El secretario de Estado de EE. UU., Mike Pompeo, afirmó este miércoles que «en ningún lugar se ataca más la libertad religiosa que en China», en una nueva crítica al Vaticano por su posición con el gigante asiático ante la renovación del acuerdo para el nombramiento de los obispos.
El secretario señaló que actualmente muchas personas viven en países donde la libertad religiosa está restringida y mencionó a Irán, Nigeria y Cuba, pero dijo que en ningún lugar esta libertad “es más atacada que dentro de la China actual”.
“Eso es porque, como en todos los regímenes comunistas, el Partido Comunista Chino (PCCh) se considera la máxima autoridad moral”, afirmó.
“Un PCCh cada vez más represivo, asustado por su propia falta de legitimidad democrática, trabaja día y noche para apagar la lámpara de la libertad, especialmente la libertad religiosa, a una escala espantosa”, añadió.
Mike Pompeo, que critica públicamente al Partido Comunista Chino, hizo las declaraciones este 30 de septiembre durante su participación en el Simposio sobre el Avance y la Defensa de la Libertad Religiosa a través de la Diplomacia, organizado por la embajada de EE. UU. ante el Vaticano.
Todas las comunidades religiosas de China han sido atacadas por el PCCh, dijo. Entre las víctimas mencionó a los musulmanes uigures de Xinjiang, las iglesias clandestinas protestantes, los budistas tibetanos y los practicantes de Falun Dafa.
La represión de los uigures inició cerca del 2017 y, de acuerdo con un informe reciente del Instituto Australiano de Política Estratégica (ASPI), en la región Autónoma de Xinjiang existen cerca de 380 centros de detención –la mayoría similares a prisiones– que posiblemente tengan bajo encierro a uigures y otras minorías turcas y musulmanas.
Testigos revelaron que en los campos de reeducación los uigures son torturados y violados. Sayragul Sauytbay, de 43 años, dijo que entre noviembre de 2017 y marzo de 2018 fue testigo de cómo torturaban a los detenidos con descargas eléctricas, clavos de metal y arrancándoles las uñas, entre otras violaciones de derechos humanos.
Por otra parte, la persecución a Falun Dafa empezó en 1999, cuando el entonces líder del PCCh Jiang Zemin lanzó una amplia campaña de persecución. Hasta el momento se pudo documentar la muerte por torturas de más de 4000 practicantes, según Minghui.org., un centro de información sobre la persecución a Falun Dafa.
Asimismo, a los practicantes de esta disciplina se les sustraen los órganos de manera forzada. Un tribunal popular independiente con sede en Londres concluyó en junio de 2019 que, “más allá de toda duda razonable”, el PCCh estaba utilizando a los prisioneros de conciencia para sustraerles sus órganos. La principal fuente de órganos son los practicantes de Falun Dafa.
Honored to participate in @USinHolySee’s Advancing and Defending International Religious Freedom Through Diplomacy symposium. The Vatican is a vital partner in defending this unalienable right in places where it is under threat. pic.twitter.com/LTcroYr9HQ
— Secretary Pompeo (@SecPompeo) September 30, 2020
Durante su discurso, el secretario Pompeo destacó también la represión de los católicos por parte del PCCh, diciendo que iglesias y santuarios fueron profanados y destruidos, obispos y líderes católicos del movimiento a favor de los derechos humanos, inclusive en Hong Kong, fueron encarcelados; y las autoridades chinas ordenan a los residentes a reemplazar las imágenes de Jesús con las de Mao y Xi Jinping.
Agregó que en la defensa de la libertad religiosa en países como China, los gobiernos nacionales «están limitados por razones políticas», pero que la Iglesia, «por otra parte, no está obligada por estas consideraciones», «y no debe comprometer normas de principio, basadas en verdades eternas».
El secretario del Vaticano para las relaciones con los Estados, Paul Richard Gallagher, criticó el discurso de Pompeo.
«¿Me escucharon mencionar a China? No me escucharon decir el nombre de ningún país, nosotros no nombramos y no culpamos a nadie. Éste es uno de los principios de la diplomacia vaticana», dijo molesto a los medios italianos.
Pompeo será recibido mañana por Gallagher y por el secretario de Estado vaticano, Pietro Parolin, pero no por el papa Francisco, quien ya lo recibió en audiencia en octubre del año pasado.
El pontífice anunció el 27 de septiembre que no se reuniría con Pompeo en su visita a Italia, debido a que no recibe a personalidades políticas durante campañas políticas, para evitar cualquier tipo de instrumentalización ante las próximas elecciones en Estados Unidos entre el republicano Donald Trump y el demócrata Joe Biden.
El anuncio se dio pocos días después que el funcionario estadounidense pidiera al Vaticano no renovar el Acuerdo Provisional con el con el Partido Comunista Chino sobre el nombramiento de obispos. “El Vaticano pone en peligro su autoridad moral, si renueva el acuerdo”, afirmó en Twitter.
“Hace dos años, la Santa Sede llegó a un acuerdo con el Partido Comunista Chino, con la esperanza de ayudar a los católicos de China. Sin embargo, el abuso del PCCh hacia los fieles solo ha empeorado”, añadió.
“Hago un llamamiento a todos los líderes religiosos para que encuentren el coraje de enfrentarse a la persecución religiosa contra sus propias comunidades”, dijo.
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