Opinión
En la vida hay realidades dolorosas que no podemos evitar. La angustia de perder a un ser querido, el sufrimiento de un dolor crónico o la incertidumbre de perder un empleo son sólo algunas de ellas.
El único camino para superar estos retos es afrontarlos, contando con el amor y el apoyo de algún familiar o amigo cercano.
Pero hay muchos inconvenientes y frustraciones que soportamos sin darnos cuenta de que podemos elegir.
Vivimos como si esas cosas «simplemente nos sucedieran», pero en realidad cada día tomamos decisiones que refuerzan su aparición y exacerban sus efectos en nosotros.
La mayor parte del estrés que experimenté en mi vida, y quizá también usted en la suya, pertenece a esta categoría.
Puede que no sea fácil y que los resultados no sean instantáneos, pero nuestras elecciones marcan el impulso y la dirección que sigue nuestra vida, así como la carga de nuestro estrés diario.
Si el estrés le impide disfrutar de la vida, quizá le anime saber que un camino más tranquilo puede estar a su alcance.
Después de años de observación y ensayo, estos son los 10 consejos que más me ayudaron a reducir el estrés.
10 consejos para reducir el estrés (y elegir la calma)
Concéntrese en un solo objetivo
La vida está hecha para vivir un momento a la vez. Casi siempre podemos manejar el momento presente con facilidad. Es solo cuando intentamos llevar a cuestas el peso de nuestra tarea actual y de la siguiente, junto con la incertidumbre de un resultado futuro, la carga se vuelve estresante. No se agobie con todo eso. Enfóquese en lo que tiene ante usted.
Cambie sus expectativas
Gran parte de nuestro estrés se debe a que el mundo (o las personas) no son como queremos que sean. Pero pregúntese qué es más fácil: ¿conseguir que el mundo cambie o simplemente cambiar sus expectativas? Eso no significa que no se pueda trabajar por un futuro mejor, sólo acepte la realidad actual como punto de partida.
Acepte la incertidumbre inherente a la vida
Cuanto más se intenta controlar la vida, más nos damos cuenta de lo frágil que es ese control. No sabemos lo que nos depara el futuro y a menudo no podemos saber qué opción será mejor. En lugar de luchar contra esta realidad, acepte la incertidumbre como un ingrediente para la aventura. De vez en cuando tomará la decisión «equivocada». Así es la vida.
Construya una personalidad que no sea frágil como el cristal
¿Se ve a si mismo como un triunfador, quizá más inteligente y más exitoso que la persona «promedio»? ¡Tenga cuidado! Cuando construye su sentido de si mismo (percepción del conjunto de características que le definen) de esa manera, estará a la defensiva y temerá cualquier cosa que amenace esa identidad. Valórese por algo más intrínseco que sus logros.
Limítese estrictamente a conocer las opiniones de aquellos que le importan
Una carga que no necesitamos llevar es el peso de las expectativas de todo el mundo. No se puede complacer a todos ni dar lo mejor de uno mismo cada segundo del día. Una forma de luchar contra esto mientras trato de mantenerme humilde es limitando mi preocupación a las opiniones de aquellos que realmente me conocen.
No permita que su reserva de energía emocional se agote
Cuando estoy demasiado cansado, hambriento y no tuve tiempo de disfrutar de los placeres simples de la vida, soy mucho más propenso a estresarme por los retos cotidianos de la vida. Si mantengo mi reserva emocional llena y mis niveles de energía al máximo, mi tolerancia a la frustración es mucho mayor en todos los aspectos.
En cuanto aparezca la primera señal, deje de rumiar
Pensar y preocuparse excesivamente por cualquier asunto es un camino seguro hacia el estrés. A veces, el estrés lleva a la rumiación mental, pero para mí, con la misma frecuencia es al revés. Aunque no es fácil redirigir los pensamientos, es posible lograrlo con un esfuerzo constante. No se limite a decirse a sí mismo que deje de pensar en algo, distráigase con otra actividad que requiera toda su atención.
Tenga como prioridad el desarrollo de las áreas más importantes
La mayor parte de mi estrés se produce cuando me siento estancado durante largos periodos de tiempo. Para entonces, mi falta de progreso se mezcla con la culpa y la frustración por no haber retomado el camino antes. La solución es difícil pero simple: No deje pasar ni un solo día sin progresar en las áreas que más le importan. Cualquier progreso, por imperfecto o pequeño que sea, contribuirá considerablemente a evitar el estrés.
No se haga adicto a la comodidad
Otro factor estresante en la vida es el miedo a perder algo sin lo que no se imagina vivir. ¿Es adicto a la comodidad y a lo fácil? Entonces, por supuesto que se estresará por cualquier cosa que pueda alejarle de sus placeres. Una forma saludable de contrarrestar este efecto es haciendo cosas difíciles con regularidad para recordarse de lo que es capaz.
Permítase compartir sus cargas con un amigo
Experimenté constantemente que al compartir los sentimientos que surgen cuando estoy estresado, sobre todo con alguien que se preocupa por mí, aligera la carga. No puedo explicarlo, pero observé que sacar de mi cabeza tantos pensamientos agobiantes me ayuda a tener una nueva y mejor perspectiva sobre el asunto. Y a veces eso es todo lo que necesito.
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