Opinión
El líder chino Xi Jinping quiere que su régimen sea más astuto contra los practicantes de Falun Gong en el extranjero.
El 6 de diciembre, The Epoch Times informó que Xi quiere que sus funcionarios lleven a cabo campañas de desinformación contra el líder espiritual de Falun Gong y los medios de comunicación fundados por los practicantes de Falun Gong. Xi ve estos medios, que incluyen principalmente a The Epoch Times y su medio hermano, NTD, como una gran amenaza para el Partido Comunista Chino (PCCh). Xi abordó el tema en una reunión secreta en 2022 en la que criticó la campaña de persecución de Falun Gong del PCCh por ser demasiado débil, según dos fuentes citadas por The Epoch Times.
“El enfoque de la última estrategia del régimen chino contra Falun Gong es lanzar campañas de desinformación a través de influencers de redes sociales y medios de comunicación occidentales y utilizar el sistema legal estadounidense para atacar a las empresas fundadas por practicantes de Falun Gong”, escribió la reportera de The Epoch Times, Eva Fu.
“Los detalles de la reunión secreta de 2022 fueron proporcionados por Yuan Hongbing, un académico de derecho chino que vive en el exilio en Australia y que ha mantenido conexiones dentro de los círculos políticos más altos del régimen chino”.
El hecho de que The Epoch Times y NTD tengan fuentes tan cercanas al poder en China es un logro en sí mismo. Otros logros recientes pueden estar poniendo nervioso al PCCh.
La Ley de Protección de Falun Gong fue aprobada por unanimidad por la Cámara de Representantes de EE. UU. en junio. “Este proyecto de ley requiere que el presidente imponga sanciones de bloqueo de visas y propiedades a personas extranjeras que sean responsables a sabiendas, sean cómplices de, o hayan participado en la sustracción involuntaria de órganos en China”, dice el resumen del proyecto de ley.
Presentado hace un año y medio, el proyecto de ley aún no ha sido aprobado por el Senado para convertirse en ley. El Senado debería superar su cabildeo corporativo de China, dejar de posponerlo y aprobar el proyecto de ley. El senador Marco Rubio (R-Fla.), elegido por el presidente electo Donald Trump para secretario de Estado, presentó la Ley de Desinversión del Cabildeo del Partido Comunista Chino en marzo para abordar estos problemas, pero también aún no ha sido aprobada.
El 3 de septiembre, la Corte de Apelaciones del Noveno Circuito de EE. UU. dio luz verde a una demanda de 2011 contra Cisco Systems por presuntamente ayudar e incitar la persecución del PCCh contra Falun Gong. Los demandantes alegan que Cisco desarrolló un software para China llamado “Golden Shield” que la empresa sabía que podría usarse para vigilar a los practicantes de Falun Gong y violar sus derechos humanos. La sentencia del tribunal estuvo en línea con un precedente de la Corte Suprema de 2004 que permite a los no ciudadanos demandar bajo el Estatuto de los Delitos en el Extranjero de EE. UU. en casos donde se haya violado el derecho internacional.
Los recientes logros de Falun Gong en el Congreso y en los tribunales, por muy arduos y lentos que hayan sido, provocarán intentos mayores de represión transnacional por parte de Beijing.
En 2022, por ejemplo, el mismo año en que Xi supuestamente dijo a sus subordinados que usaran medidas más astutas, un matón que tenía un vínculo mediato con el PCCh fue arrestado y acusado de un crimen de odio por vandalizar puestos de información de Falun Gong en Queens, Nueva York. Según una carta de la Fiscalía del Condado de Queens en noviembre de 2023, se declaró culpable de alteración del orden público en cuarto grado y fue liberado bajo libertad condicional.
En 2023, el régimen chino intentó usar a dos agentes para sobornar a un supuesto agente del Servicio de Impuestos Internos (IRS) de EE. UU. para revocar el estatus de organización sin fines de lucro de una compañía de danza china clásica fundada por practicantes de Falun Gong. Los agentes chinos fueron condenados y sentenciados a prisión este año.
La compañía de danza, llamada Shen Yun, en un comunicado de prensa del 2 de diciembre, citó documentación de “más de 130 incidentes en 38 países en los que agentes del régimen chino intentaron sabotear a Shen Yun presionando a funcionarios electos locales, amenazando a los gerentes de teatros e incluso recurriendo a la violencia, vandalismo y amenazas de muerte”.
El comunicado citó evidencia de que el PCCh “escaló significativamente su ataque” contra Shen Yun en 2024 al usar las redes sociales como arma. “Este esfuerzo está respaldado por el Ministerio de Seguridad Pública de China y tiene como objetivo sembrar desinformación sobre Shen Yun en las redes sociales y en la prensa estadounidense”, dice el comunicado. “Este parece ser el origen de los recientes artículos en el New York Times y otros medios”.
De hecho, el New York Times ha escrito artículos de ataque contra Shen Yun, incluyendo reportajes sensacionalistas sobre lesiones menores comunes en muchas compañías de danza, mientras que en su mayoría ha ignorado la extensa evidencia de la represión transnacional mencionada anteriormente y la sustracción forzada de órganos en China contra Falun Gong y otros prisioneros de conciencia. Esa represión incluye el supuesto sabotaje de vehículos en los que los intérpretes de Shen Yun viajan.
El New York Times aún no ha informado sobre Cheng Pei Ming, un residente de EE. UU. que es el “primer sobreviviente conocido” de la sustracción forzada de órganos por parte del régimen chino, según la Coalición Internacional para Terminar con el Abuso de Trasplantes en China.
El New York Times ha ignorado consistentemente tales evidencias mientras, en el pasado, tomaba dinero del régimen para publicar anuncios en línea respaldados por el PCCh y los insertos de “China Watch”. Estos insertos de propaganda están hechos para parecer reportajes legítimos. La campaña publicitaria está vinculada a China Daily, un agente extranjero registrado en EE. UU. desde 1983.
Los practicantes de Falun Gong están comprometidos con decir la verdad tal como la ven, y esa verdad no es fácil de aceptar cuando se trata del PCCh. Pero la votación unánime de la Cámara para aprobar la Ley de Protección de Falun Gong en junio demuestra claramente que el pueblo estadounidense está del lado de los derechos humanos para Falun Gong.
El PCCh, desde 2022, ha escalado su represión transnacional, pero esto no tendrá éxito. No contra una espiritualidad que ha demostrado su resiliencia en el pasado, y que lo hará nuevamente en el futuro.
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Las opiniones expresadas en este artículo son propias del autor y no necesariamente reflejan las opiniones de The Epoch Times
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