El asesor de la Casa Blanca en materia de COVID-19, Anthony Fauci, afirmó que es «probable» e «inevitable» que las personas necesiten una inyección de refuerzo de la vacuna contra COVID-19, cuando los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) tienen previsto reunirse el viernes para debatir la posibilidad de administrar dosis adicionales a determinadas personas.
«Es probable que eso ocurra en algún momento en el futuro», dijo Fauci a CBS News el jueves cuando le preguntaron si todo el mundo necesitaría una vacuna de refuerzo en el futuro. Varios días antes, él y otros funcionarios dijeron que las vacunas de refuerzo solo se recomendarían a las personas inmunocomprometidas.
«Cuando se llegue a un determinado nivel, estaremos preparados para dar refuerzos a esas personas, pero por lo que acaba de decir hace un momento, es inminente que se lo demos a las personas inmunocomprometidas», dijo a la CBS, pareciendo sugerir que cambió los objetivos de las vacunas de refuerzo porque los datos de COVID-19 se están siguiendo en tiempo real.
En otra entrevista concedida el jueves a NBC News, Fauci añadió además que «inevitablemente, llegará un momento en que tendremos que dar refuerzos a la población general».
Estas declaraciones se producen cuando Fauci, la directora de los CDC, Rochelle Walensky, y otros funcionarios declararon que la variante Delta COVID-19 puede transmitirse entre las personas vacunadas, lo que crea confusión sobre si la vacunación es un medio eficaz para hacer frente a la pandemia. El mes pasado, los CDC emitieron una recomendación —basada en un estudio realizado en Cape Cod que descubrió que un número significativo de personas vacunadas podían transmitir el virus— para que los estadounidenses de las zonas de alta transmisión usen mascarillas.
Pero Fauci dijo a NBC que las vacunas «siguen haciendo lo que originalmente se quería que hicieran», que es «mantenerte fuera del hospital para evitar que enfermes gravemente».
Mientras tanto, un nuevo estudio de Nference y la Clínica Mayo descubrió que las vacunas COVID-19 de Moderna y Pfizer, que utilizan la tecnología del ARNm, experimentaron un descenso de la eficacia en julio. El informe reveló que la vacuna de Moderna se redujo al 76 por ciento, mientras que la de Pfizer descendió a un 42 por ciento. El estudio no evaluó la eficacia de la vacuna de Johnson & Johnson, que utiliza una tecnología diferente.
«Aunque ambas vacunas COVID-19 de ARNm protegen fuertemente contra la infección y la enfermedad grave», escribieron los investigadores, «hay diferencias en su eficacia en el mundo real en relación con cada una de ellas y en relación con los meses anteriores de la pandemia».
Según un borrador de una carta (pdf) fechada el 9 de agosto, el panel asesor de los CDC tiene previsto reunirse para hablar sobre las vacunas de refuerzo, alrededor de las 11 de la mañana del viernes.
COVID-19 es la enfermedad provocada por el virus del PCCh (Partido Comunista Chino).
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