El régimen comunista chino puso a Fu Zhenghua, un antiguo funcionario del sector de la seguridad pública de China, bajo investigación. Si bien el régimen no ha revelado detalles de la investigación, se sabe que Fu ha cometido violaciones de derechos humanos durante años.
La Comisión Central de Inspección Disciplinaria, un órgano del partido para vigilar la corrupción, emitió una breve declaración el 2 de octubre, diciendo que Fu era sospechoso de «graves violaciones de disciplina y de la ley»—un eufemismo utilizado con frecuencia por el Partido Comunista Chino (PCCh) en el sentido de corrupción. La comisión no proporcionó más detalles.
Fu, de 66 años, se convirtió en ministro de Justicia de China en marzo de 2018 antes de renunciar en abril del año pasado. Desde ese entonces, se ha desempeñado como subdirector del Comité de Asuntos Sociales y Jurídicos de la Conferencia Consultiva Política del Pueblo Chino (CCPPCh), un órgano asesor político.
Su carrera en el sector de seguridad pública de China comenzó en 2010, cuando fue nombrado director de la oficina municipal de seguridad pública en la capital de China, Beijing. Tres años más tarde, asumió dos cargos adicionales: uno como viceministro del Ministerio de Seguridad Pública de China y otro como miembro del máximo órgano legal del régimen, la Comisión Central de Asuntos Políticos y Jurídicos (PLAC, por sus siglas en inglés).
Continuaría ocupando un puesto tanto en el ministerio como en la comisión hasta mediados de 2016.
Desde 2015 hasta 2018, Fu dirigió la notoria Oficina 610 del régimen comunista, una fuerza policial secreta extralegal similar a la Gestapo de la Alemania nazi. Establecida en junio de 1999, la oficina ha estado implementando las políticas de persecución del régimen contra los ciudadanos chinos que practican Falun Gong, una práctica espiritual que involucra ejercicios de meditación y enseñanzas morales.
Si bien el caso de Fu aún está pendiente de más investigación, muchos funcionarios del PCCh han estado siendo depurados desde 2012, cuando el líder chino Xi Jinping inició una implacable campaña anticorrupción. Desde ese año, más de 100 «tigres y moscas«—jerga del PCCh para funcionarios de alto y bajo rango, respectivamente—han sido destituidos por delitos de corrupción, tales como soborno y malversación de fondos. Sin embargo, el régimen ha evitado investigar cómo estos funcionarios pudieron haber cometido también violaciones a los derechos humanos.
Por ejemplo, Zhou Yongkang, quien anteriormente dirigió el PLAC, fue condenado a cadena perpetua en 2015. Según los medios de comunicación estatales de China, Zhou fue culpable de abusar de su poder, entre otras cosas, pero no se mencionó su participación en abusos contra los derechos derechos.
Fu ha sido nombrado por la Organización Mundial para Investigar la Persecución a Falun Gong (WOIPFG, por sus siglas en inglés), una organización sin fines de lucro con sede en Estados Unidos, por sus crímenes contra los practicantes de Falun Gong, además de ser uno de los funcionarios del PCCh responsables de la supresión masiva de abogados en China en 2015.
El 9 de julio de 2015, el régimen chino detuvo a cientos de abogados y activistas en toda China en una represión comúnmente conocida como el «Represión 709«. Algunos permanecen en prisión o detenidos, como los abogados de derechos humanos Yu Wensheng y Chang Weiping.
Según datos de Minghui.org, un sitio web con sede en EE. UU. que monitorea la persecución del grupo de fe, cientos de practicantes de Falun Gong que viven en Beijing fueron secuestrados y más de 60 fueron enviados a campos de trabajo entre 2012 y 2015 cuando Fu era el jefe de seguridad pública del municipio. Murieron más de una docena de practicantes, entre ellos Li Yuejin.
Li fue secuestrado por agentes de policía de la oficina de seguridad municipal en Beijing y otras comisarías locales de policía en agosto de 2012, según Minghui. Posteriormente fue enviado a un campo de trabajo, donde fue perseguido por negarse a renunciar a su creencia.
Un día en el campamento, Li recibió a la fuerza una inyección de una sustancia desconocida, lo que lo puso muy incómodo. Según Minghui, se determinó que la inyección fue la causa de su muerte en octubre de 2013, meses después de que se le concediera la libertad condicional médica debido a su mala salud.
Millones de practicantes de Falun Gong en China han sido detenidos dentro de prisiones, campos de trabajo y otras instalaciones en China, resultando cientos de miles torturados mientras se encontraban encarcelados, desde julio de 1999 cuando el exlíder chino Jiang Zemin inició la persecución, según el Centro de Información de Falun Dafa.
En los primeros seis meses de este año, al menos 674 practicantes de Falun Gong fueron condenados ilegalmente, siendo de 14 años la sentencia más larga.
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