La invasión de Rusia a Ucrania podría ser la chispa que incendie un conflicto global, donde un envalentonado Beijing y sus representantes aprovechen la situación para actuar conforme sus propias ambiciones, según el analista y autor en temas de China, Gordan Chang.
«No creíamos que Putin iba a invadir Ucrania. Y entonces, ahora el mundo es un lugar muy diferente, y tenemos que desechar nuestras suposiciones, y tenemos que empezar a defendernos», dijo Chang recientemente al programa «Crossroads» de Epoch TV.
La razón por la que el conflicto militar en Ucrania podría volverse global es doble, según Chang.
Desde el lado ruso, «Putin no se detendrá en Ucrania», sino que probablemente atacará a los miembros de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) y desestabilizará a toda Europa del Este.
Por otro lado, está China, que se ha aliado en gran medida con Rusia en su oposición mutua contra Estados Unidos, que tomará el ejemplo de cómo responde el mundo al ataque de Rusia.
«No sé dónde terminará esto. Pero no podemos descartar los peores escenarios», dijo Chang.
El presidente ruso, Vladamir Putin, ha puesto a las fuerzas nucleares del país en máxima alerta, aumentando las tensiones y incrementando el espectro de una guerra nuclear.
«Estamos hablando de lo impensable», dijo Chang.
Falta de liderazgo de EE. UU.
Mientras Rusia destroza a Ucrania, las naciones están mirando a Estados Unidos para que intervenga como líder mundial. Pero el patrón de las respuestas estadounidenses desde el inicio ha sido «extremadamente preocupante», dijo.
Si la administración Biden quería demostrar que iba «en serio» al momento de disuadir a Putin, el presidente debería haber tomado medidas antes de la invasión, según Chang.
«Antes de que el primer soldado soviético ruso entrara en Ucrania, se saca a sus bancos de SWIFT. Se detiene el oleoducto Nord Stream 2. Se aísla a Rusia por completo no solo del sistema bancario, sino también de la economía global. Se persigue a Putin. Se emiten alertas rojas en la Interpol», dijo.
«Biden no hizo ninguna de ellas», dijo. «Toda su idea era imponer sanciones luego de que invadieran. Pues bien, eso es demasiado tarde».
Chang ve esto como «un enfoque muy poco entusiasta del uso del poder estadounidense».
«Estamos viendo los mismos temas que propiciaron el comienzo de la Segunda Guerra Mundial en Europa», dijo.
«China ve esto, ve el fracaso de la política estadounidense, cree que puede hacer lo que quiera con respecto a Taiwán, Japón, Filipinas, India o Dios sabe dónde», continuó.
«Así que podríamos tener conflictos simultáneos en ambos extremos de la masa continental euroasiática. Podríamos ver a sus representantes, Corea del Norte, Irán, Pakistán, tal vez incluso a Argelia, actuar para aprovechar la situación cuando haya guerras en todos esos lugares. Sí, esa es la tercera guerra mundial».
Profundización de la alianza
Beijing de ninguna manera es un mero observador entusiasta en segundo plano, dijo Chang.
El régimen ha promovido los lazos con Moscú en los últimos años. Antes de la ceremonia de apertura de los Juegos Olímpicos de Beijing, el líder chino, Xi Jinping, recibió a Putin como su invitado de más alto perfil durante los Juegos y firmó un pacto que declara una asociación que «sin límites«.
Chang señaló que el comunicado conjunto de 5000 palabras publicado posteriormente describía la relación bilateral como «superior a las alianzas políticas y militares de la era de la Guerra Fría».
«Este, creo, que era el idioma de Moscú, y Beijing lo aceptó, lo cual es básicamente una muy buena descripción de dónde están hoy», dijo Chang.
Apoyar a Putin, en palabras de Chang, parece ser el «resultado final» de China. En los últimos días, el Ministerio de Relaciones Exteriores del país criticó las sanciones occidentales contra Rusia y dijo que continuaría comerciando con normalidad con este país sobre la base de intereses mutuos.
La reunión de Putin y Xi en febrero también resultó en nuevos acuerdos de petróleo y gas por valor de cerca USD 118,000 millones. Otro contrato, firmado el 18 de febrero, hará que Rusia suministre 100 millones de toneladas de carbón en los próximos años a China. El día del ataque de Rusia, China también levantó las restricciones a la importación de trigo que habían sido impuestas a Moscú.
Rusia y China ahora le están «presentando un frente unido a Estados Unidos» y al mundo en general, dijo Chang, y señaló que los dos países realizaron ejercicios militares conjuntos en los últimos meses, y que los soldados rusos desplegaron equipo militar chino por primera vez el pasado agosto.
«La realidad es que aquí y ahora, China y Rusia están en la misma página. Eso es porque ven que sus intereses coinciden, e identifican al mismo adversario, que somos nosotros», dijo. «Estos son dos países que forman una coalición y se están enfrentando al mundo».
El desafío de Beijing
Un día antes de la reunión entre Putin y Xi, el portavoz del Departamento de Estado, Ned Price, advirtió a las empresas chinas que no ayudaran a Rusia a evadir las sanciones en caso de una invasión. El hecho de que Rusia y China se asociaran al día siguiente muestra un grado de reivindicación y desafío, dijo Chang.
«Recuerden, esta es una China que durante todo el 2021 estuvo diciendo que Estados Unidos no disuadía a China. Así que este es otro síntoma de que básicamente Beijing mira al mundo y dice: ‘vamos a hacer lo que queremos'», dijo.
Antes de la invasión, los funcionarios de la Casa Blanca habían intentado involucrar a China para ayudar a evitar un ataque instando a Putin a retirarse, pero China decidió no intervenir, dijo el 28 de febrero un asesor principal de políticas de la Casa Blanca.
Las amenazas del régimen sobre Taiwán, gobernado democráticamente, están saliendo a la luz cada vez más. El 5 de febrero, un avión civil chino sobrevoló sobre la zona de defensa de la isla Dongyin controlada por Taiwán, el segundo día de los Juegos de Beijing, posiblemente para probar la respuesta militar de la isla, dijeron los funcionarios de defensa taiwaneses en ese momento. Los aviones militares chinos también han estado sobrevolando en la zona de defensa aérea de la isla de manera constante durante los últimos dos años.
«En realidad es una escalada», dijo Chang sobre el incidente del 5 de febrero.
Chang dijo que el período actual recuerda a fines de la década de 1930, «una época en la que si vivías en cualquier parte del mundo, podías sentir el peligro».
«Pero al menos todavía tenías la esperanza de que los líderes pudieran manejar las cosas. Pero sabemos que lo peor, de hecho, ocurrió. Y de hecho, lo que ocurrió fue peor de lo que nadie pensó en su momento. Pues bien, estamos más o menos en esa etapa, o incluso más allá de ella», dijo.
«No veo a ningún líder occidental con la fuerza para detenerlo. Lo que significa que este será quizás el peor momento de la historia».
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