La afirmación de que el virus que causa el COVID-19 definitivamente no provenía de un laboratorio, presentada en un artículo elaborado discretamente por el Dr. Anthony Fauci y que, además, fue citada por otros científicos que calificaron la idea del laboratorio como una «teoría de conspiración», es «la antítesis de ciencia”, dice un exdirector de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades.
«El propósito de la ciencia es tener un debate riguroso sobre diferentes hipótesis. Nunca he visto en mi vida que haya habido llamadas telefónicas privadas entre científicos que hayan decidido qué posición adoptarían colectivamente, y ver esa posición luego publicada en una revista científica como Lancet, para decir que los individuos que pensaban como yo, que tenían una hipótesis científica diferente, de alguna manera tenían que ser menospreciados y vistos como conspiradores, esto es realmente antitético a la ciencia», dijo el Dr. Robert Redfield, jefe de la agencia hasta el 20 de enero de 2021, durante una aparición el 26 de enero en Fox News.
Los correos electrónicos que se hicieron públicos recientemente muestran que Fauci, director del Instituto Nacional de Alergias y Enfermedades Infecciosas (NIAID), desempeñó un papel clave en la elaboración de un artículo publicado por Nature a principios de 2020.
Los autores, la mayoría de los cuales enviaron mensajes repetidamente a Fauci, se unieron a él en una teleconferencia poco antes de que se publicara el artículo y desde entonces recibieron millones de la agencia de Fauci. Dichos autores firmaron que sus análisis “muestran claramente que el SARS-CoV-2 no es una construcción de laboratorio o un virus manipulado a propósito”.
SARS-CoV-2 es otro nombre para el virus del PCCh (Partido Comunista Chino), que causa el COVID-19.
El artículo de Nature fue uno de los citados por el fundador de EcoHealth Alliance, Peter Daszak, y por un grupo separado de científicos en un artículo publicado más tarde en The Lancet. “Nos unimos para condenar enérgicamente las teorías de conspiración que sugieren que el COVID-19 no tiene un origen natural”, escribió Daszak, cuyo grupo canalizó dinero de la agencia de Fauci a científicos en Wuhan, China, y a los otros autores.
Muchos expertos reconocieron más tarde que no hay evidencia clara de que el virus del PCCh tenga un origen natural, y algunos han dicho que la mayor parte de la evidencia apunta a que proviene del conjunto de laboratorios de Wuhan.
Redfield es uno de ellos.
“No creo que sea biológicamente plausible que este virus haya surgido de un murciélago a una especie intermedia hasta llegar a los humanos y se convirtiera en uno de los virus más transmisibles que conocemos entre las enfermedades humanas. Este virus claramente tenía un desvío y ese desvío estaba siendo formado en el laboratorio para infectar tejido humano. Creo que esa es la explicación más plausible”, le dijo a Fox.
El Dr. Francis Collins, jefe de Fauci cuando éste dirigía los Institutos Nacionales de la Salud, y Fauci intentaban «proteger la ciencia» suprimiendo el debate sobre los orígenes del virus, postuló Redfield. El problema es que «hay datos muy limitados» para apoyar su posición, dijo a Fox.
Cuando se le preguntó si Fauci, que ha estado en su cargo desde 1985, debería ser despedido, Redfield objetó, pero dijo que creía que Fauci debería “reflexionar sobre esto y luego proporcionar el liderazgo científico que necesitamos para avanzar”.
“He tenido mucho respeto por él a lo largo de los años. Creo que tiene que dar un paso atrás y no tratar de hacer una segunda opinión y no hacer las cosas de la manera que él considera que el mundo puede escuchar. Deberíamos decir la verdad”, dijo Redfield.
El NIAID no respondió a las solicitudes de comentarios.
Redfield también dijo que cree que los científicos eventualmente resolverán el misterio del origen del virus.
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