Unos 2300 efectivos de la Guardia Nacional permanecerán en Washington, en el Capitolio de Estados Unidos, durante otros dos meses, según anunció el Departamento de Defensa a última hora del martes.
El secretario de Defensa, Lloyd Austin, aprobó una solicitud de la Policía del Capitolio de Estados Unidos para que la Guardia Nacional siga prestando apoyo hasta el 23 de mayo, según un comunicado del Pentágono. Habrá cerca de 2300 guardias en el Capitolio para continuar la misión de apoyo, dijo el Pentágono. Se trata de la mitad de los cerca de 5100 a 5200 que actualmente patrullan el recinto. Estaba previsto que salieran este fin de semana antes de la prórroga.
«Durante este período extendido, los funcionarios del Departamento de Defensa trabajarán con la Policía del Capitolio de los Estados Unidos para reducir gradualmente la huella de la Guardia Nacional según lo permitan las condiciones. Agradecemos a la Guardia Nacional su apoyo a lo largo de esta misión, así como sus importantes esfuerzos en toda la nación para combatir la pandemia de la COVID-19», anunció el departamento.
En una conferencia de prensa el martes, el secretario de Prensa del Pentágono, John Kirby, dijo que la extensión sirve para atender las preocupaciones de las fuerzas de seguridad y para apoyar a la Policía del Capitolio.
«No se trata solo de una evaluación de la amenaza, se trata de asistir y apoyar las capacidades de las que ahora puede carecer la Policía del Capitolio, y que pueden necesitar mejorar por sí mismas», dijo, añadiendo que la Policía del Capitolio y sus capacidades «pueden no estar al nivel en el que [deben] estar, dado el hecho de que estamos en una especie de nuevo entorno en este país».
La Policía del Capitolio solicitó la semana pasada al Pentágono que prolongara el apoyo de la Guardia Nacional en el Capitolio más allá del 12 de marzo. En un comunicado, la Policía del Capitolio dijo estar «extremadamente agradecida por el apoyo del Departamento de Defensa y de la Guardia Nacional desde el 6 de enero».
La jefa en funciones de la Policía del Capitolio, Yogananda Pittman, que hizo la petición formal, dijo el 3 de marzo al Subcomité del Poder Legislativo de la Cámara de Representantes en su testimonio preliminar (pdf) que el nivel de amenaza existencial para el Capitolio de EE. UU. y sus alrededores «va en aumento», citando el 6 de enero, cuando el edificio del Capitolio fue asaltado por grupos de alborotadores mientras se realizaban los procedimientos del Congreso para certificar los resultados de las elecciones presidenciales de 2020.
La violencia se produjo durante las protestas, por lo demás pacíficas, que tenían lugar en los alrededores para reclamar la integridad de las elecciones.
«En el Complejo del Capitolio, el nivel de amenazas existenciales al Capitolio y a los terrenos de los Estados Unidos también está aumentando», dijo. «Esto quedó muy claro el 6 de enero de 2021, cuando los insurrectos intentaron impedir que el Congreso certificara los resultados del Colegio Electoral de 2020 asaltando el Capitolio de los Estados Unidos. Gracias a las heroicas acciones de los agentes de la USCP, con la ayuda del Departamento de Policía Metropolitana, la Guardia Nacional y muchos otros de nuestros socios de las fuerzas de seguridad, se impidió que los violentos alborotadores lograran su objetivo».
En la semana posterior al 6 de enero, el entonces presidente Donald Trump hizo repetidos llamamientos a la paz y condenó reiteradamente la violencia que tuvo lugar ese día.
«La incursión en el Capitolio de Estados Unidos golpeó el corazón mismo de nuestra república. Enfureció y horrorizó a millones de estadounidenses de todo el espectro político», dijo Trump el 13 de enero. «Quiero ser muy claro, condeno inequívocamente la violencia que vimos la semana pasada. La violencia y el vandalismo no tienen absolutamente ningún lugar en nuestro país ni en nuestro movimiento».
No está claro quién o qué grupos instigaron el asalto al edificio, pero un video del suceso muestra a un conocido activista de izquierdas animando y convenciendo a la policía del Capitolio para que deje pasar a los intrusos en varios momentos.
Una mujer, la veterana de las Fuerzas Aéreas Ashley Babbitt (también se escribe Ashli), murió ese día tras recibir un disparo de un policía del Capitolio en el interior del edificio. Los disturbios civiles que se produjeron ese día en el exterior del edificio, en los terrenos del Capitolio, dejaron al menos cuatro muertos más, tres de ellos por causas médicas, y el 7 de enero el departamento confirmó la muerte de un agente de la policía del Capitolio debido a las heridas sufridas mientras estaba de servicio respondiendo al asalto.
Después del suceso se desplegaron efectivos de la Guardia Nacional, y más de 20,000 estuvieron presentes durante la toma de posesión del presidente Joe Biden el 20 de enero. Al mismo tiempo, los funcionarios también instalaron una valla no escalable coronada con alambre de espino alrededor de las instalaciones del Capitolio.
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