El Dr. Anthony Fauci, director del Instituto Nacional de Alergias y Enfermedades Infecciosas (NIAID) de EE. UU., dijo que el gobierno federal no exigirá el uso de pasaportes de vacunas–después de que funcionarios de la Casa Blanca dijeron que la administración Biden está trabajando con empresas privadas para potencialmente dar consejos sobre dicho sistema.
Los llamados pasaportes de vacunas para el COVID-19, la enfermedad causada por el virus del PCCh (Partido Comunista Chino), se han convertido en el último punto crítico en lo que los grupos de libertades civiles dicen que sería una extralimitación significativa y una violación de la privacidad de los estadounidenses.
Fauci dijo a Politico el lunes que «dudo que el gobierno federal sea el principal impulsor de un concepto de pasaporte de vacunas».
«Ellos podrían estar involucrados en asegurarse de que las cosas se hagan de manera justa y equitativa», agregó, «pero dudo que el gobierno federal sea el elemento principal de eso». Sin embargo, Fauci dijo que espera ciertos negocios y tal vez las escuelas los requieran.
«No estoy diciendo que ellos deberían o que lo harían, pero estoy diciendo que podrían prever cómo una entidad independiente podría decir: ‘Bueno, no podemos tratar con usted a menos que sepamos que está vacunado'», continuó. «Pero no será un mandato del gobierno federal».
Un artículo del Washington Post indicó el mes pasado que la Casa Blanca estaba considerando trabajar en un sistema para respaldar los pasaportes–o documentos que muestren si uno ha sido inmunizado o ha resultado negativo para el virus. Algunos países como Israel e Islandia los han ordenado para ciertas actividades, mientras que los funcionarios alemanes anunciaron que planean permitir a ciertas personas que están vacunadas contra el virus del PCCh ciertos privilegios sobre las que no se vacunaron.
La secretaria de prensa de la Casa Blanca, Jen Psaki, se refirió más tarde al artículo y dijo que la administración «proporcionará orientación» a los socios privados.
“Actualmente existe un proceso interinstitucional que analiza muchas de las cuestiones relacionadas con la verificación de vacunas, y ese tema afectará a muchas agencias, ya que la verificación es un tema que potencialmente afectará a muchas áreas de la sociedad. Esa es la guía que brindaremos”, dijo a los periodistas a fines de marzo. “La determinación o el desarrollo del pasaporte de vacunas o como quiera llamarlo será impulsado por el sector privado. La nuestra se centrará más en las pautas que se pueden utilizar como base y hay un par de principios clave con los que estamos trabajando».
Algunos gobernadores ya han comenzado a rechazar la medida, incluido el gobernador republicano de Florida Ron DeSantis, que la semana pasada firmó una orden ejecutiva para evitar que las empresas y las instituciones gubernamentales los utilicen. DeSantis hizo un llamado a la legislatura estatal para que apruebe una ley que haga lo mismo.
Y la semana pasada, la Unión Estadounidense de Libertades Civiles (ACLU) agitó su bandera roja sobre el uso de dicho sistema, diciendo que podría poner en peligro la privacidad de los estadounidenses, diciendo que las personas de bajos ingresos que no tienen acceso a un smartphone sufrirían más.
“No nos oponemos en principio a la idea de exigir una prueba de vacunación en determinados contextos. Pero dada la enorme dificultad de crear un sistema de pasaportes digitales y los compromisos y fallas que probablemente ocurran en el camino, somos cautelosos acerca de los efectos secundarios y las consecuencias a largo plazo que eso podría tener. Estaremos observando de cerca los desarrollos en esta área”, escribió la ACLU.
Los estrategas republicanos le dijeron a The Hill que destacarán a ciertos demócratas que presionan por pasaportes de vacunas como un tema de conversación para recuperar la Cámara o el Senado durante las elecciones intermedias de 2022.
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