Fiscal general abre investigación contra gobernadores republicanos por enviar extranjeros ilegales a D.C.

Por Naveen Athrappully
15 de octubre de 2022 5:07 PM Actualizado: 15 de octubre de 2022 5:07 PM

El fiscal general del Distrito de Columbia, Karl Racine, está abriendo una investigación sobre si los gobernadores republicanos están engañando a los inmigrantes ilegales para que los transporten a lugares como Washington.

Según un informe de ProPublica y The Texas Tribune, Racine dijo a esos medios que sus investigadores entrevistaron a extranjeros ilegales que «hablaron persuasivamente de haber sido engañados, con conversaciones sobre servicios prometidos» por los organizadores del viaje antes de subir a los autobuses con destino a Washington. Racine no ofreció más explicaciones ni detalles sobre la naturaleza de la investigación.

El gobernador republicano de Texas, Greg Abbott, reveló recientemente que más de 11,000 inmigrantes ilegales han sido transportados a Nueva York, Chicago y Washington para ofrecer «un alivio muy necesario a las abrumadas comunidades fronterizas», y que la mayoría, más de 8000, fueron a Washington. Y la semana pasada, Abbott dejó a los inmigrantes cerca de la casa en Washington de la vicepresidenta Kamala Harris.

Mientras que los gobernadores republicanos sostienen que los responsables políticos de las autoproclamadas «ciudades santuario» gestionadas por los demócratas deben asumir las consecuencias de las normas de inmigración que apoyan, los administradores demócratas han denunciado la medida sin culpar a las políticas fronterizas de la Administración Biden. Según un informe publicado en agosto, casi 5 millones de personas han cruzado al país desde que Biden llegó a la presidencia.

Siguiendo el ejemplo de Abbott, el gobernador de Arizona, Doug Ducey, transportó a 2170 inmigrantes ilegales a Washington en unos 60 autobuses, según el portavoz de Ducey, C.J. Karamargin, reportó The Texas Tribune.

En septiembre, la alcaldesa de Washington, Muriel Bowser, declaró la emergencia debido a la oleada de inmigrantes ilegales, mientras que el gobernador de Illinois, J.B. Pritzker, emitió una orden de emergencia por desastre y desplegó la Guardia Nacional.

Brianne Nadeau, miembro del Consejo del Distrito de Columbia, dijo a los periodistas que mientras «los gobernadores de Texas y Arizona han creado esta crisis», el gobierno federal «no ha intervenido para ayudar al Distrito de Columbia».

La policía de Nueva York multa a los autobuses que transportan inmigrantes ilegales

Los recursos de la ciudad de Nueva York están bajo la presión de un flujo abrumador de más de 17,000 inmigrantes ilegales, lo que llevó al alcalde Eric Adams a declarar el estado de emergencia.

Según un reporte del New York Post, los agentes de la policía de Nueva York han comenzado a parar los autobuses que traen a los extranjeros ilegales de todo el país al estado. El medio de comunicación afirma que la policía está deteniendo los autobuses y registrándolos meticulosamente en busca de posibles infracciones, incluyendo las huellas de los neumáticos, los libros de registro e incluso la colocación de los limpiaparabrisas.

A algunos de los conductores se les impusieron multas de comparecencia ante el tribunal, en lo que parecían excusas para evitar que volvieran.

«No me importa si la policía de Nueva York nos inspecciona, seguiremos haciendo este viaje porque el dinero es demasiado bueno», dijo al medio uno de los conductores, que solo dio el nombre de Misael, tras recibir cuatro multas rosas de comparecencia, incluida una por un asiento suelto. «Estoy con [el gobernador de Texas] Greg Abbott hasta el final. No quiero inmigrantes en mi estado. Si [el presidente Joe] Biden quiere que se abran las fronteras, los estados demócratas pueden acogerlos».

El jefe del Departamento de Policía de Nueva York, Ken Corey, dijo que los autobuses fueron detenidos solo después de que dejaran a los inmigrantes ilegales, y «fueron inspeccionados para asegurar que cumplían con las regulaciones federales».

Adams dijo en una rueda de prensa que «el Departamento de Policía de Nueva York y cualquier entidad que se utilice, espero que estén haciendo su trabajo correctamente, porque nos preocupa la seguridad de los solicitantes de asilo y la seguridad de los neoyorquinos».

Se espera que la afluencia de inmigrantes ilegales a la ciudad cueste 1000 millones de dólares al final del año fiscal, ha puesto a prueba el sistema de refugios para personas sin hogar y ha obligado a los funcionarios a convertir 42 hoteles en refugios de emergencia.


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