NUEVA YORK —Ghislaine Maxwell, que ha sido condenada por tráfico sexual, ha presentado un recurso de apelación contra su condena y sentencia.
Maxwell fue declarada culpable en un tribunal federal por su papel en la trata de mujeres jóvenes con el fin de proporcionar placer sexual a su empleador y excompañero sentimental Jeffrey Epstein.
El pasado mes de diciembre, Maxwell fue condenada por cinco cargos de tráfico sexual, uno de ellos relacionado con una menor.
El 28 de junio fue condenada a 20 años de prisión y a una multa de 750,000 dólares.
El 7 de julio, la abogada Bobbi Sternheim presentó una notificación de apelación de dos páginas ante el tribunal y pagó la tasa de registro de 505 dólares.
La presidenta del tribunal, Alison Nathan, había informado a Maxwell, de 60 años, de su derecho a apelar antes de dictar la sentencia.
Inmediatamente después, el «tribunal de la opinión pública» expresó su indignación por una condena tan corta, comparada con los años de abusos que sufrieron sus víctimas.
También ha habido una demanda pública para que Maxwell haga públicos los nombres de los amigos de Epstein —supuestos hombres famosos y poderosos— que participaron en los abusos.
En su «declaración de impacto de la víctima» leída en la sentencia, Sarah Ransome se refirió a esos hombres.
«Me convertí, en contra de mi voluntad, en nada más que un juguete sexual con un latido y un alma para el entretenimiento de Epstein, Maxwell y otros».
«Fui sometida a la depredación sexual múltiples veces al día, tanto en su mansión de Nueva York como en su isla privada en las Islas Vírgenes de Estados Unidos.
«En una visita a la isla, las exigencias sexuales, la degradación y la humillación llegaron a ser tan horribles que traté de escapar intentando saltar desde un acantilado a aguas infestadas de tiburones».
«Poco después de adormecernos a mí y a otros en una falsa sensación de seguridad y comodidad, se abalanzaron, atrapándonos en su mundo invertido y retorcido de violación, violación y violación», dijo más tarde.
En la sentencia, Nathan también dio a Maxwell la oportunidad de hablar, que se puso de pie con dos alguaciles de EE. UU. junto a ella.
Hablando de sus víctimas, dijo: «Quiero reconocer su sufrimiento» y «empatizo profundamente con todas las víctimas de este caso».
Continuó culpando a Epstein de todo.
«Es el mayor arrepentimiento de mi vida haber conocido a Jeffrey Epstein», dijo, y lo llamó «un hombre manipulador y controlador».
Maxwell se dirigió a sus víctimas y les dijo: «Que este día les ayude a atravesar la oscuridad hacia la luz».
Al final de la sentencia, Sternheim pidió que Maxwell fuera trasladada del Centro de Detención de Manhattan a la Institución Correccional Federal de Danbury, Connecticut.
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