El gobernador de Ohio, Mike DeWine, dijo que la orden que emitió requiriendo a los residentes usar mascarillas dentro de las tiendas fue «demasiado lejos».
DeWine anunció la orden el 27 de abril, pero la revocó al día siguiente antes de que entrara en vigor.
«Me quedó claro que eso era algo demasiado ambicioso, que la gente no iba a aceptar que el gobierno les dijera lo que tenían que hacer», dijo DeWine el domingo durante una aparición en el programa «This Week» de la ABC.
«Y así dimos docenas y docenas de órdenes, esa fue una que fue demasiado lejos».
Aunque los clientes no están obligados a llevar mascarillas en la guía actualizada, se les anima a hacerlo.
«A menos que tengan una razón física por la que no puedan usar la mascarilla, y lo entendemos, pero cuando entran en una tienda, es lo que hay que hacer», dijo DeWine.
Según los expertos en salud, el uso de mascarillas ayuda a proteger a los trabajadores de las tiendas de comestibles y a otras personas que interactúan frecuentemente con el público en general.
Las recomendaciones de uso de mascarillas en Ohio se centran en el virus del PCCh (Partido Comunista Chino), un nuevo coronavirus de China que se propaga de persona a persona y que ha infectado a millones de personas en todo el mundo.
Se cree que el virus se propaga principalmente entre personas que se encuentran a menos de 6 pies de distancia a través de gotas respiratorias producidas cuando una persona infectada tose, estornuda o habla, según los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades.
Los funcionarios federales comenzaron a recomendar el mes pasado que las personas usen mascarillas en lugares como las tiendas de comestibles, donde es difícil mantener 6 pies de distancia entre ellos y los demás. Citaron un creciente cúmulo de pruebas que apuntaban a que alguna transmisión del virus provenía de personas infectadas pero que no mostraban síntomas.
DeWine dijo en una conferencia de prensa el 28 de abril que revocó su orden después de escuchar a «muchas personas diferentes», incluyendo una madre que tiene un hijo autista y dijo que sería un problema para él.
Esas personas «sintieron que: yo podría usar una mascarilla, o podría no usarla, pero el gobierno no debería decirme qué hacer», dijo DeWine a los periodistas. «Vamos a dejarlo en manos del cliente individual».
Los negocios pueden prohibir la entrada a los clientes si un cliente llega sin mascarilla, dijeron los funcionarios del estado.
Después de que un presentador de la ABC señalara el domingo una encuesta que mostraba que los encuestados republicanos eran más propensos a salir a restaurantes y otros establecimientos a medida que el país comienza a reabrir, DeWine dijo que los miembros del Partido Republicano están, en general, menos inclinados a que el gobierno les diga qué hacer.
«Y así es generalmente como soy yo. Soy un republicano conservador. Creo que es mejor que el gobierno no nos diga qué hacer», dijo.
Ohio tenía 19,094 casos confirmados del virus del PCCh a fecha del 3 de mayo. El estado no publica cifras sobre cuántos pacientes se han recuperado.
La mayoría de las personas que se infectan se recuperan sin necesidad de atención hospitalaria. El virus causa principalmente una enfermedad grave en los ancianos y en aquellos que tienen afecciones de salud previas como obesidad, cáncer y enfermedad renal.
Casi 3800 personas han sido hospitalizadas en Ohio, incluyendo 1078 admisiones en las unidades de cuidados intensivos.
Los funcionarios estatales han registrado 957 muertes por COVID-19, así como 81 muertes probables.
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