El vicepresidente Mike Pence recibió públicamente el viernes la nueva vacuna COVID-19, junto con su esposa y un alto funcionario de la salud.
Pence, el jefe del Grupo de Trabajo sobre el Coronavirus de la Casa Blanca, recibió la vacuna poco después de las 8 a.m. en Washington.
También fue vacunada la segunda dama, Karen Pence, y el director de salud pública, Jerome Adams.
Pence calificó la fecha de hoy como un «día verdaderamente inspirador» que, según dijo, marca el fin de la pandemia de COVID-19.
Citando a expertos, Pence dijo que la vacuna promedio generalmente demora entre 8 y 12 años en desarrollarse. Estados Unidos está en camino de administrar millones de dosis de la nueva vacuna a menos de un año de la aparición del virus del PCCh.
«Es un milagro, de hecho», dijo Pence.
«Karen y yo queríamos tomar la vacuna para asegurarle al pueblo estadounidense que, aunque reducimos los trámites burocráticos, no nos quedáremos atrás», agregó Pence.
Adams dijo que sería trágico que la gente no recibiera la vacuna por una «falta de confianza» a causa de la historia médica americana. El director de salud recordó el estudio Tuskegee, en donde los trabajadores médicos estudiaron a 600 hombres negros durante 40 años sin su consentimiento y sin tratarlos adecuadamente para la sífilis.
COVID-19 es la enfermedad causada por el virus del PCCh (Partido Comunista Chino), también conocido como coronavirus.
La Casa Blanca dijo en el anuncio del evento que tenía como objetivo promover «la seguridad y eficacia de la vacuna» y generar «confianza entre el pueblo estadounidense».
Los Pence y Adams se sentaron en taburetes frente a carteles que decían «seguro y eficaz». Cada uno fue inyectado por un trabajador de la salud de Walter Reed.
El Dr. Anthony Fauci, de los Institutos Nacionales de Salud, el director de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades, Robert Redfield, y la administradora de los Centros de Servicios de Medicare y Medicaid, Seema Verma, estaban observando en el sitio.
Los técnicos le recordaron a Pence y a los demás que todos recibirían una segunda dosis en 21 días. Uno dijo que podrían experimentar «enrojecimiento» y otros síntomas menores. Si surgiera algo más serio, deberían informar.
Las vacunas de la farmacéutica Pfizer, con sede en EE.UU., y BioNTech, con sede en Alemania, comenzaron a aplicarse el lunes.
La vacuna recibió la autorización de emergencia de los reguladores de medicamentos la semana pasada. El jueves, un panel aconsejó a los reguladores que aprobaran una segunda vacuna de Moderna, empresa farmacéutica que tiene su sede en Estados Unidos.
Según las recomendaciones de un panel asesor federal, la mayoría de las primeras vacunas se aplicarán a los trabajadores de atención médica de primera línea y a los residentes de centros de atención a largo plazo, como los hogares de ancianos.
La mayoría de las vacunas se han aplicado sin problemas, pero dos trabajadores en Alaska sufrieron reacciones alérgicas el miércoles (uno todavía está en el hospital) y una enfermera en Tennessee se desmayó después de vacunarse el jueves.
Las personas con ciertas alergias no deben recibir la vacuna, según los funcionarios de salud.
La mayoría de las personas con COVID-19 muestran pocos o ningún síntoma y la gran mayoría se recupera. Un pequeño porcentaje muere.
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