El milagroso sistema inmunitario: una obra maestra de diseño y resiliencia para la salud de por vida

En esta serie, «El milagroso sistema inmunitario», exploramos el verdadero poder de la inmunidad humana y los órganos que trabajan incansablemente para proteger el cuerpo.

Previo: La médula ósea es vulnerable a una variedad de factores y estilos de vida dañinos, pero hay medidas que podemos tomar para mantener saludable este taller celular crucial. 

El sistema inmunológico a menudo se comporta como una nube enigmática, siguiendo sus propias reglas misteriosas, haciéndonos preguntar cuándo hará su magia y cuándo podría fallarnos. Usualmente solo pensamos en nuestro sistema inmunológico cuando inesperadamente falla.

¿Recuerda ese momento en que una gripe implacable lo golpeó y lo dejó con fiebre, dolor de garganta, dolores corporales e inflamación de los ganglios linfáticos? Esas sensaciones fueron el poder de su sistema inmunológico mientras luchaba valientemente contra las fuerzas invasoras, decidido a protegerlo.

Su sistema inmunológico es tan vital como el latido de su corazón y la respiración en sus pulmones. De hecho, es uno de los sistemas de órganos más grande y extenso de todo el cuerpo y su importancia con frecuencia es subestimada.

A lo largo de esta serie exploramos aspectos importantes del sistema inmunológico, desentrañando sus misterios y características notables. Nuestro objetivo es empoderarlo con conocimientos sobre cómo fortalecer y mantener un sistema inmunológico robusto y saludable.

Comentarios de nuestros lectores

Estamos agradecidos por el abrumador apoyo y los comentarios positivos de nuestros lectores. Estos son algunos de los comentarios que recibimos sobre nuestra serie.

“Artículo absolutamente fascinante. ¡He estado en el campo de la medicina toda mi carrera y nunca había visto una explicación tan sólida y lógica! ¡Gracias!».

«Gracias por el artículo. Es tan educativo. Sigan con el buen trabajo”.

“Este es un artículo increíble y gracias por tomarse el tiempo para escribir información completa para una mejor comprensión del sistema inmunológico. ¡Tengo que volver y pasar un buen rato con toda la serie! Aprecio mucho esto, es como encontrar un tesoro, es emocionante, ¡gracias!”.

“Espero que en algún momento descubramos que también hay problemas de salud asociados con la extirpación del apéndice, que también se ha considerado una parte sin importancia o inactiva de la anatomía humana. Muchos en el campo de la medicina creen en la falsa teoría de la evolución y piensan que estas partes del cuerpo son partes «sobrantes» de formas humanas anteriores que la evolución olvidó eliminar. Dios creó a los humanos y estas partes del cuerpo están ahí por una razón, incluso si aún no lo hemos descubierto”.

“Probablemente aprenderemos que todas esas molestas partes del cuerpo que los médicos recomiendan eliminar tan fácilmente, desempeñan un papel en nuestra salud general, no solo las amígdalas, las adenoides, sino también el apéndice, la vesícula biliar, el útero, los ovarios, etc.”.

“Las Escrituras nos dicen que fuimos creados cuidadosa y maravillosamente, cada uno de nosotros, cada persona, desde el vientre hasta la tumba, como seres humanos que llevan la imagen de Dios. Cada uno de nosotros comenzó con Dios y está diseñado de manera única por Dios, está hecho a Su imagen”.

“Este artículo es una prueba más de que la evolución no es científicamente posible. Según la evolución, el cuerpo humano pasó millones de años sin un sistema linfático… La única explicación que tiene sentido es que los humanos fueron creados completos por Dios, en 1 día”.

“Sus amígdalas son su primera línea de defensa, sin embargo, solían extirparse en un abrir y cerrar de ojos. Su apéndice y otros órganos llamados inútiles son todos esenciales. Solo deben eliminarse en circunstancias que salvan vidas”.

“Estoy bastante sorprendido de escuchar que el timo fue considerado inútil. Nunca había oído hablar de esa completa locura”.

“Primero, no pude evitar sonreír ante el genio de Dios y cómo nos hizo. Nada que el hombre cree puede tocar sus creaciones milagrosas. Este es uno de los mejores artículos que he visto en Epoch. Escrito para que cualquiera pueda entenderlo, y muy informativo. Actualmente estoy lidiando con algunos problemas de glóbulos rojos/anemia y esto me es muy útil para comprender lo que está sucediendo en mi cuerpo cuando miro los resultados de mis pruebas y cómo me siento. ¡Espero más como este!”.

Nuestro «diseño» del sistema inmunológico

A lo largo de la serie usamos repetidamente la palabra “diseño” para describir las diferentes funciones del sistema inmunológico. El diseño implica intención y ausencia de aleatoriedad.

Por ejemplo, cuando miramos la bombilla de luz de Thomas Edison, un objeto diseñado, entendemos que su propósito era iluminar a las personas durante la noche. La disposición de sus componentes cumple una función específica. Por otro lado, una variedad aleatoria de alambres y bolas de vidrio sin un propósito claro no se consideraría un diseño.

De manera similar, cuando las personas construyen una casa, cada aspecto está cuidadosamente diseñado para cumplir el propósito de proporcionar un espacio habitable cómodo. El diseño, el mobiliario y los servicios públicos están cuidadosamente dispuestos para cumplir ese objetivo.

El diseño también implica sofisticación y una utilización óptima de los recursos. Considere un avión, donde el espacio es limitado. Cada centímetro está meticulosamente diseñado para maximizar su funcionalidad y eficiencia.

Asimismo, nuestro sistema inmunológico humano es una maravilla natural que muestra estas características de diseño. Trabaja incansablemente con la clara misión de protegernos de invasores dañinos y mantener nuestra salud en general. Comprende una red compleja de moléculas, células, tejidos y órganos, todos con funciones específicas en la defensa del cuerpo.

Desde el momento del nacimiento, el sistema inmunitario aprende a reconocer y atacar patógenos específicos, adaptándose y evolucionando para brindar protección de por vida. Tiene la notable capacidad de distinguir entre lo propio y lo ajeno, identificando y eliminando de manera efectiva sustancias dañinas como virus, bacterias y células cancerosas.

Operando a través de mecanismos tales como glóbulos blancos, anticuerpos y células de memoria, el sistema inmunitario detecta, neutraliza y recuerda las amenazas que ha encontrado previamente. Esta adaptabilidad le permite generar una gran variedad de células inmunitarias con capacidades únicas, lo que garantiza una respuesta personalizada a peligros específicos. Su función de memoria también permite respuestas más rápidas y eficientes a infecciones recurrentes.

En esencia, al utilizar el término «diseño» para describir el sistema inmunitario, destacamos su organización, eficiencia y capacidad de adaptación y protección mediante una intrincada red de componentes.

Puntos destacados de nuestra serie

Las amígdalas son un componente integral del sistema linfático que a menudo se pasa por alto y proporciona un mecanismo de defensa estratégico en la garganta, que funciona como guardianes y mensajeros del sistema inmunitario. Si bien una amigdalectomía se considera un procedimiento «menor», tiene el potencial de aumentar los riesgos a largo plazo de enfermedades respiratorias, infecciones e incluso ciertos tipos de cáncer.

El sistema linfático funciona como un «administrador de la red inmunitaria», diseñado para mantener las toxinas e invasores internos y externos alejados del cuerpo. Un sistema linfático saludable, con un flujo fluido constante de líquido linfático, puede eliminar células cancerosas, virus, toxinas y más de los tejidos y células, previniendo el círculo vicioso de la enfermedad.

Desafortunadamente, las vacunas de ARNm contra COVID-19 , rodeadas por una cubierta lipídica, están especialmente diseñadas para ser absorbidas por las células linfáticas y distribuidas a todo el cuerpo a través del sistema linfático, causando graves eventos adversos y lesiones en algunas personas.

Aunque pequeño, el bazo realiza una multitud de funciones críticas. Sentado como un reservorio en el sistema circulatorio, el bazo regula principalmente las funciones de defensa inmunológica, produce anticuerpos y filtra la sangre para eliminar los patógenos, especialmente los gérmenes encapsulados.

La extirpación del bazo, que a menudo se realiza debido a una lesión traumática, puede tener graves repercusiones.

El timo es un órgano con funciones esenciales que continúan hasta la edad adulta. Desempeña un papel crucial en el entrenamiento de las células T, las células inmunitarias adaptativas más poderosas, y en la producción de hormonas importantes que regulan el sistema inmunitario.

Aunque puede encogerse con la edad, la glándula del timo sigue siendo fundamental para la salud a largo plazo. La disfunción del timo puede conducir a una mayor vulnerabilidad ante la infección y la autoinmunidad. Hay muchos factores que podemos controlar para reducir la tasa de atrofia del timo y mantenerlo funcionando bien. Aunque el timo puede degenerar, también tiene una poderosa capacidad de regeneración.

La médula ósea juega un papel crítico en la producción de células sanguíneas que nutren y protegen al cuerpo.

Curiosamente, la sangre también parece originarse en los intestinos y las bacterias intestinales, lo que tiene implicaciones significativas. Al reconocer la influencia del intestino y tomar medidas para promover una microbiota intestinal saludable, podemos mejorar potencialmente la producción de células sanguíneas y fortalecer la inmunidad.

Un mal funcionamiento de la médula ósea puede tener consecuencias graves, como la leucemia, una forma de cáncer de la sangre causada por anomalías en las células madre de la médula ósea. Varios factores, como la exposición a sustancias químicas tóxicas, la radiación electromagnética, las infecciones virales, una dieta rica en grasas y la obesidad, pueden afectar la salud de la médula ósea.

Consejos para desarrollar la resiliencia inmunológica 

Hay muchas maneras de apoyar nuestra función inmunológica. A continuación, usamos el acrónimo “RESILIENCIA” (con sus iniciales en inglés) para recordarnos formas prácticas de proteger y fortalecer la inmunidad.

R — Retener o conservar los componentes necesarios; evitar la eliminación innecesaria.

E —Elegir comer alimentos integrales saludables, ricos en nutrientes, vitaminas (D, A, C) y micronutrientes (zinc); evitar los alimentos procesados.

S —Satisfacer la necesidad de agua del cuerpo.

I —Incluir té verde y hierbas naturales en su dieta.

L – La importancia de disfrutar de un sueño reparador.

I — Incluso aislarse de toxinas ambientales, humo y radiación dañina.

E —Estar haciendo ejercicio y movimiento regular.

N —Nutrir y fomentar la reducción del estrés a través de prácticas conscientes.

C — Cultivar el altruismo y la empatía hacia el sufrimiento ajeno.

E —Estar en conexión con la naturaleza.

Como se muestra en esta serie, la coordinación y la comunicación del sistema inmunitario son impresionantes. Orquesta complejas interacciones celulares, liberando moléculas de señalización para invocar refuerzos y regular las respuestas inmunitarias. Esta coordinación compleja garantiza un delicado equilibrio entre la defensa contra los patógenos y la prevención de reacciones exageradas dañinas.

La resiliencia del sistema inmunológico es evidente en su capacidad para superar innumerables desafíos, curar heridas y restablecer el equilibrio, incluso frente a la adversidad. Su capacidad de autorregulación y autorreparación es poco menos que milagrosa.

Al escribir esta serie  buscamos informar a nuestros lectores sobre la evidencia científica más reciente para una comprensión más amplia del sistema inmunitario, al mismo tiempo que inspiramos el pensamiento crítico sobre las prácticas de la medicina convencional y los paradigmas actuales que a menudo se presentan como la verdad absoluta.

Esto es especialmente cierto con respecto a la teoría de la evolución de Darwin, que creemos que no logra explicar la complejidad y el diseño milagroso del cuerpo humano.

Nuestro sistema inmunitario innato es un sistema de defensa extraordinario que nos protege incansablemente de cualquier daño. Su adaptabilidad, coordinación, memoria, autorregulación y potencial regenerativo lo convierten en una verdadera maravilla de la naturaleza, que trabaja en silencio tras bambalinas para salvaguardar nuestro bienestar mientras cumplimos nuestros roles en el mundo.

Mientras atesoramos estos dones divinos y hacemos todo lo posible para protegerlos, cosecharemos los beneficios de por vida de una mayor inmunidad y resiliencia.

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