Las décadas de infiltración del Partido Comunista Chino (PCCh) en África dieron sus frutos el 12 de marzo, cuando consiguió el apoyo de Rusia y de países africanos, como Egipto y Sudán del Sur, para condenar las «violaciones de los derechos humanos» de Australia en una declaración ante el Consejo de Derechos Humanos de la ONU en Ginebra.
Desde que el PCCh llegó al poder, su academia militar ha formado a seis presidentes, ocho ministros de defensa, más de 100 comandantes y un gran número de militares de África.
Hasta la fecha, cinco presidentes y expresidentes de países africanos se han graduado en la Escuela de Mando del Ejército de Nanjing del PCCh. Se trata de Samuel Nujoma, presidente fundador de Namibia; Jakaya Kikwete, cuarto presidente de Tanzania; Laurent Kabila, tercer presidente de la República Democrática del Congo (RDC); Isaias Afwerki, primer y actual presidente de Eritrea; y Joao Vieira, expresidente de Guinea-Bissau.
Además, el expresidente de la RDC, Joseph Kabila (también conocido como Kabila Jr.), el hijo mayor del expresidente Laurent Kabila, estudió una vez en la Universidad de Defensa Nacional del EPL durante seis meses antes de que su padre le llamara para que regresara debido a un cambio repentino en la situación del país. Asumió la presidencia tras el asesinato de su padre.
Además de a estos presidentes, el PCCh ha formado a un gran número de militares para los países africanos a través de sus academias militares como la Universidad de Defensa Nacional del EPL, la Escuela de Mando del Ejército de Nanjing y la Escuela de Mando del Ejército de Shijiazhuang.
Ayuda gratuita en la época de Mao Zedong
En las últimas décadas, el modelo de ayuda militar del PCCh a África ha cambiado considerablemente.
Durante la era del líder de la primera generación del PCCh, Mao Zedong, África recibió ayuda gratuita.
En su época, Mao Zedong adoptó una política de puertas cerradas con Estados Unidos y la Unión Soviética, y necesitaba con urgencia atraer a los países africanos y del tercer mundo para enfrentarse a las dos superpotencias.
En 1971, la China comunista consiguió convertirse en miembro permanente del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas con el apoyo crucial de los votos de 26 países africanos. En palabras de Mao Zedong, «fueron los hermanos negros africanos los que nos hicieron entrar».
De 1964 a 1985, bajo la política de «ayuda gratuita» de Mao, el PCCh envió 3418 expertos militares a través de 226 delegaciones a 19 países africanos, entre ellos Argelia, Tanzania, Congo, Zambia y Mali. El PCCh entrenó a 17,000 soldados, recibió a 3022 militares en prácticas y envió equipos de agricultores, ingenieros y médicos para ayudar a dichos países a construir proyectos industriales y de infraestructuras.
Tasas moderadas en la era de Deng Xiaoping
Ante el aislamiento de la comunidad internacional y el riesgo de colapso económico, el líder de la segunda generación del PCCh, Deng Xiaoping, puso fin a la política de puertas cerradas de Mao para mejorar las relaciones entre China y Estados Unidos.
En la década de 1980, la ayuda militar de Deng a África se ajustó a una política de cobro de tasas y trueques adecuados, complementada con ayuda gratuita, y aumentó gradualmente la escala de las ventas militares.
Durante los 30 años siguientes, el PCCh vendió a los países africanos equipos militares como jets, tanques, vehículos de combate de infantería, barcos de escolta y equipos militares, siendo los más comunes los jets, los aviones K-8 y los vehículos blindados WZ-551.
Países africanos como Egipto, Tanzania y Argelia fueron los principales compradores de armas chinas.
El negocio de las armas en la era de Jiang Zemin
El líder de la tercera generación del PCCh, Jiang Zemin, que llegó al poder llevando a cabo la sangrienta represión de las protestas de la plaza de Tiananmen de 1989, no solo comprendió la importancia política de los países del Tercer Mundo, sino que también vio enormes oportunidades a la hora de hacer negocios con ellos.
En 1996, tras visitar seis países africanos, Jiang propuso una estrategia de «salida» para desarrollar los mercados de África, América Latina, el Sudeste Asiático y otros países en vías de desarrollo, así como los de Europa del Este y los de los países de la antigua Comunidad de Estados Independientes (CEI).
Después, el PCCh sustituyó su política de ayuda armamentística por la exportación de armas.
En 2013, Chen Hongsheng, presidente del Grupo Poly, el mayor comerciante de armas de China, dijo en una entrevista con la página web y la revista en chino Talents que la exportación de armas y equipos era una parte importante de la diplomacia del PCCh, y que el PCCh necesitaba vender equipos para poder comprar recursos en otros países.
Según Chen Hongsheng, Poly ya había adquirido en esa época decenas de miles de kilómetros cuadrados de tierras con reservas de petróleo en África.
El informe anual de responsabilidad social de Poly Group de 2013 muestra que, en 2013, los contratos de exportación militar de Poly Technology ascendieron a 5070 millones de dólares, lo que supuso la mitad del total de contratos de exportación militar de China en ese año. Sus contratos de exportación militar a países africanos superaron los 1000 millones de dólares.
Venta de armas de alta gama en la era de Xi Jinping
Desde que Xi Jinping llegó al poder, las armas de más alta gama del PCCh han empezado a aparecer con frecuencia en las principales ferias de armas. Se han exportado a África armas como el avión de combate Xiaolong (también conocido como el Joint Fighter-17 Thunder), diferentes modelos de buques de escolta, lanzacohetes múltiples que disparan cohetes de gran calibre y las series de vehículos aéreos no tripulados Rainbow y Wing Loong.
Según el Stockholm International Peace Research Institute (SIPRI), con sede en Suecia, los 25 principales traficantes de armas del mundo comercializaron un total de 361,000 millones de dólares en 2019, siendo Estados Unidos el líder con una cuota del 61 por ciento. Le seguía China con una cuota del 16 por ciento.
Las cifras del SIPRI muestran que durante el periodo 2016-2020, el 16 por ciento de las exportaciones de armas de China fueron a parar a África, mientras que durante el periodo 2014-2018, África representó el 20 por ciento de la exportación de armas de China.
Importante revisión de la estrategia para África: creación de bases militares en el extranjero
Una importante reorientación de la estrategia del PCCh para África se remonta a la cumbre del Foro de Cooperación China-África celebrada en Johannesburgo, Sudáfrica, en diciembre de 2015.
En la cumbre, Xi Jinping hizo grandes regalos a África, incluyendo la propuesta del «Plan de Cooperación de los Diez Puntos Principales», de tres años de duración, que incluía un plan de cooperación en materia de paz y seguridad, y un apoyo financiero de 60,000 millones de dólares.
En julio de 2017, el PCCh estableció una base militar en Yibuti, un país situado en el Cuerno de África. La base tiene una superficie de unos 90 acres y puede albergar hasta 10,000 soldados, incluyendo instalaciones de almacenamiento de armas, instalaciones de mantenimiento de barcos y helicópteros, así como cinco atracaderos comerciales y un muelle militar.
Yibuti es la principal arteria del comercio marítimo entre Europa, Oriente Medio y el sur de Asia, y el punto de partida de las operaciones militares en el continente africano. Por ello, Estados Unidos, Francia, Japón e Italia tienen bases militares allí, y la única instalación militar permanente de Estados Unidos en África está en Yibuti.
Aunque el PCCh afirma que su base es solo una «instalación de apoyo logístico», se considera un movimiento estratégico importante al ser la primera base militar en el extranjero del PCCh, dijo Peter Dutton, profesor de estudios estratégicos en el Colegio de Guerra Naval de Rhode Island, al New York Times.
Según un artículo de Voz de América de 2018, Yibuti podría transferir el control de la terminal de contenedores de Doraleh al PCCh. Thomas Waldhauser, entonces comandante del Comando de África de Estados Unidos, dijo en ese momento que el control del puerto por parte del PCCh podría tener graves consecuencias para el suministro de las bases estadounidenses en Yibuti y la capacidad de reabastecimiento de los buques de la Armada.
En enero de 2020, Yibuti rechazó una sentencia del Tribunal de Arbitraje Internacional de Londres para devolver el control de una terminal de contenedores al operador portuario mundial DP World, después de que éste se hiciera con el control durante dos años y permitiera a una entidad estatal china construir una terminal independiente para el creciente mercado africano.
África es importante para el Frente Unido que impulsa el dominio mundial del PCCh
Según el analista de actualidad china con sede en Estados Unidos Li Yanming, África es una parte importante de los planes del Frente Unido del PCCh en el extranjero para impulsar el dominio global del régimen.
En una entrevista con The Epoch Times, Li dijo que cada vez más personas son testigos del alcance de las ambiciones globales del PCCh a medida que despliega su poder militar en África, además de su penetración económica, política e ideológica en todos los frentes.
Según el análisis de Li, la razón por la que el PCCh ha podido expandirse en África es por la enorme cantidad de dinero que ha pagado a los dignatarios africanos y porque las dictaduras africanas han podido fortalecer su régimen totalitario con la ayuda del PCCh.
Explicó que cuando los países occidentales ofrecen ayuda a África, suelen exigir al mismo tiempo los derechos humanos, la libertad de prensa y los valores democráticos, lo que supone un mayor desafío para los gobernantes.
Sin embargo, el eslogan del PCCh de «sin ataduras políticas» ha hecho que los países africanos acudan a él en busca de financiación.
Li añadió que bajo el telón de fondo de la nueva guerra fría entre el PCCh y Estados Unidos, las fuerzas internacionales lideradas por Estados Unidos están adoptando más medidas para contener al PCCh en el mar de China Meridional, el estrecho de Taiwán y la península de Corea.
Mientras tanto, el PCCh está dando a conocer deliberadamente su despliegue militar y su influencia política y militar en África para intimidar a sus rivales.
Li dijo que no hay que subestimar las ambiciones militares del PCCh, dado que el PCCh se encuentra en sus últimos momentos de agonía y probablemente esté pensando: «¿Por qué no me la juego, y si muero, podemos morir todos juntos?». Según él, África se ha convertido en una fuerza importante en la nueva ronda de rivalidad entre Estados Unidos y China, así como en uno de los campos de batalla de la nueva guerra fría entre Estados Unidos y China.
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