Cinco representantes de la disciplina espiritual Falun Dafa se reunieron con funcionarios del Departamento de Estado de EE.UU. el 20 de julio, mientras el grupo conmemoraba 21 años de una campaña de persecución a gran escala desatada por el régimen chino.
El subsecretario de Estado Robert Destro y Sam Brownback, embajador de Estados Unidos para la libertad religiosa internacional, quienes asistieron a la reunión por teléfono, expresaron especialmente su preocupación por la continua práctica de sustracción forzada de órganos hacia los practicantes de Falun Dafa, de acuerdo con los practicantes que transmitieron el contenido de la conversación a The Epoch Times.
En junio de 2019, un tribunal popular independiente de Londres concluyó, tras una investigación de un año de duración, que la sustracción forzada de órganos ha tenido lugar en China durante años «a una escala significativa», siendo los practicantes de Falun Dafa la principal fuente de órganos. En su fallo final de marzo, el tribunal dijo que este delito contra los derechos humanos seguía llevándose a cabo, afirmando que «la acción trágicamente descontrolada permitió que muchas personas murieran de manera horrible e innecesaria».
El 20 de julio se cumplió el 21° aniversario del inicio de una campaña de represión de gran alcance por parte del régimen chino contra Falun Dafa, también conocida como Falun Gong, una antigua disciplina china con ejercicios de meditación y enseñanzas morales centradas en verdad, benevolencia y tolerancia.
Entre los asistentes se encontraba Zhang Yuhua, una practicante de Falun Dafa originaria de la provincia de Jiangsu, quien sufrió repetidos arrestos y acoso policial por negarse a renunciar a sus creencias.
Zhang, de 59 años y exdecana del departamento ruso de la Universidad Normal de Nanjing, pasó un período combinado de 7 años y medio en prisión antes de escapar a Estados Unidos en 2015.
Zhang recordó que tuvo que permanecer de pie durante días dentro de una celda de prisión, sin poder descansar ni dormir. Su cuerpo se hinchó debido al tormento, primero sus pies y piernas, luego sus manos y brazos.
«No es solo un día, dos días o una semana. Te hacen estar de pie hasta que te derrumbas», dijo a The Epoch Times, añadiendo que se cayó y desmayó durante ese período. El periodo más largo que las autoridades la obligaron a estar parada fue de más de 50 días.
El esposo de Zhang, Ma Zhenyu, fue sentenciado a tres años de prisión por la «única razón de enviar seis cartas a los líderes comunistas chinos» sobre Falun Dafa y la persecución, según Zhang, quien no ha podido contactarlo desde 2018. Ma había estado en la cárcel por un total de siete años antes de eso, dijo Zhang.
En una declaración emitida el 22 de julio, el Secretario de Estado Mike Pompeo pidió al Partido Comunista Chino «poner fin inmediatamente a su depravado abuso y maltrato de los practicantes de Falun Gong», liberar a los practicantes detenidos, incluyendo al esposo de Zhang, y abordar el paradero de los desaparecidos.
«Veintiún años de persecución a los practicantes de Falun Gong es demasiado tiempo, y debe terminar», dijo Pompeo.
Alrededor de 70 a 100 millones de chinos comenzaron a practicar a fines de los años 90, según estimaciones oficiales de la época. Miles de personas han muerto desde entonces bajo tortura, según Minghui.org, un sitio web con sede en EE.UU. que documenta la persecución. Millones de practicantes han sido detenidos, y cientos de miles han sido torturados, según estimaciones del Centro de Información de Falun Dafa. Un informe de Minghui contó más de 5300 casos de detención o acoso solo en la primera mitad de 2020.
Levi Browde, director ejecutivo del Centro de Información de Falun Dafa, dijo que la prolongada campaña de persecución hacia Falun Dafa en Beijing ha permitido que el régimen desarrolle un mecanismo sistemático para reprimir a otros grupos religiosos y disidentes, como los uigures, los cristianos, y los hongkoneses, «no solo para quebrar a una persona, sino para obligarla a profesar su lealtad al Partido Comunista».
«Realmente pulieron ese proceso con Falun Gong», dijo.
El mismo día de la reunión, Brownback escribió un tuit expresando sus condolencias por los practicantes bajo represión en China.
«Mis pensamientos hoy están con los practicantes de Falun Gong en China que han sufrido 21 años de persecución a manos del gobierno de la RPC [República Popular China]. Acosados, arrestados, encarcelados, y torturados por sus creencias, nos solidarizamos con ellos», escribió.
En otro tuit, Brownback también describió la reunión privada con los practicantes de Falun Dafa como «poderosa», diciendo que estuvo «inspirado por la perseverancia de los practicantes de Falun Gong, mientras estaban bajo la amenaza de la presión del gobierno de la RPC para que renunciaran a sus creencias».
Más de 30 legisladores y funcionarios estadounidenses han emitido declaraciones condenando la campaña de 21 años. El gran apoyo de los altos funcionarios de EE.UU., dijo Zhang, es un «golpe fatal» para el régimen chino que por mucho tiempo ha considerado a Falun Dafa como su «principal enemigo».
La postura de Estados Unidos probablemente alentará a que más países tomen acción para exponer los abusos de los derechos humanos en China, dijo Zhang en una reciente entrevista, calificándola de «tendencia imparable».
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