El gobierno de EE. UU. debería ser más duro con los crímenes contra Falun Gong por parte del PCCh

El patrón de aplicación de la ley federal parece estar sesgado en contra de la persecución de los crímenes de odio contra Falun Gong

Por Anders Corr
28 de marzo de 2022 8:48 PM Actualizado: 28 de marzo de 2022 8:48 PM

Análisis de noticias

¿Está revelando el gobierno de Estados Unidos su parcialidad en el tipo de leyes que aplica contra la violencia y los crímenes de odio del Partido Comunista Chino (PCCh) en territorio estadounidense?

El Departamento de Justicia de EE. UU. (DOJ, por sus siglas en inglés) reveló tres casos que involucran a cinco presuntos espías chinos el 16 de marzo. Los cargos no solo incluyen el espionaje, sino también el acoso y hostigamiento a los defensores de la democracia en la diáspora china de Estados Unidos. Todos estos casos son importantes y el Departamento de Justicia debería juzgarlos en toda su extensión.

Pero sorprendentemente, dada toda la evidencia disponible en las últimas dos décadas, según la abogada de derechos humanos Terri Marsh, radicada en Washington, no ha habido ninguna acusación penal federal en respuesta a los crímenes contra Falun Gong en territorio estadounidense.

Marsh, directora ejecutiva de la Human Rights Law Foundation, dijo a The Epoch Times que ella se ha comunicado personalmente con las agencias federales con pruebas de crímenes contra Falun Gong en múltiples ocasiones. Aún así, las agencias nunca han dado el siguiente paso de una acusación.

En uno de los casos del 16 de marzo, un hombre de Nueva York que se postulaba para el Congreso fue blanco de conspiraciones para difamar su reputación con pruebas fabricadas o, si eso fallaba, para agredirlo físicamente. Hay muchos casos de practicantes de Falun Gong que han sido agredidos físicamente, incluidos los que tienen supuestos vínculos con funcionarios chinos. Sin embargo, no están incluidos en estas recientes acusaciones.

En otro caso, un artista fue objeto de vigilancia y su arte—sobre Xi Jinping con aspecto de coronavirus—fue destruido por vándalos. El PCCh vigila con frecuencia a los practicantes de Falun Gong en Estados Unidos, pero no hay un proceso federal en estos últimos casos para protegerlos.

En un tercer caso, el exprofesor Shujun Wang es acusado de haber infiltrado u obtenido información sobre activistas de Hong Kong, Taiwán, Tíbet y Uigur, para entregarla a la policía secreta de China, el Ministerio de Seguridad del Estado (MSS, por sus siglas en inglés). Aparentemente, Falun Gong queda fuera de esta lista, a pesar de que algunos de sus practicantes son también víctimas de estas infiltraciones y ataques.

Dos días antes del anuncio del Departamento de Justicia, el Departamento de Estado anunció restricciones de visa a los funcionarios chinos considerados responsables de la «represión transnacional» en China, Estados Unidos y otros países. Sin embargo, un funcionario, el excónsul general Peng Keyu, del que hay pruebas registradas de dicha represión contra Falun Gong en Nueva York, no está incluido.

Según un comunicado de prensa del 21 de marzo del secretario de Estado Antony Blinken, «El Departamento de Estado está tomando medidas contra funcionarios de la República Popular China [RPC] por su participación en actos represivos contra miembros de grupos minoritarios étnicos y religiosos y practicantes religiosos y espirituales dentro y fuera de las fronteras de China, incluso dentro de Estados Unidos».

Al menos uno de los documentos judiciales del DOJ en el caso de Shujun Wang menciona a Falun Gong como uno de los cinco tipos de «venenos» a los que apunta la policía secreta del PCCh.

Yuhua Zhang le da la mano al presidente Donald Trump
El presidente Donald Trump le da la mano a Zhang Yuhua, un practicante de Falun Gong que sobrevivió a la persecución en China, en la Casa Blanca en Washington, el 17 de julio de 2019. (Captura de pantalla/La Casa Blanca)

En el documento, el agente especial de la Oficina Federal de Investigaciones (FBI, por sus siglas en inglés), Garrett Igo, señaló: «En lo que respecta a esta denuncia, el MSS utiliza activos para recopilar información acerca de, entre otras cosas, personas y grupos que se consideran potencialmente adversos a los intereses de la República Popular China, incluidos los partidarios de la etnia uigur del movimiento de independencia de Turquestán Oriental; partidarios tibetanos del movimiento de independencia del Tibet; practicantes de Falun Gong; miembros del movimiento democrático chino; y los defensores del movimiento de independencia de Taiwán, a los que los funcionarios de la República Popular China se han referido como ‘los cinco venenos’ que amenazan la estabilidad del régimen de la República Popular China y del Partido Comunista”.

Sin embargo, esta es una declaración completamente vaga que no aclara que el PCCh tiene como objetivo a Falun Gong en territorio estadounidense.

Todavía no está claro, por ejemplo, si Shujun Wang o cualquiera de los otros cuatro acusados ​​en realidad atacaron a los practicantes de Falun Gong. Aún así, hay muchas pruebas de tales ataques por parte de otras personas y de sus vínculos con el PCCh.

A pesar de tal evidencia con respecto a la violencia, el acoso y el hostigamiento del PCCh contra los practicantes de Falun Gong en Estados Unidos, no hay acusaciones federales, y mucho menos enjuiciamientos exitosos ni condenas. Los tres casos federales más recientes no son diferentes.

Considere las pruebas en los siguientes casos, pocos o ninguno de los cuales han sido procesados ​​por agencias o departamentos federales, a pesar de una resolución del Congreso de EE. UU. de 2004 para hacerlo.

Ataques a practicantes estadounidenses de Falun Gong desde 2006

La resolución del Congreso reconoció que “el gobierno chino ha intentado silenciar al movimiento de Falun Gong y a los grupos prodemocráticos chinos dentro de Estados Unidos».

La resolución pedía una investigación del fiscal general de EE. UU. sobre los «reportes de que los funcionarios consulares chinos en EE. UU. han cometido actos ilegales al intentar intimidar o influir de manera inapropiada a los practicantes de Falun Gong o a los funcionarios electos locales”.

La oficina del fiscal de EE. UU. ha tomado poca o nula acción real durante estos años, incluso cuando se han acumulado pruebas de dicha intimidación ilegal.

En 2005, según Forbes, el editor de The Epoch Times, Youzhi Ma, fue objeto de múltiples robos, incluidas computadoras portátiles robadas de su casa en San Francisco. Según Zhang Erping, portavoz de Falun Gong, el enfoque del robo se habría centrado en las computadoras portátiles y los archivos de Internet en lugar de los objetos de valor. Zhang dijo en ese momento: «Es evidente que los atacantes buscaban información sobre encriptación y antibloqueo de Internet».

Un grupo de practicantes de Falun Gong se dedicó entonces a romper el Gran Cortafuegos en el que el PCCh restringe el acceso de los ciudadanos chinos a la Internet mundial.

El artículo de Forbes, escrito en 2006, detalla el caso del Dr. Haiyan He, un investigador de Harvard que era activista de Falun Gong. «Él dice que no solo ha sido amenazado en persona en Boston, sino que sus padres reciben visitas periódicas de la policía secreta en su casa en la ciudad de Chongqing, China”, según Forbes. «Hace tres meses, dice, la policía secreta describió a sus padres todos sus ‘todos sus movimientos’ en Estados Unidos».

Dayong Li, un activista de Falun Gong que era propietario de una empresa de servicios satelitales en Nueva Jersey en 2006, dijo a Forbes que sus padres recibieron visitas de la policía secreta en la provincia de Hunan. Ellos «aterrorizan a la pareja de ancianos diciendo que saben ‘todo’ sobre su hijo, incluso por dónde anda, su salario y los detalles de su empresa».

Li declaró a Forbes: «Ellos [las autoridades chinas] me advierten que no esté activo. Les dicen a mis padres que si lo hago, mi vida corre peligro».

Estos funcionarios, y otros como ellos que más recientemente han aterrorizado a los practicantes de Falun Gong en Estados Unidos apuntando a sus familias en su país, deberían ser sancionados con restricciones de visado por el Departamento de Estado, al igual que otros funcionarios del PCCh involucrados en la represión transnacional.

El ataque a Peter Yuan Li en Georgia en 2006

Cuando Forbes publicó en 2006 el trabajo de Falun Gong para desbloquear el Internet de China, una de las figuras clave de este activismo de alta tecnología, Peter Yuan Li, «fue brutalmente atacado y golpeado en su casa en Duluth», Georgia, según Forbes.

«A las 11:15 a.m. del 8 de febrero, según el Informe de incidentes del Departamento de Policía del condado de Fulton, unos hombres asiáticos irrumpieron en la casa de este técnico informático con estudios en Princeton, lo ataron, amordazaron y golpearon, antes de huir con dos ordenadores portátiles Sony de 16 pulgadas, la cartera de Li y material aún desconocido de sus archivos».

Li declaró a Forbes que los dos primeros asaltantes hablaban coreano y blandían un cuchillo y una pistola. Tras taparle los ojos y atarlo, Li afirmó que uno o dos hombres más entraron en su casa, y uno de ellos exigió en mandarín que le dijeran dónde estaban escondidos el casillero y los documentos de Li.

«Los intrusos saquearon la casa y forzaron los archivadores que estaban cerrados con llave», según Forbes. «Después de que los hombres se fueran, Li pudo escapar a la calle, donde un vecino pudo ayudarle y llamar a la policía».

Además del reportaje de Forbes, Reporteros sin Fronteras informó sobre el ataque. Parece que no ha habido una respuesta federal real a este atroz ataque contra un activista por la democracia chino-estadounidense que resulta ser practicante de Falun Gong.

En 2008, el cónsul general de China en Nueva York admitió en una grabación haber incitado a la violencia

Según el New York Post, un funcionario del Departamento de Estado de EE. UU. en 2008 confirmó la voz del entonces cónsul general chino en Nueva York, Peng Keyu, que fue grabada en secreto, admitiendo haber incitado a contramanifestantes violentos contra practicantes pacíficos de Falun Gong en Nueva York que protestaban contra el PCCh.

El Post verificó una transcripción de la llamada con Peng, poco después de cuatro días de violencia contra los miembros de Falun Gong de Nueva York en mayo de 2008 que condujeron a 16 arrestos. Peng habría dicho sobre los manifestantes del PCCh: «He mantenido una muy buena relación con ellos (…) pero los alentamos en secreto».

Foto de la época
Edmond Erh, practicante de Falun Gong, fue agredido en la ciudad de Nueva York en mayo de 2008. (The Epoch Times)

Peng continuó: “Después de que pelearon con Falun Gong, les estreché la mano uno por uno y les agradecí”.

Él dijo: «Sin embargo, no debo hacer cosas como esa justo en frente de Falun Gong. Estacioné mi auto lejos del lugar de los hechos porque debía evitar que me vieran».

En la grabación, se le preguntó a Peng y confirmó que había dado “directriz” a los manifestantes violentos, diciendo: “Sí, lo he hecho. Lo hago con frecuencia, incluso esta vez, cuando fui al lugar de los hechos… Incluso los incité».

Al parecer, Peng no sufrió ninguna consecuencia legal o diplomática por esta presunta instigación a la violencia en suelo estadounidense.

Violencia contra Falun Gong en San Francisco de 1999 a 2012

“La mayoría de las víctimas de la represión de las creencias espirituales del PCCh en EE. UU. son los practicantes de Falun Gong”, según un artículo de Li Zhengkuan de The Epoch Times en edición en chino sobre los tres nuevos casos del Departamento de Justicia, cuya traducción y fuentes fueron proporcionadas a este autor.

Li citó los casos anteriores, además de la violencia adicional en 2012 en San Francisco que fue grabada en video.

Un portavoz de Falun Gong dijo al momento de la violencia de 2012: “Enfrentamientos como este han ocurrido cinco veces en los últimos siete meses. En dos ocasiones anteriores nos golpearon a practicantes mujeres. Nos han arrancado materiales de las manos y nos los han robado o destrozado. Y regularmente nos hemos encontrado con palabras soeces e insultos».

Foto de la época
Dos hombres atacan a la practicante de Falun Gong Sra. Wang en el barrio chino de San Francisco en California, en esta foto sin fecha. (Cortesía de un transeúnte anónimo)

El portavoz, el Dr. Zhang Xuerong, agregó: “Pero no son solo estos últimos siete meses. Los practicantes de Falun Gong en San Francisco han soportado pacientemente un trato como este durante 13 años”.

Eso situaría el inicio de la violencia contra Falun Gong en Estados Unidos aproximadamente en 1999, el mismo año en que el régimen chino prohibió a Falun Gong.

Zhang dijo sobre la violencia contra los practicantes estadounidenses de Falun Gong: «Estos son crímenes de odio. La única razón de ellos es que la gente influenciada por el consulado chino quiere atacar a Falun Gong».

¿El gobierno federal es parcial en su lucha contra los crímenes de odio?

Recientemente, en febrero, un hombre con presuntos vínculos con una organización del PCCh atacó puestos de información de Falun Gong en la ciudad de Nueva York. Los incidentes de 2012 y 2022 incluyen presuntos crímenes de odio contra Falun Gong.

Sin embargo, no hay acusaciones federales, mucho menos condenas, y ninguno de los últimos casos federales aborda claramente los ataques contra Falun Gong en Estados Unidos.

Un sesgo federal contra la protección de los practicantes de Falun Gong podría ir más allá de la simple falta del cumplimiento de la ley contra los crímenes de odio—apunta a la falta de designación del Departamento de Estado de un crimen mucho más atroz, el genocidio cometido en China por el PCCh.

Según un exfuncionario del Departamento de Estado, el Dr. Miles Yu, hay más pruebas de genocidio contra Falun Gong que contra los uigures. Sin embargo, el Departamento de Estado ha reconocido el último genocidio, pero no el primero.

Estos problemas de falta de aplicación y designación—que abarcan el gobierno federal desde el Departamento de Estado hasta el Departamento de Justicia y la oficina del fiscal de EE. UU.—plantean la cuestión de que, como mínimo, los practicantes de Falun Gong en Estados Unidos podrían percibir razonablemente una falta o parcialidad en la aplicación a nivel federal de las leyes y designaciones que deberían proteger a todos los estadounidenses por igual, incluidos los miembros de Falun Gong, y en el caso de una designación de genocidio, a sus familias en China.


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Las opiniones expresadas en este artículo son propias del autor y no necesariamente reflejan las opiniones de The Epoch Times

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