El fiscal del distrito de Manhattan, Alvin Bragg, recibió el miércoles por segunda vez un sobre que contenía polvo blanco, considerado no peligroso.
El sobre fue encontrado poco después de las tres de la tarde en el correo del número 80 de la calle Centre, en el bajo Manhattan, donde Bragg tiene su despacho. El hallazgo provocó la intervención de la policía como medida de precaución.
El polvo se consideró no peligroso, según el Departamento de Policía de Nueva York (NYPD).
«Las pruebas realizadas por la policía de Nueva York determinaron que el polvo encontrado en la sala de correo no era peligroso», declaró un portavoz de Bragg a The Epoch Times.
«Nosotros agradecemos a nuestros socios de la Unidad de Servicios de Emergencia de la Policía de Nueva York y al Departamento de Protección Ambiental de la ciudad de Nueva York por su rápida respuesta».
El incidente se produjo pocas semanas después de que Bragg recibiera polvo blanco, también considerado no peligroso, a finales de marzo.
Bragg, un demócrata, había convocado a un gran jurado de Nueva York a principios de este año que finalmente imputó a fines de marzo al expresidente republicano, Donald Trump, con 34 delitos graves de falsificación de registros comerciales, de los que Trump se declaró inocente el 4 de abril. Cada cargo es un delito grave que conlleva una pena de hasta cuatro años de prisión.
Bragg ha estado investigando un pago de 130,000 dólares del exabogado de Trump, Michael Cohen, a la actriz para adultos Stormy Daniels. El pago se realizó en el período previo a las elecciones presidenciales de 2016.
Daniels alegó que Trump tuvo una aventura con ella, pero Trump ha negado sistemáticamente cualquier relación extramatrimonial con Daniels. Cohen, por su parte, dijo previamente que había hablado con el gran jurado.
Los fiscales de Nueva York acusan a Trump de haber dado instrucciones a Cohen para pagar a Daniels y luego reembolsar a Cohen a través de cheques mensuales que se disfrazaron como un anticipo por servicios legales para la Organización Trump, lo que llevó a 34 entradas falsas en los registros comerciales de Nueva York.
Un cargo de falsificación de registros requiere que los fiscales demuestren que la entrada se hizo con la intención de ocultar la comisión de un segundo delito. La acusación y los documentos judiciales no especifican un segundo delito. Que los documentos judiciales no revelaran cuál es el segundo delito del que se acusa al expresidente ha sido motivo de gran preocupación para los expertos.
Bragg, en una rueda de prensa el 4 de abril, mencionó tres posibilidades de un segundo delito: una violación de la ley electoral estatal que prohíbe cualquier conspiración para promover a un candidato «por medios ilícitos», una violación de un límite federal a las contribuciones a las campañas y una violación de la ley fiscal estatal. Pero los expertos han dicho que la falta de transparencia de Bragg sobre lo que realmente es el segundo delito es muy problemática.
Trump, horas después de su comparecencia a la lectura de cargos el 4 de abril, declaró que Bragg no tenía «ningún caso» contra él. «El único delito que he cometido es defender ferozmente a nuestra nación», dijo en Florida tras regresar de Manhattan.
Trump describió el caso de Bragg y varias otras investigaciones penales y civiles en su contra como una «interferencia electoral masiva a una escala nunca antes vista en nuestro país», y añadió: «Ellos no pueden vencernos en las urnas. Así que intentan vencernos a través de la ley».
Los republicanos y los analistas dicen que la medida sin precedentes de acusar a un expresidente pone a Trump en la situación de mártir y representa un punto de inflexión en el país, donde el sistema legal puede ser utilizado como arma contra los oponentes políticos.
Con la contribución de Gary Bai, Nathan Worcester y John Haughey.
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