El ayuno ha ganado mucha popularidad en los últimos años. Además de sus beneficios para perder peso, las investigaciones han encontrado que el ayuno también desempeña un papel en la prevención y tratamiento del cáncer.
En las dos historias inspiradoras que se presentan a continuación, un paciente con cáncer en etapa IV logró un éxito notable en la lucha contra el cáncer y lo eliminó mediante el ayuno, y un médico japonés que siguió una rutina de ayuno de 16 horas durante 13 años vive libre de cáncer.
Dos historias exitosas de ayuno intermitente
El Dr. Eric Berg, quiropráctico, reconocido conferencista especializado en temas de salud y personalidad de Internet, entrevistó a Guy Tenenbaum, paciente de cáncer, en su canal de YouTube. Tenenbaum había sido diagnosticado con cáncer de próstata en etapa IV, pero desde entonces su cáncer ha desaparecido. Antes de ser diagnosticado con cáncer, Tenenbaum ya padecía diabetes de tipo 2, hipertensión, colesterol alto, dolor de huesos y articulaciones, inflamación y pesaba unas 230 libras (104 kilogramos).
De acuerdo con la entrevista, en agosto de 2018, Tenenbaum acudió al hospital debido a un dolor en el lado izquierdo del pecho. Durante el examen, los médicos descubrieron un nivel significativamente elevado de antígeno prostático específico en su sangre, que que indicaba 57 nanogramos por mililitro de sangre (ng/ml), por lo que inmediatamente le fue realizada una biopsia.
Después de recibir los resultados de la biopsia, consultó a un urólogo y a un oncólogo. Lamentablemente, ambos médicos le dijeron que era demasiado tarde y que no podían hacer nada. El oncólogo incluso le dijo que las células cancerosas ya habían hecho metástasis en el esternón, lo que dejaba a Tenenbaum con una esperanza de vida estimada de tres meses.
Decidido a sobrevivir, Tenenbaum desafió el pronóstico de los médicos y optó por un enfoque alternativo, dedicando dieciocho horas al día investigando por su cuenta. Durante sus investigaciones, descubrió la teoría de la autofagia propuesta por el premio Nobel Yoshinori Ohsumi.
Ohsumi, biólogo celular japonés, descubrió que las células experimentan un proceso denominado autofagia durante el ayuno o la inanición, en el que se autoconsumen por falta de nutrientes y suministro energético, como respuesta a la presión de supervivencia temporal. Ohsumi recibió el Premio Nobel de Fisiología o Medicina por sus investigaciones sobre este fenómeno.
La autofagia es un proceso celular que ayuda a mantener la homeostasis mediante el reciclaje de moléculas y la eliminación de proteínas y orgánulos dañados. Tiene efecto preventivo en varias enfermedades y también desempeña un papel fundamental en el tratamiento del cáncer.
Mientras buscaba en Internet métodos naturales para combatir el cáncer, Tenenbaum se topó con la historia de un paciente con cáncer que, a causa de no comer durante más de 25 días, falleció por inanición, pero las células cancerosas de su cuerpo habían desaparecido. Esto le inspiró para embarcarse en su propio viaje de ayuno, perseverando durante un total de 45 días. Desde entonces, practica el ayuno intermitente.
Durante su periodo de ayuno, Tenenbaum se abstuvo de consumir los alimentos que comía habitualmente y limitó su ingesta de calorías. Sin embargo, hizo un esfuerzo consciente por complementar su dieta con nutrientes anticancerígenos. Incorporó el té verde y consumió varias especias como jengibre, cúrcuma y pimienta negra. También incluyó distintas formas de ajo, como ajo crudo, ajo negro, ajo en polvo y cápsulas de ajo. «No sé cuál fue el más efectivo», comenta.
Tomaba suplementos de proteínas para obtener energía e incluía en sus comidas verduras crucíferas como coliflor y coles de Bruselas, lechuga y espárragos. Se permitía comer un pequeño trozo de pollo una vez a la semana.
Médico japonés logró la remisión de cáncer con ayuno intermitente durante 13 años
Atsushi Aoki, reconocido internista japonés y director de una clínica de diabetes, a sus cuarenta años se observó una mancha blanca en la lengua mientras cepillaba sus dientes. Diez meses después, experimentó dolor al comer, lo que llevó a un diagnóstico de cáncer de lengua en etapa 1. Se sometió a intervención quirúrgica, en la cual removieron una cuarta parte del lado izquierdo de su lengua.
«No podía morir y dejar abandonados a mis hijos. Estaba decidido a sobrevivir sin importar lo que pasara». En aquel momento, Aoki tenía dos hijos pequeños que iban al jardín de niños, y su esposa estaba embarazada. Para prevenir la reaparición del cáncer y el desarrollo de otro tipo de cáncer, se dedicó a investigar a fondo sobre el tema. Después de realizar su investigación, ideó un método de ayuno de 16 horas para inducir la autofagia celular y eliminar las células cancerosas. Aoki ha continuado con el ayuno intermitente desde 2009, y desde entonces se ha mantenido sin evidencia de la enfermedad.
Muchas personas pueden tener dudas sobre si podrán soportar el hambre prolongada. Aoki explicó que la intensa sensación de hambre puede ser difícil de tolerar durante los primeros días. Sin embargo, disminuye paulatinamente al cabo de unos días y, una vez que se han acostumbrado, las personas pueden notar una mayor percepción sensorial y una mejor concentración.
Aoki sugirió incorporar tiempo de sueño al periodo de ayuno. Por ejemplo, se puede desayunar a las 9 de la mañana, saltarse la comida y cenar antes de las 5 de la tarde, así se asegura un periodo de ayuno de 16 horas desde la cena hasta el desayuno del día siguiente. Si el iniciar con 16 horas de ayuno le fuera muy difícil, puede empezar con un periodo de ayuno de 12 horas y extenderlo gradualmente a 16 horas, En caso de hambre durante el periodo de ayuno, es posible aliviarla consumiendo un refrigerio como frutos secos sin sal, verduras crudas, queso o yogur.
Estudios clínicos han mostrado que prolongar el tiempo del ayuno nocturno puede ayudar a reducir el riesgo de recurrencia del cáncer. Un estudio publicado en JAMA Oncology en 2016 reveló que entre 2413 mujeres que habían sido diagnosticadas de cáncer de mama, aquellas que ayunaban menos de 13 horas durante la noche tenían más probabilidades de experimentar recurrencia, un 36 por ciento más de riesgo en comparación con aquellas mujeres con una duración del ayuno superior a 13 horas.
La mayor duración del ayuno nocturno se asoció a niveles más bajos de hemoglobina glucosilada y a una mayor duración del sueño, factores ambos que contribuyen a reducir el riesgo de desarrollar cáncer.
Ayuno intermitente para pacientes con cáncer obesos
En agosto de 2021, la Sociedad Americana del Cáncer publicó una reseña en su revista CA: A Cancer Journal for Clinicians, sugiriendo que los pacientes obesos con cáncer o con sobrepeso pueden considerar el ayuno intermitente. Junto con el ayuno intermitente, se les aconseja realizar una actividad física regular y seguir una dieta saludable, que incluya el consumo abundante de verduras, frutas y granos integrales.
Estudios preliminares indican que el ayuno prolongado en ciertos pacientes con cáncer parece ser seguro y puede tener el poder de reducir los efectos secundarios relacionados con la quimioterapia y el crecimiento tumoral. Sin embargo, todavía no se conocen los mecanismos y las vías moleculares que sustentan el ayuno intermitente. El autor sugiere que se necesitan más ensayos para comprender plenamente los riesgos y beneficios del ayuno en pacientes con cáncer.
El consejo de un médico: El ayuno a largo plazo no es recomendable para los pacientes con cáncer frágiles
Aunque se han reportado éxitos, es importante considerar si el ayuno es adecuado para todas las personas como medida contra el cáncer. Los practicantes de medicina tradicional china (MTC) destacan las variaciones en la constitución individual, subrayando que el ayuno prolongado como estrategia contra el cáncer puede no ser recomendable para personas con condición física débil.
Durante una entrevista con The Epoch Times, el Dr. Teng Cheng-Liang, superintendente de la Clínica Médica Chi Teh de Taiwán, destacó los riesgos potenciales asociados al ayuno prolongado y la posibilidad de efectos adversos si no se aborda con precaución. Subrayó la importancia de que los pacientes tengan un cuerpo fuerte y bien nutrido para el ayuno prolongado como método anticanceroso. Por el contrario, desaconsejó el ayuno en pacientes con deficiencias nutricionales y debilidad física.
Teng explicó además que la diferencia entre las células cancerosas y las sanas radica en su constante necesidad de división y proliferación, que se traduce en una mayor demanda de nutrientes. Al controlar la ingesta de nutrientes se puede controlar el crecimiento de las células tumorales y, en algunos casos, incluso pueden morir de hambre.
Teng destacó que existen muchos enfoques diferentes para el tratamiento del cáncer, y subrayó la importancia de elegir un método que se ajuste a las necesidades específicas de cada paciente. Para las personas que necesitan alimentos ricos en calorías y nutrientes, optar por una dieta cetogénica como método para combatir el cáncer puede ser una opción adecuada.
Un estudio publicado en Nature en 2020 mostró que en las pacientes con cáncer de mama que reciben terapia estrogénica se puede mejorar la eficacia del tratamiento y retrasar el desarrollo de resistencia a los fármacos siguiendo una dieta cetogénica que imita el ayuno.
Rutinas efectivas de entrenamiento en casa
Aoki destacó los beneficios de integrar el ejercicio con el ayuno. La revista japonesa Shukan Josei publicó el régimen de entrenamiento en casa de Aoki, diseñado específicamente para activar la autofagia celular:
1. Elevación de los dedos de los pies
Este ejercicio se dirige específicamente a los músculos de la pantorrilla e involucra el movimiento del tobillo. Puede ayudar a prevenir caídas y mejorar la circulación sanguínea.
Pasos:
– Párese con los dedos de los pies apuntando hacia delante y ambos pies firmemente plantados en el suelo. Coloque las manos en la cintura y adelante un pie.
– Mantenga el talón en el suelo y levante suavemente los dedos de los pies, manteniendo la posición durante cinco segundos. Baje los dedos del pies y luego levante los dedos del otro pie, alternando entre los dos. Repita cada serie de cinco a diez veces.
2. Sentadillas de postura amplia
Este ejercicio trabaja músculos importantes como los isquiotibiales y los glúteos. Los músculos de los glúteos son esenciales para mantener una postura correcta y pueden prevenir eficazmente el dolor de espalda y la rigidez de hombros.
Pasos:
– Colóquese de pie con los pies separados y las manos en la cintura, permitiendo que los dedos de los pies queden ligeramente inclinados hacia fuera.
– Mantenga la vista al frente mientras baja gradualmente los glúteos. Inclinar la parte superior del cuerpo hacia delante puede añadir más resistencia a los músculos de los glúteos, aumentando la eficacia del ejercicio. Asegúrese de que sus rodillas no sobrepasen más allá de la punta de los pies. Realice entre cinco y diez repeticiones por serie.
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