La mayoría de los estadounidenses tienen una visión favorable de las organizaciones religiosas a pesar de su influencia decreciente en la sociedad, según una nueva encuesta del Centro de Investigación Pew.
Según la encuesta publicada el 15 de noviembre, el 55 por ciento de los estadounidenses dice que las iglesias y las organizaciones religiosas hacen más bien que mal en la sociedad estadounidense, en comparación con el 20 por ciento que dice lo contrario.
Mientras tanto, el 53 por ciento de los estadounidenses dice que las organizaciones religiosas fortalecen la moralidad, un 50 por ciento dice que unen a las personas. Esto se compara con el 12 por ciento de las personas que dicen que debilitan la moralidad y el 21 por ciento que dice que separa a las personas. [La encuesta] también encontró que el 78 por ciento de los estadounidenses dice que la religión está perdiendo influencia en la vida estadounidense, y el 42 por ciento de las personas dice que esto es algo malo.
Esto ocurre después de que Pew publicara datos de encuestas, a mediados de octubre, que mostraban una rápida disminución de personas que se identifican como cristianas en todo el país. Encontró que el número de estadounidenses que se identifican como cristianos cayó 12 puntos porcentuales en la última década, mientras que el número de personas que describen su identidad religiosa como ateo, agnóstico o «nada en particular» es del 26 por ciento, un aumento de 9 puntos porcentuales desde 2009.
Del mismo modo, una encuesta de Gallup realizada en julio descubrió que la confianza de los estadounidenses en las organizaciones religiosas continúa disminuyendo, y que la cantidad de personas que dicen que tienen «mucho» o «bastante» confianza en estas organizaciones, alcanza un nuevo mínimo del 36 por ciento desde 1974.
En octubre, durante un discurso en la facultad de derecho de Notre Dame, el fiscal general, William Barr, expresó su preocupación de frente a un posible aumento de la hostilidad contra la religión en Estados Unidos. Barr ha vinculado los crecientes ataques contra la religión en los últimos 50 años con una «creciente ascendencia del secularismo».
Mientras tanto, Luke Goodrich, abogado del Fondo Becket para la Libertad Religiosa, quien recientemente lanzó su libro «Libre para creer: La batalla por la libertad religiosa en América», dijo a La Gran Época, en una entrevista previa, que cree que la religión enfrenta un creciente conflicto en Estados Unidos debido a varios cambios culturales, particularmente en las áreas de la vida, la autonomía sexual y la creencia en una la verdad absoluta.
Dijo que la comprensión religiosa de larga data sobre estos temas cruciales se enfrenta cada vez más a los valores de la sociedad moderna, lo que genera fricciones entre las dos partes.
El abogado también agregó que un factor favorable al aumento de la hostilidad, hacia las personas de fe, se debe a que la religión juega un papel menos importante en la vida cotidiana de los estadounidenses.
«Menos personas describen la religión como [algo] importante en sus vidas», dijo Goodrich. “Y así, menos personas sienten que necesitan libertad religiosa, y menos personas están dispuestas a [arriesgarse personalmente] para protegerla. Eso está causando una presión creciente sobre la libertad religiosa».
La nueva encuesta también encontró que el 63 por ciento de los estadounidenses piensan que las casas de culto deben mantenerse fuera de los asuntos políticos, mientras que el 76 por ciento de los estadounidenses dicen que las casas de culto no deben actuar en favor de un candidato político sobre otro.
La encuesta se realizó entre el 18 de marzo y el 1 de abril de 2019 con 6364 individuos. Tiene un margen de error de muestreo de más o menos 2,4 puntos porcentuales.
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