Un informe de la comunidad de inteligencia de EE. UU. indica que una minoría de funcionarios de inteligencia creía que el Partido Comunista Chino (PCCh), de hecho, intentó obstruir las posibilidades del expresidente Donald Trump en las elecciones 2020, mientras informaba que el PCCh no «desplegó esfuerzos de interferencia».
Un informe del Consejo Nacional de Inteligencia (pdf) publicado el 10 de marzo declaró que Rusia trató de denigrar al presidente Joe Biden y promover a Trump durante las elecciones de 2020, y que China “no desplegó esfuerzos de interferencia y consideró, sin embargo no desplegó, esfuerzos de interferencia destinados a cambiar el resultado de las elecciones presidenciales de EE. UU.”, y agregó: “Tenemos una gran confianza en este juicio”.
El informe afirmó además que el PCCh «buscó estabilidad en su relación con Estados Unidos y no consideró que ninguno de los resultados de las elecciones fuera lo suficientemente ventajoso como para que China se arriesgara a sufrir una represalia si lo atrapaban», mientras que los funcionarios de inteligencia sospechaban que «Beijing probablemente creía que sus herramientas de interferencia tradicionales, principalmente medidas económicas específicas y presión sobre personas y grupos de interés clave, serían suficientes para lograr su objetivo de dar forma a la política de EE. UU. independientemente de quién ganó las elecciones. No identificamos a China intentando interferir con la infraestructura electoral o proporcionando fondos a ningún candidato o partido».
Sin embargo, el informe indicó también que algunos funcionarios de inteligencia de EE. UU. creen que el PCCh intentó socavar a Trump.
“El Oficial de Inteligencia Nacional para Cibernética evalúa que China tomó al menos algunas medidas para socavar las posibilidades de reelección del expresidente Trump, principalmente a través de las redes sociales y las declaraciones públicas oficiales y los medios de comunicación”, dice el informe en su sección de opinión minoritaria. “El NIO está de acuerdo con la opinión del IC de que Beijing se centró principalmente en contrarrestar las políticas anti-China, pero evalúa que algunos de los esfuerzos de interferencia de Beijing estaban destinados a afectar al menos indirectamente a los candidatos, los procesos políticos y las preferencias de los votantes de EE. UU., cumpliendo con la definición de interferencia para las elecciones utilizada en este informe. El NIO está de acuerdo en que no tenemos información que indique que China intentó interferir con los procesos electorales. El NIO tiene una confianza moderada en estos juicios».
El párrafo corto se refiere al Oficial de Inteligencia Nacional (NIO, por sus siglas en inglés) para Asuntos Cibernéticos en el Consejo Nacional de Inteligencia, el cual lidera la comunidad de inteligencia de EE. UU. en su análisis cibernético y analiza las impugnaciones a las elecciones.
Y la evaluación denominó interferencia electoral como actividades «destinadas a afectar directa o indirectamente una elección» y consideró como interferencia a los «intentos de elegir como blanco a los aspectos técnicos de las elecciones», como señaló el Washington Examiner.
“Evaluamos que el cálculo de riesgo de Beijing para interferir en las elecciones se basó en la preferencia de China por la estabilidad en la relación bilateral, su probable juicio de que intentar interferir en las elecciones podría causar un perjuicio duradero a los lazos entre EE. UU. y China, y la creencia de que la elección de cualquiera de los candidatos presentaría oportunidades y desafíos para China”, declaró la opinión mayoritaria.
El año pasado, el entonces director de Inteligencia Nacional, John Ratcliffe, dijo que China se inmiscuyó en las elecciones federales de 2020 y además que la inteligencia sobre la interferencia electoral de China fue suprimida por la dirección de la CIA, lo cual presionó a los analistas para que retiraran su apoyo a la opinión.
También esta semana, el Departamento de Justicia, incluyendo al FBI, y al Departamento de Seguridad Nacional y su agencia de ciberseguridad dijeron en un informe conjunto que «no tienen evidencia de que ningún actor extranjero asociado a un gobierno» como Rusia, China o Irán “Impidió la votación, cambió votos o interrumpió la capacidad de contar los votos o de transmitir los resultados electorales de manera oportuna, alteró cualquier aspecto técnico del proceso de votación o comprometió de alguna u otra manera la integridad de la información de registro de votantes de cualquier boleta emitida durante las elecciones federales de 2020″.
Ratcliffe, mientras tanto, dijo en ese momento que apoyaba “la opinión minoritaria declarada—basada en todas las fuentes de inteligencia disponibles, con definiciones aplicadas de manera coherente y conseguidas independientemente de consideraciones políticas o presiones indebidas—de que la República Popular China trató de interferir en las elecciones federales de Estados Unidos de 2020”.
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