En medio de la controversia de la flota china que amenaza los mares de Sudamérica, un reciente informe descubrió que los pescadores chinos en aguas distantes podrían servir como «milicia marítima» del ejército chino, amenazando la estabilidad geopolítica en todo el mundo.
El informe del instituto australiano de investigación sin fines de lucro Future Directions International (FDI) publicado el 13 de octubre, señala que el régimen comunista chino gestiona la mayor flota de pesca de aguas lejanas y participan en las mayores operaciones de pesca «ilegal, no declarada y no reglamentada» (INDNR) del mundo.
El documento fue escrito por Mervyn Piesse, director de investigación del Programa de Investigación de la Crisis Mundial de Alimentos y Agua del Future Directions International (FDI).
Sin embargo, la flota china no se limita únicamente a la pesca ilegal, el informe de Piesse también reveló que las embarcaciones chinas se han convertido en la milicia marítima del PCCh, una tercera fuerza marítima que opera junto con la marina y la guardia costera de China. Ellos han recibido capacitación en apoyo logístico, inteligencia, vigilancia y reconocimiento, de acuerdo con el documento.
«Además de fomentar el robo de recursos desde una perspectiva económica, el PCCh tiene otra ambición malvada detrás de esto: Reemplazar la democracia por el poder centralizado y dominar el mundo. Bajo este objetivo, el PCCh ha convertido casi todas las actividades económicas en sus armas estratégicas», dijo el académico independiente chino Ge Bidong.
De acuerdo con Ge, las embarcaciones chinas del régimen no solo están por todo el mundo robando los recursos pesqueros de las naciones para el régimen, sino que también están reuniendo información para ayudar al PCCh a infiltrarse en otros países.
Estados Unidos ya había advertido que los buques pesqueros chinos podrían pertenecer a la milicia del PCCh. Estos barcos intimidan y amenazan a los pescadores legales de otros países en alta mar o en aguas soberanas de otros países para apoyar los objetivos estratégicos marítimos del régimen comunista.
Asimismo, varias embarcaciones pertenecientes a la flota china están “altamente subsidiadas”, de acuerdo con Ge. Un estudio realizado en 2018 descubrió que la subvención total que el PCCh concedió a los barcos pesqueros chinos superaba los USD 7000 millones. Muchas flotas pesqueras de aguas profundas han recibido una gran cantidad de subsidios del régimen, el cual los instiga y alienta a participar en la pesca ilegal, señaló Ge.
Asimismo, el informe de la FDI señaló que la flota china opera en todas las regiones del mundo y a menudo actúa en una zona gris legal, aprovechándose de la debilidad de la gobernanza y la supervisión en los países en desarrollo.
Un claro ejemplo de esto es la flota china que se encuentra actualmente acechando los mares de Sudamérica, en lo que llaman «La Ruta del Calamar», de acuerdo con el presidente del Comité de Pesca y Acuicultura de la Sociedad Nacional de Industrias (SNI) de Perú, Alfonso Miranda Eyzaguirre.
Durante un mes, la flota se mantuvo frente a las Islas Galápagos donde los más de 300 buques “saquearon” calamares, lo cual representó el 99 por ciento de actividad pesquera en la reserva marina. Unos días después, invadió los alrededores de las costas de Perú. En ese momento, la embajada de Estados Unidos en Perú advirtió sobre la sobrepesca de esta flota y dijo que el país «no puede permitirse semejante pérdida».
A inicios de octubre, la flota ya se encontraba a 400 millas de la Zona Económica Exclusiva (ZEE) de Chile y se estima que llegue al país en noviembre, de acuerdo con Dirección General del Territorio Marítimo y Marina Mercante (Directemar), reportó Biobiochile.
La pesca ilegal procedente de China es una de las tres principales amenazas para el hemisferio occidental, dijo a inicios de octubre Craig Faller, jefe del Comando Sur de EE. UU. «Esto nos tiene enfocados con un sentido de urgencia día tras día», dijo, mencionando que Estados Unidos ha estado tomando un papel activo en la aplicación de la ley.
Por otro lado, el informe señala que la pesca INDNR no solo es un desafío ambiental, sino también una amenaza para la seguridad alimentaria, el empleo y el desarrollo de los países.
Jean Manes, la subcomandante civil del Comando Sur, advirtió que esta pesca ilegal le arrebata a la industria pesquera nativa y diezma las comunidades, lo cual provoca que los pescadores «no por elección, necesariamente, se convierten en traficantes de combustible, o en traficantes de suministro para los barcos de la droga que están justo en la costa, porque ya no hay más peces. Y eso diezma a esas comunidades, y también las hace más inseguras».
Una de las razones por las que estas flotas han llegado a la región es que las áreas más cercanas a China ya han sido sobreexplotadas, explicó Manes. Las estimaciones conservadoras de Piesse sugieren que al menos el 30 por ciento de las poblaciones de peces en aguas chinas han colapsado completamente y un 20 por ciento adicional están sobreexplotadas.
«La industria pesquera de China se ha dedicado a la sobrepesca no regulada durante décadas. Su mentalidad es básicamente la de robar los recursos pesqueros, lo que ha causado un agotamiento casi total de los recursos pesqueros en las aguas costeras de China. Luego llegó este círculo vicioso, los pescadores chinos tienen que ir cada vez más lejos en el mar abierto para pescar», explicó Ge.
Con información del staff de The Epoch Times.
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