La edición hongkonesa de The Epoch Times suspende temporalmente su distribución para reparar los equipos dañados tras el ataque del 12 de abril, el quinto que sufre la imprenta desde su creación en 2006.
En las primeras horas del 12 de abril, hora local, cuatro intrusos enmascarados irrumpieron en el almacén, blandiendo dos mazos y un cuchillo escondido en una bolsa de plástico.
Los cuatro hombres destrozaron el equipo de la imprenta y arrojaron escombros de construcción sobre el mismo antes de huir en una furgoneta blanca. Entre los objetos dañados había varias computadoras y el panel de control central de la imprenta. Los hombres advirtieron a un empleado de la imprenta que «se fuera», y uno de ellos dijo: «No me obligues a hacer nada». También robaron una computadora mientras se marchaban.
Los agentes de policía llegaron poco después y dijeron a los empleados del Epoch Times que la unidad de delitos del departamento investigaría.
La edición hongkonesa de The Epoch Times ha denunciado el ataque como un crimen contra las libertades de Hong Kong y el Estado de Derecho.
«Estos matones no solo tienen como objetivo a The Epoch Times en Hong Kong, sino también a los medios de comunicación independientes de Hong Kong», dijo el medio en un comunicado. «Es un ataque malintencionado a normas sociales básicas como (…) la libertad de prensa».
La representante Michelle Steel (R-Calif.) describió el allanamiento como «un ataque directo a la prensa libre de Hong Kong».
«El Partido Comunista Chino no puede seguir intimidando y atentando contra la libertad de prensa en Hong Kong», declaró a The Epoch Times. «Si es cierto que el PCCh estaba detrás de estos ataques, deben rendir cuentas».
PEN America, una organización sin ánimo de lucro con sede en Nueva York que aboga por la libertad de prensa, dijo que el ataque armado representa «un alarmante aumento de las amenazas a la libertad de prensa en el territorio».
«Al producirse en medio de detenciones, procesamientos y condenas de personas críticas con el gobierno chino, estos ataques anárquicos parecen encajar en el paradigma de un esfuerzo total por suprimir la disidencia», dijo el grupo en un comunicado enviado a The Epoch Times.
La imprenta de Hong Kong ha sufrido una serie de ataques en los últimos 15 años, y las investigaciones policiales anteriores han dado pocos resultados.
En noviembre de 2019, unos asaltantes con mascarillas, entre ellos dos que empuñaban porras extensibles, llevaron cubetas de líquido inflamable al almacén de la imprenta. Procedieron a verter el líquido sobre las máquinas de impresión y los rollos de papel y les prendieron fuego.
Los daños del incendio provocado se estimaron en más de 40,000 dólares.
En mayo de 2013, tres hombres vestidos de negro intentaron entrar en la planta sin éxito. Algunas partes de la puerta metálica se doblaron por el esfuerzo.
En octubre de 2012, unos vándalos dañaron la cerradura de la puerta de la imprenta con un taladro eléctrico.
Y en febrero de 2006 —dos semanas después de la creación de la imprenta— cuatro hombres irrumpieron en el edificio y dañaron el equipo recién adquirido, que costó más de un millón de dólares hongkoneses (128,660 dólares).
«Aunque no se ha identificado a los autores, los ataques a los medios de comunicación independientes se han encontrado en el pasado con la indiferencia de las fuerzas policiales, lo que sugiere que pueden ser consentidos o incluso ordenados por las autoridades», dijo PEN America. «Si Hong Kong espera mantener su reputación como puesto de avanzada de la apertura y el Estado de Derecho, debe llevar a estos criminales ante la justicia y respetar el papel y los derechos de una prensa libre».
Herbert Chow, empresario hongkonés, dijo que el ataque del 12 de abril reclama más apoyo para la edición de Hong Kong de The Epoch Times.
«Debemos demostrar a estos medios que se dedican a decir la verdad que los hongkoneses los apoyan al cien por cien», dijo.
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