos prohibirá la entrada a los ejecutivos chinos, oficiales de la Marina y otros que hayan estado involucrados en la agresión militar de Beijing en la región del Mar de China Meridional en disputa, anunció el 14 de enero el secretario de Estado Mike Pompeo.
Esta medida es la última de una serie de acciones realizadas en los últimos días del mandato del presidente Donald Trump, dirigidas a las transgresiones del Partido Comunista Chino (PCCh) en todo el mundo.
El Departamento de Estado impondrá restricciones de visado a las personas chinas involucradas en la militarización de los puestos de avanzada en el Mar de China Meridional, o en el «uso de la coerción [de Beijing] contra aquellos en el Sudeste Asiático que protestan, para inhibir el acceso a los recursos marítimos de éstos últimos» en la región, dijo Pompeo en un comunicado. Ejecutivos de empresas estatales chinas, funcionarios del PCCh y funcionarios de la Marina china son algunos de los que se verán afectados por las restricciones. Sus familiares inmediatos también pueden verse afectados.
El pasado mes de agosto se anunciaron restricciones similares para los visados, aunque el Departamento de Estado no especificó explícitamente que tanto funcionarios como ejecutivos chinos serían objeto de dichas restricciones.
«Beijing continúa enviando flotas pesqueras y buques de estudio de la energía, junto con escoltas militares, para operar en las aguas reclamadas por las naciones del Sudeste Asiático y para acosar el desarrollo de petróleo y gas del estado reclamante en áreas donde no ha logrado presentar una reclamación marítima coherente y legal», dijo Pompeo.
En julio de 2020, Estados Unidos rechazó formalmente las reclamaciones territoriales «ilegales» de Beijing en el Mar de China Meridional y condenó su «campaña de intimidación» en la región.
Beijing considera que la mayoría de las vías navegables que cubren el Mar de China Meridional son parte de su territorio, una reivindicación territorial que fue declarada ilegal en una decisión de 2016 de un tribunal internacional. Filipinas, Vietnam, Malasia, Brunéi y Taiwán se disputan la soberanía de varias vías fluviales. El Mar de China Meridional, que alberga ricos caladeros y recursos naturales potencialmente valiosos, es también una de las principales rutas marítimas del mundo.
En los últimos años, el régimen ha tratado de reforzar sus reivindicaciones sobre esta vía fluvial estratégica construyendo puestos militares en islas y arrecifes artificiales. Además, ha desplegado buques de la guardia costera y barcos pesqueros chinos para intimidar a los buques extranjeros, bloquear el acceso a las vías fluviales e incautar bancos y arrecifes.
El Departamento de Comercio también añadió hoy al gigante petrolero estatal Chinese National Overseas Oil Corporation (CNOON) a una lista negra económica, por su papel en la «campaña de coerción contra otros demandantes, que reclamaban unos 2.5 billones de dólares por recursos de petróleo y gas del Mar de China Meridional», según Pompeo.
«El Partido Comunista Chino ha utilizado a CNOOC y otras empresas estatales como armas para tratar de hacer cumplir la ilegal ‘línea de los nueve puntos’ de Beijing», dijo Pompeo, refiriéndose a los límites de la reivindicación territorial del PCCh.
«CNOOC utilizó su gigantesco equipo de reconocimiento HD-981 frente a las islas Paracelso en 2014 para intentar intimidar a Vietnam. El entonces jefe ejecutivo de CNOOC promocionó esa plataforma petrolífera como ‘territorio nacional móvil'», añadió.
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