El hombre que, según las autoridades, perpetró la masacre en una escuela primaria de Texas en mayo pidió a sus familiares que le compraran armas antes de cumplir los 18 años, según un nuevo informe de investigación.
«Varios miembros de la familia del atacante estaban al tanto durante el tiempo previo al 18º cumpleaños del atacante que estaba distanciado de su madre y que había pedido ayuda para comprar armas a través de compras en nombre de otros que habrían sido ilegales. Los miembros de la familia se negaron de manera uniforme a comprarle armas», afirma el informe publicado por el Comité de Investigación de la Cámara de Representantes de Texas sobre el tiroteo de la escuela primaria Robb.
Después de que el joven cumpliera 18 años, sus abuelos y otros familiares «se dieron cuenta de que el atacante había comprado armas», según el informe. «Los abuelos exigieron que se retiraran las armas de su casa».
No fue posible contactar con la familia de Salvador Ramos, a quien las fuerzas del orden identificaron como el hombre que abrió fuego en la escuela primaria el 24 de mayo antes de ser abatido.
El informe, de 77 páginas, se centra principalmente en la serie de fallos cometidos por las fuerzas policiales al enfrentarse a Ramos, que entró por una puerta que no estaba asegurada antes de entrar en un aula y matar a 19 alumnos y dos maestras.
Las fuerzas policiales tardaron una hora y 17 minutos en entrar en el aula y abatir al tirador, según un informe anterior. Las imágenes de vigilancia del interior de la escuela mostraban a los agentes de pie.
El tirador vivía en su casa y trabajó brevemente en Wendy’s y Whataburger, según el nuevo informe. También trabajó ocasionalmente para el negocio de aire acondicionado de su abuelo.
Acumular dinero
Se describe que Ramos vivía en su casa y acumulaba dinero, diciendo a sus conocidos que estaba «ahorrando para algo grande» y que todos lo verían en las noticias algún día. Los familiares pensaban que quería ahorrar para un apartamento o un coche. Pero a finales de 2021 empezó a pedir accesorios para armas y en cuanto cumplió los 18 años —una semana antes del tiroteo— compró dos rifles.
Ramos gastó 2054 dólares en un rifle semiautomático, que recogió el 17 de mayo, y otros 1081 dólares en una segunda pistola, que recogió al día siguiente. También compró más de 1700 cartuchos de punta hueca, otros 375 cartuchos y una mira holográfica, que los trabajadores de la tienda instalaron en una de las armas el 20 de mayo.
El propietario de la armería dijo que el hombre le pareció un «cliente normal, sin ‘banderas rojas’ ni condiciones sospechosas». Recordó haber preguntado a Ramos cómo podía permitirse gastar miles de dólares en armas, y le dijo que había ahorrado para las compras. Otros clientes, sin embargo, dijeron al FBI después del tiroteo que Ramos tenía «un aspecto muy nervioso» y «parecía extraño y se parecía a uno de esos tiradores de escuelas».
Ramos pasó una comprobación de antecedentes.
El tirador fue llevado la primera vez a la tienda por un tío, que dijo que no sabía a dónde iban. La tienda está conectada a un restaurante, y el tío pensó que su sobrino tenía hambre. Pero cuando el hombre regresó con el arma y sin comida, el tío se dio cuenta que se había equivocado.
No está claro quién llevó a Ramos a la tienda la siguiente vez, pero el tío lo llevó de nuevo el 20 de mayo después de que Ramos dijera que necesitaba recoger munición que había comprado por Internet.
«El tío dijo que no vio lo que había en el paquete del atacante, y que no estaba familiarizado con las armas de fuego como para saber qué podía haber dentro. Ahora se sabe que el paquete contenía el segundo rifle, más caro, que se utilizó en el tiroteo», señala el informe.
El tío guardaba el arma
Tanto la abuela como el primo del tirador le dijeron a Ramos que no podía guardar las armas en la casa en la que vivían todos, y el tío accedió a mantener en su casa el rifle que se compró primero. El tío cree que Ramos lo sacó a escondidas varios días después.
Ramos escondió el segundo rifle fuera de la casa de su abuela, a la que se mudó tras discutir con su madre, pero lo llevó al interior la noche antes del tiroteo, según los mensajes de texto que envió.
Antes de dirigirse a la escuela primaria, Ramos disparó a su abuela en la cara y le robó la camioneta. La abuela sobrevivió, con heridas graves.
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