El presidente de la Cámara de Representantes de Georgia dice que el condado de Fulton debe ser objeto de una investigación independiente después de múltiples reportes que detallan presuntos problemas con las elecciones de 2020 y con una auditoría que se produjo después.
El representante David Ralston, un republicano que es presidente de la Cámara de Representantes de Georgia, en una carta reciente señaló que hay serias dudas sobre cómo se desarrollaron las elecciones en el condado más grande de Georgia, que incluye a Atlanta.
«Recientemente, han surgido reportes de los medios de comunicación que ponen en duda la forma en que el condado de Fulton condujo, contó y auditó las elecciones presidenciales de noviembre de 2020. Estos reportes han sido acompañados por videos y otras pruebas que forman parte de un litigio en curso y requieren un examen y una explicación exhaustivos», dijo Ralston al director de elecciones del condado de Fulton, Richard Barron.
«Dada la gravedad de esta situación y las posibles repercusiones para nuestro estado y nación, es hora de que tengamos una investigación independiente —de una vez por todas— sobre la forma en que el condado de Fulton llevó a cabo, contó y auditó las elecciones presidenciales de noviembre de 2020», añadió.
Ralston instó a Barron a solicitar una investigación por parte de la Oficina de Investigación de Georgia, afirmando que la agencia de aplicación de la ley «seguiría las pruebas dondequiera que se encuentren para determinar si se produjeron irregularidades o fraude intencionado».
La Oficina de Investigación de Georgia, cuyo director recibió una copia de la carta, no respondió a una solicitud de comentarios.
Barron, a quien algunos funcionarios del condado intentaron despedir a principios de este año, pero que mantuvo su puesto después de que otros lo defendieran, no ha respondido a Ralston. Pero Robb Pitts, presidente de la Junta de Comisionados del condado, sí lo hizo.
Señalando que había recibido una copia de la carta de Ralston, Pitts dijo que no le habían entregado «pruebas de ninguna acusación de infracción intencionada» relacionado con las elecciones.
El proceso electoral fue supervisado por Carter Jones, un contratista empleado por la Junta Electoral del Estado, así como por observadores de ambos partidos políticos. Jones dijo en su reporte, publicado recientemente, que había problemas importantes, pero también afirmó que no había pruebas de fraude.
Pitts dijo que el condado de Fulton no debería ser investigado a menos que otros condados también lo sean.
«Si bien el condado de Fulton es el más grande y, por lo tanto, el que está bajo mayor escrutinio, también tengo entendido que otros condados tuvieron problemas en sus elecciones y encontraron boletas no incluidas en la tabulación inicial», escribió. «Si usted está solicitando que el condado de Fulton sea objeto de tal investigación, entonces creo que sería justo que todos los condados con problemas sean objeto de investigación».
La oficina de Ralston no respondió a una solicitud de comentarios sobre la carta de respuesta.
Los republicanos controlan ambas cámaras en Georgia, así como la oficina del gobernador, pero los funcionarios se han resistido a las peticiones de un examen en profundidad de las elecciones. Sus defensores dicen que el examen debería seguir de cerca la auditoría que se está llevando a cabo en el condado de Maricopa, Arizona, mientras que los críticos señalan los múltiples reconteos que se hicieron en Georgia tras las elecciones.
«Me alegra ver que el presidente de la Cámara de Representantes de Georgia, David Ralston, y otros piden por fin una investigación del GBI sobre el fraude que se está descubriendo en el condado de Fulton. Pero, como he estado gritando a los cuatro vientos durante meses, necesitamos una auditoría forense en los 159 condados de Georgia», dijo en un comunicado Vernon Jones, un exrepresentante estatal que está desafiando al gobernador Brian Kem.
Jones es partidario del expresidente Donald Trump, que perdió Georgia por unos 12,000 votos frente al demócrata Joe Biden tras ganar el estado en 2016.
El condado de Fulton fue objeto de intensas críticas por las prácticas irregulares de recuento de papeletas, incluyendo la indicación de que el recuento se hizo en la noche de las elecciones pero se reanudó después de que los observadores, y el monitor, abandonaran el State Farm Arena de Atlanta. El condado se enfrenta a varias demandas por la forma en que se llevaron a cabo las elecciones, incluida una en la que los demandantes obtuvieron imágenes de papeletas de voto por correo que, según dicen, demuestran que hubo fraude en la auditoría posterior.
El secretario de Estado de Georgia, el republicano Brad Raffensperger, ha alegado que no se produjo un fraude generalizado en el estado en las elecciones, pero pidió la semana pasada que el condado de Fulton despidiera tanto a Barron como a Ralph Jones, el jefe de registro de votantes del condado, a la luz de la serie de reportes que detallan las presuntas irregularidades, entre ellas que casi 200 papeletas fueron escaneadas dos veces.
Otros condados también tuvieron problemas en las elecciones. Cuatro dijeron que encontraron votos no contados durante una auditoría después de las elecciones, y uno despidió a su director de elecciones.
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