El embajador de Australia en Estados Unidos, Arthur Sinodinos, dijo que los pedidos del gobierno para realizar una investigación internacional independiente a los orígenes y el manejo del virus del PCCh son «bastante sensatos».
«Esto no es un ejercicio de retribución, no es un ejercicio de venganza o lo que sea, esto se trata de obtener los hechos», dijo Sinodinos a Sky News el sábado.
Sinodinos, quien remplazó a Joe Hockey como embajador a principios de este año, dijo que entendía por qué el régimen chino está siendo defensivo sobre la posibilidad de una investigación a su manejo del virus del PCCh (Partido Comunista Chino), un nuevo coronavirus de China.
«Pero mi punto de vista es que tenemos mucho que aprender de esto, China tiene mucho que aprender de esto, todos tenemos mucho que aprender comparando con cómo hicimos las cosas en las primeras etapas averiguando qué pudo haberse hecho mejor», dijo.
Agregó que la pandemia es el «evento más grande probablemente en nuestras vidas».
Las autoridades chinas confirmaron la transmisión de humano a humano del COVID-19, la enfermedad causada por el virus del PCCh, el 20 de enero—semanas más tarde de que evidencia de tal transmisión había emergido; reportes de la revista médica The Lancet dicen que la evidencia de transmisión de humano a humano apareció a mediados de diciembre. Más de 5 millones de personas habían dejado Wuhan, algunos viajaron a otros países para el 20 de enero.
En una conferencia de prensa el viernes, el jefe médico (Chief Medical Officer) de Australia, Brendan Murphy, dijo que el gobierno australiano «no tenía en ese tiempo la opinión de que se nos estaba reteniendo información».
Agregando directamente a los comentarios de Murphy, Morrison dijo que las autoridades australianas «saben lo que ha pasado desde entonces y sabemos la devastación que el virus ha tenido en el resto del mundo».
El primer ministro dijo que es «igualmente importante» entender cómo pudo el virus convertirse en «una catástrofe tan global» para prevenir que tales pandemias vuelvan a ocurrir.
«Sabemos que comenzó en China. Sabemos que comenzó a Wuhan», dijo Morrison. Sin embargo, él dijo que hasta ahora Australia no tiene información que indicaría que el virus viene de un laboratorio.
«No se puede descartar nada en estos ambientes», agregó Morrison, diciendo que él cree que el escenario más probable fue que se originó en un mercado húmedo. «Pero eso es un asunto que tendría que ser evaluado en detalle. Esta es una de las razones por la cual es importante que simplemente tengamos una evaluación independiente, objetiva de cómo se originó y aprender las lecciones de cómo eso ocurrió».
Michael Shoebridge, director del programa de Estrategia y Políticas de Seguridad Nacional y Defensa, del Instituto de Estrategias Políticas Australiano, le contó al Epoch Times que las acciones de China son ansiedad «enmascaradas como fortaleza».
«Lo que está en juego es mucho para el gobierno chino, no solo internacionalmente sino en su nación, porque una investigación internacional creíble sobre la pandemia y los eventos y acciones al comienzo dentro de China, socavan la reescritura de la historia que hace Beijing tratando de decirnos que el partido es triunfante sobre el COVID», dijo.
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